EL PACTO

CAPÍTULO XXXVI: BARBATOS

De verdad quería actuar como mi instinto me había dicho, pero, una vez que Sharon y Chase se fueron de mi casa y acomodé mi indumentaria en su lugar correspondiente para tirarme boca arriba sobre el colchón desnudo de mi habitación, mi vieja compañera regresó para hablarme.

―¿Matarlos, Nick? ¿Estás seguro? Creo que deberías reconsiderar otras alternativas.

No había otras alternativas. Sharon acababa de dejar muy en claro la razón por la cual estaba en su vieja ciudad natal, e incluso llevó con ella el armamento con el que planeaba atacarme si no me sometía a su exigencia.

¿Qué otras alternativas tenía en realidad? ¿Acceder a su demanda? ¿Ceder a Lindsey sin pelear por ella?

Una alternativa lógica era pelear por ella usando un abogado, por desgracia, gracias al maravilloso Google, supe quién era Chase Leighton y la razón por la cual Sharon se mostraba tan confiada a su lado. La fotografía de la página mostraba a un modelo muy varonil vestido con un hermoso traje azul marino que contrastaba con una bonita corbata celeste y con un lujoso Rólex.

Chase Leighton era uno de los mejores abogados del país con una especialización casi para cualquier departamento legal. Ningún abogado podría defenderme de él y mucho menos con el poco dinero que podía permitirme pagar en esos momentos.

~Sabes muy bien que sólo tienes que pensar en un tipo de alternativa, la cual es...

―...dónde matarlos ―terminé la idea de mi segunda voz.

Benedict estaba muerto y Sharon sólo estaba aquí para llevarse a alguien con ella, pero no para restablecer los vínculos que desintegró por completo con su familia, lo que significaba que, si desaparecían, nadie sospecharía nada, mucho menos en una ciudad donde yo era el único que sabía de ellos.

~Entonces... ¿Dónde será, Nick? ―Podía notar el hambre en la segunda voz.

No lo sabía. Primero tenía que investigar el hotel para saber si era viable asesinarlos ahí, luego tenía que idear planes B, C, D e incluso E para no fallar. Apenas era viernes y, suponiendo que me habían dado tiempo para pensar, quería imaginar que no podrían proceder de ninguna forma legal hasta el lunes. Eso me daba tres días para vigilar, evaluar, planear y ejecutar.

―Mucho cuidado, Nick. Con cualquier movimiento en falso corres peligro de ser atrapado y llevado hasta la silla eléctrica.

Eran las siete de la mañana y el sueño me invadía. No podía dar lo mejor de mí con sopor, por lo que vi sensato el descansar un poco antes de salir a cazar de nuevo, después de todo mi mente ya tenía un plan de acción.

* * *

El estacionamiento del hotel era donde la seguridad fallaba. No contaba con cámaras de vigilancia y había un único hombre que daba rondas cada cierto tiempo por todo el lugar ubicado en el sótano del enorme edificio para asegurarse que ninguna de las alarmas de los autos rentados por los huéspedes adinerados sonara, pero aun con esa enorme falla de seguridad descarté ese estacionamiento como un lugar apropiado para asesinar.

Encontré un lugar a unos cuantos metros de distancia del mismo auto negro que había visto horas atrás afuera de mi casa. Si la lógica no me fallaba significaba que ese auto pertenecía al Dúo Sensación que estaba en la ciudad para hacerme infeliz al robarme a mi hija con juguetes y dinero, por lo que esperé pacientemente a que subieran a él y se fueran a rondar por la ciudad.