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El doctor explicaba con calma al par de hombres el nivel de la fractura, aclarando que pasado un mes deberían regresar para retirar el yeso que abarcaba desde el un poco más arriba del codo, hasta sus dedos. El niño estaba en brazos de HongJoong, lamiendo felizmente su paleta con la izquierda.
-¿Y puedo dibujar ahí?- Preguntó el menor luego de un rato, apuntando al yeso blanco. El hombre mayor sonrió con ternura.
-Claro, puedes decirle a tus hermanos y amigos que dibujen con marcadores siempre y cuando tengan cuidado de no hacerte daño.- Respondió, obteniendo una bonita sonrisa.
-¡Gracias!
El pequeño incluso se veía muy feliz, a pesar de que había estado llorando mucho. Pero en ese momento, luego de unas pastillas que calmó su dolor, y al ver su "nuevo" brazo, estaba contento. Eso y que estaba con sus padres, quienes al ver le llenaron de besos para que se sintiese mejor.
-Es un niño muy valiente, cuídate pequeño.
El doctor acarició los cabellos castaños de San. Luego de eso les dijo que medicamente deberían darle si el dolor regresaba, y los cuidados del yeso a la hora del baño. Después se fue, dejando que la pareja regresar con los demás a la sala de espera de urgencias. San iba bien abrazado por HongJoong, quería bajarse, pero el mayor no planeaba soltarlo. Su pequeño estaba lastimado, y tendría mucho reposo, aunque el niño no lo quisiese.
-¡San!- YeoSang se levantó al verle llegar, corriendo para ver a su hermano. Había pasado un horrible momento, aterrado y preocupado al verle con el brazo herido y su rostro bañado en lágrimas. Él odiaba ver llorar a su hermanito.
-¡SAN!- Los demás niños miraban sonrientes a su hermano, felices de verle bien.
-¡Mira WooYoung, soy un robot!- Exclamó, señalando su brazo.
-¡Wow!- Le miró asombrado, jamás había visto algo igual.- ¡Yo también quiero uno así!
Ellos siguieron hablando, mientras HongJoong casi aniquilaba con la mirada a YunHo, lo mismo con SeongHwa. El pobre chico no sabía que decir para aligerar el ambiente.
-Ehm...- Agachó la cabeza, nervioso.- La buena noticia es que faltara a clases, ¡wii!- Susurró levantando un poco los brazos, pero la pareja no movió ni un poco su expresión facial.
-¿Podemos ir a casa?- Preguntó YeoSang, también mirando mal al adulto. Por su culpa, su pequeño hermano había sufrido, y jamás se lo perdonaría. Al menos que le comprase buenos regalos a todos.
-Ya nos vamos.- SeongHwa dijo, tomando la mano de WooYoung y JongHo. HongJoong se dio la vuelta, sin despedirse, al contrario de San.
-¡Adiós YunHo hyung!- Exclamó contento el niño, despidiéndose con su paleta en mano.
El mayor también se despidió, mostrando una pequeña sonrisa apenada.- ¡Adiós!- Se despido MinGi, yendo detrás de HongJoong, tomando su camisa por la parte de atrás. Como un elefante bebé tomando de la cola a su madre para no perderse.
-Bye.- JongHo también movió su manita de un lado a otro, para luego lanzar un beso como había aprendido de ver a HongJoong.
Lo mismo hizo WooYoung, sonriendo después.- Cuídese hyung.
SeongHwa miró a sus niños, al parecer los únicos molestos eran HongJoong, YeoSang y él. Suspiró.- Hablamos luego YunHo.- Después de todo había sido un accidente.
El otro asintió, despidiéndose de vuelta de los menores.
SeongHwa finalmente se dio la vuelta, llevándose a los menores, con YeoSang a su lado.- Jamás nos vuelvan a dejar con él.- Pidió, con el rostro serio.
El caminó de regresó a casa se basó en San contando su experiencia una y otra vez, inventando que el niño le empujó con súper fuerza y que él no lloró en ningún momento. Dijo también, que si Shiber hubiese estado a su lado, el le hubiera defendido. También contó que extraño mucho a sus padres, y HongJoong juró una y otra vez que jamás volvería a dejarles solos. SeongHwa conducía, mirando más de una vez a San por el espejo retrovisor. HongJoong y él habían estado tan asustados y preocupados caminó al hospital, y apenas llegaron fueron recibidos por el pequeño llorando de dolor luego de que le acomodasen el brazo y le enyesaran. Ahora estaba tan calmado.
-¿Quieres que te haga un pastel?- HongJoong preguntó, dispuesto a cumplir con todos los caprichos que tuviese el pequeño y en darle mucho amor.
-¡Sí!- Gritaron los cuatro más pequeños, mientras que YeoSang iba cruzado de brazos, mirando por la ventana con el ceño fruncido.
-¿Y YunHo dijo la verdad?, ¿No iré a la escuela?- Cuestionó de repente, inclinándose hacía delante con su brazo doblado por sobre el pecho, sostenido gracias a una venda que le dieron para ayudarle a tenerlo en una posición cómoda.
-No por unos días, avisaremos a tu maestro.- Aclaró SeongHwa.
El pequeño gritó entusiasmado. Pasaría mucho tiempo al lado de sus padres, y nafa le había más que feliz.
Luego de eso, HongJoong encendió el radio, colocándolo en la estación de los éxitos recientes. Los pequeños conocían algunas canciones, tardeándolas como podían. La alegría rebosaba en ellos, gracias a que estaban de vuelta con sus padres. Definitivamente no podían pasar más de medió día alejados de ellos, y viceversa. Eran una familia muy unida, y siempre sería así.
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