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HongJoong había conectado su móvil a las bocinas inalámbricas, reproduciendo una extensa y diversa lista de canciones que combinaba sus gustos y los de SeongHwa.
Era un sábado por la tarde, SeongHwa salió de casa junto a MinGi y San, camino a la estética. El pequeño castaño se coló cuando dijo que quería ver que tipo de magia usaban para cambiar al cabello de color. El castaño bromeó diciendo que les teñiría el cabello también a los niños, y HongJoong amenazó con mandarlo a dormir al sillón si se le ocurría hacer algo así.
Estaba en el cuarto de los menores, quitando las sabanas de sus camas para lavarlas. Mientras, YeoSang, WooYoung y JongHo rejuntaban sus juguetes y los ponían en su lugar. En realidad, el más pequeño solo los tomaba del suelo y se los daba a quien tuviera más cerca, para que ellos los guardaran.
—Iré a poner la lavadora, cuando regrese no quiero ver ni un solo muñeco en el suelo.
Los niños asintieron, y continuaron acomodando algunos peluches sobre los muebles y dejando sus juguetes dentro de un baúl cuando el más grande apunto debajo de las cama.— ¿No hay juguetes ahí?
WooYoung miró con inseguridad hacía donde apuntaba, y el pelinegro quiso reírse cuando vio como daba lentos pasos hacía la litera.》 ¿Tienes miedo de asomarte debajo de la cama?
—MinGi dice que hay monstruos ahí.
YeoSang caminó hasta quedar a su lado, se hincó en el suelo y se agachó para ver.— Creó que hay un peluche, pero no lo alcanzó.— Se puso derecho y miró al cachetón.— Tú si podrás, ve.
WooYoung negó, moviendo su cabello al hacerlo.》No hay nada malo ahí.
Hizo un puchero.— Que vaya Jonggie...
—Es tan pequeño que seguro se perderá y jamás lo vamos a encontrar.— Dijo volteando a ver al niño que ahora estaba asomado al baúl, buscando un juguete para entretenerse.
WooYoung estuvo a nada de hacer un berrinche, lo supo YeoSang cuando vio que hacía ruidos raros sin quitar la trompa de pato. Sin embargó dijo algo que sorprendió al mayor.— ¿Puedo tomar mi mano?
El de la marquita abrió sus ojos sorprendido. A pesar de agradarles, no había compartido un momento así con ninguno de los tres hermanos, y tampoco era como que ellos lo buscaran. Sabía que JongHo no podía acercarse a él, y que MinGi se sentía intimidado cuando estaban solos, pero WooYoung parecía querer ignorar su presencia, hasta ese momento.
—¿Podrás alcanzarlo si sostengo tu mano?— Interrogó el mayor, obteniendo un asentimiento solamente.— Bien.
Accedió estirando su brazo. En seguida la pequeña y gordita mano de WooYoung se entrelazo con la de YeoSang, y se agachó para tan solo mirar bajo la cama. Aún con inseguridad se arrastró con la mano libre, quedando con medio cuerpo por debajo. Sin duda alguna se sentía más sostenida la mano de alguien, y ¿Quién era mejor para espantar monstruos que el mayor de los niños?
Se arrastró con la mano libre, viendo de pronto muy lejos el peluche. Se deslizó por debajo de la cama hasta que medio cuerpo quedó por debajo, y tomó al muñeco por el brazo, para luego usar el suyo para empujar hasta salir.
Se sentó en el suelo, al lado de YeoSang y Sin soltar su mano, para poder observar a quien acababa de salvar. Un oso con unos lentes de sol. El mayor sonrió, arrebatándole al peluche de Ryan que seguramente JongHo había dejado ahí luego de un berrinche que hizo esa mañana, básicamente había comenzado a llorar mientras arrojaba a diferentes puntos de la habitación.
—¡Ryan!— Le abrazó soltando finalmente sus manos, mostrando su tierna sonrisa. WooYoung se quedó sentado frente a él, observando lo contento que estaba con su peluche.— ¡Gracias WooYoungie!
Su mano fue a la cabeza del menor, acariciando esos cabellos castaños. Ese gesto tomó por sorpresa al cachetón, jamás paso por su mente que recibiría algo así. Mostró una encantadora sonrisa, y se hincó después en el suelo, para ver mejor al oso.
》Vamos WooYoung, seguramente encontremos más juguetes debajo de la cama de MinGi.— Se puso de pie para dejar su amado peluche sobre la cama, y luego tomó la manita de WooYoung para llevarlo a la otra cama. Se hincaron frente a ella, y YeoSang volvió a hablar.— Ve, sostendré tú mano.
Esta vez no duraron mucho. Enseguida WooYoung repitió la misma acción de hace rato, solo que esta vez no encontró nada más que un par de bloques de LEGO pertenecientes al menor de todos. WooYoung se las mostró a YeoSang, orgulloso de haber encontrado esos bloques del tamaño de su palma.
—¡Lo logré!— Celebró.— ¡No me comieron los monstruos!
Y soltó la mano del mayor para ponerse de pie e ir a abrazarlo, por primera vez desde que se habían conocido. YeoSang estaba sorprendido, por lo que no le abrazo de vuelta. Igual no hubiese tenido tiempo de hacerlo, WooYoung se apartó y fue corriendo hasta JongHo para "regañarlo" por dejar sus juguetes debajo la cama. El niño pequeño le gritó molestó por ver que tenía uno de sus juguetes, y se lo intentó arrebatar pero el castaño fue más rápido, fue y lo guardo en la caja llena de bloques parecidos, dejando a JongHo mirándolo mal.
YeoSang los miró sin moverse de su lugar, comenzaban una pequeña pelea. Se puso de pie y fue hasta su cama para tomar a Ryan y abrazarlo mientras se tiraba en el puff del mismo personaje, sonriendo por la comodidad. Continuó observando como JongHo solo repetía la palabra "Mío", y WooYoung le decía que tenía que compartir. Ya estaba acostumbrado a escenarios así, tanto que seguramente su día no estaba completo sin una discusión de ese par.
Definitivamente no podía demostrar cuán agradecido estaba con su familia. A pesar de haber visto como intrusos a esos niños, finalmente terminó aceptándolos como sus hermanos menores, aunque no planeaba decirlo en voz alta.
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