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SeongHwa caminaba por las calles poco transitadas camino a casa, con el móvil en mano escuchando la voz de su querido amigo. Ya era de noche, pasaban de las nueve y apenas regresaba luego de un laborioso día de trabajo.
—¿Nos vemos a ver mañana?— Preguntó YunHo, al otro lado de la línea.
—No lo creo, HongJoong me contó que tenía planeado ir con sus padres para que los niños los vieran, imagino que pasaremos toda la tarde allá.— Respondió sin más.
—Ay amigo mío, ya casi no nos vemos.
SeongHwa río, tampoco se veían seguido antes, su amigo si que le gustaba exagerar las cosas.— Que puedo decirte, mi vida ha cambiado.— Vio su casa a media cuadra más adelante y volvió a reír.— Un día te espera tu caliente novio en la cama, y al día siguiente te espera con un torbellino de cinco niños.
La carcajada de YunHo no se hizo esperar.—¡¿Cinco?!, Pensé que eran dos, SeongHwa.
—MinGi, WooYoung y JongHo ahora viven con nosotros, HyungSik nos dejó su custodia.— Le explicó sin dejar de avanzar.— Tenemos problemas para hacer que se lleven bien.
—Ya lo creo, deben ser unas bolitas de celos andantes.— Ambos rieron por la extraña forma en la que lo dijo.
—Pero son adorables, y tenemos fe en que se llevarán muy bien.— Llegó a su casa y pasó a despedirse.— Estoy enfrente a mi casa, hablamos luego YunHo.
—Suerte con tu novio caliente y con tu torbellino de niños.— Y colgó.
SeongHwa entró a la casa, visualizando primero la televisión encendida.—Ya llegué.— Yeosang sé levanto con una sonrisa del sillón, el mayor se acercó y lo abrazo.— ¿Qué tal su día?
Se encogió de hombros.— Bien, ¿y el suyo Hyung?
—Ocupado.
Luego el menor volvió a acostarse para continuar viendo sus caricaturas. JongHo dormía profundamente, a una considerable distancia de Yeosang.
》¿Y los demás?—Interrogó al no verles en su campo de visión.
—En la cocina y en el cuarto.— Respondió sin darle importancia.
SeongHwa se asomó por la puerta de la cocina, encontrándose con MinGi y WooYoung sentados en el suelo con sus cuadernos de dibujos regados y varios colores esparcidos. Los pequeños sonrieron inocentemente y se levantaron para saludar a su Hyung, pero tan rápido como se acercaron se alejaron para continuar con lo suyo. Los observó un momento en silencio ambos parecían querer hacer las cosas lentas para que SeongHwa se fuera.
No le tomó importancia y se fue al cuarto. Vio a HongJoong en cuatro, buscando algo debajo de una de las camas y se contuvo con fuerza para no decirle algo sobre aquel trasero.— ¡Papi!— Escuchó, San estaba en su cama, se bajo con rapidez y fue corriendo hasta él.— ¡Shiber se perdió!
