EL PACTO

CAPÍTULO VI: SITAEL

Ben caminaba con una seguridad y una confianza envidiable. Dichos atributos captaron la atención de la mayoría de los comensales cuando puso un pie dentro de la pequeña cafetería.

―Lamento la tardanza ―se disculpó antes de tomar asiento―. Por culpa de ese cabrón ―apuntó al televisor en el que transmitían el noticiero mientras dejaba su celular sobre la mesa― no he tenido mucho tiempo libre.

―Escucha, Ben. La última vez que nos vimos... Fui un completo idiota ―mentí.

―No, Morgan. Estabas en tu derecho. Perjudiqué a Lindsey cuando apoyé a mi hermana. Yo fui el completo idiota. Supongo que nunca vi el panorama completo.

―Una vez decidido el lugar del idiota más grande entre nosotros dos, Ben. Muchas gracias por el apoyo ―tenía que dar por terminado ese tema. Si había invitado a Ben a desayunar, era para tratar de obtener cualquier detalle sobre sus investigaciones con respecto al asesinato de Randal.

―Cualquier cosa por mi sobrina.

Imbécil.

Me quedé mirando un momento el televisor. Mientras hablaban sobre Goodweather. Su rostro en miniatura...

―Lo están convirtiendo en un mártir. Los medios buscan poner en una situación incómoda a la policía...

―Esos hijos de perra ―dijo Ben al girar su cuello para ver en qué me distraía tanto―. Buscan presionarnos para que hagamos nuestro trabajo, pero realmente dan pauta al pánico.

Cada uno de los comensales en el lugar había dejado de masticar, otros tantos sostenían una cuchara o un tenedor con comida a la altura de la boca como si estuvieran en pausa y las meseras estaban de pie, sosteniendo las charolas.

―¿Ha habido avances? ―me aventuré―. Con... ―apunté a la pantalla con la cabeza.

Me miró un momento, dudoso, levantó la mano y esperó a la mesera para ordenar, haciéndome sentir estúpido por preguntar.

―Un desayuno completo, por favor ―ordenó.

―Yo quiero una hamburguesa con papas fritas ―dije después de él, la mesera sonrió y nos pidió esperar un momento.

―Magnus se está apoderando del caso. Tiene ideas "creativas" que ofrecer antes de jubilarse.

―Dio resultado... Está hablando ―celebró mi voz interna.

―¿De qué hablas? ―pregunté mientras daba un sorbo a mi taza de café servida mientras esperaba a Benedict.

―El sujeto era amante de varias mujeres, Nicholas ―los susurros eran casi inaudibles―. Los indicios muestran que fue atacado por un inexperto impulsivo. Se trata de algún sujeto que descubrió que su mujer jodía con Randal y se quiso vengar de éste.

―¿Y Magnus fue el que descubrió eso? ―el flujo de mi sangre vibraba.

―No, el idiota insiste en que se trata de un nuevo Blackburn.

Blackburn fue el asesino serial que había conmocionado a la ciudad años atrás. Nunca pudieron arrestarlo, pero, por fortuna para la mayoría de la población, fue encontrado después de que se quitó la vida.

―¿Tiene algún argumento o sólo ha visto demasiadas series policiacas?

―Es la necesidad de compensar su gran fallo como teniente con el caso de Blackburn.