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—Hola Hongie, ¿Cómo va todo?— SeongHwa dijo apenas escuchó que su novio contestaba al celular. Había estado en una junta y lo había tenido en silencio, por lo pasó por alto la llamada de su novio hasta que acabó la reunión.
—Bien, hace rato todo era un caos pero logre calmarlos.— Contestó su chico por el otro lado de la línea.
—¿Hiciste que ensayaran para un concierto?— El rubio sonrió recordando su gran idea, y recargó su hombro en la pared fuera de si oficina.
—Nop, algo mejor.— Al oírlo reír supo que HongJoong había hecho algo que le hacía sentir muy orgulloso, por que le fue inevitable preguntarse que había hecho su novio.
—¿Qué hiciste princesa?
—No te lo voy a decir hasta que vuelvas, por que volverás, ¿Cierto?— SeongHwa frunció sus labios, tenía suficiente trabajo como para quedarse una noche entera en la oficina, pero deseaba tanto ir a casa. Tenía tiempo de sobra para hacerse cargo de su trabajo, podría quedarse el día siguiente.
—Claro, ¿Qué quieres que compre algo por el camino?
—Una pizza estaría genial, ¡¿Quieren pizza?!— Una gran sonrisa volvió al rostro del trigueño cuando les oyó gritar de fondo distintos sabores que les gustaba.— ¿De hongos otra vez WooYoung?, San, no se pueden poner dulces en las pizzas. Ok, Jonggie quiere de jamón y queso, y creo que estaría bien. No me hagas esa cara Yeosang. ¡MinGi!
SeongHwa río, deseando estar con ellos en ese momento, pero a la vez le divertía escuchar a HongJoong lidiando solo con los pequeños. 》Uhm, que tenga mucho queso, Seongie ¡Te queremos!, manden besos a SeongHwa niños.
Pudo oír el familiar ruido que creaban los niños a la hora de lanzar besos, junto a "Te quiero appa" y "Vuelve pronto", también escuchó un "¡Hambre!" de JongHo. Realmente tenía la mejor familia del mundo, lo sabía y estaba tan agradecido con la vida por aquella oportunidad.
—Bien, voy saliendo, ¡También los quiero!
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Al abrir la puerta principal, lo primero que vio fue que las luces de la sala y la cocina estaban apagadas.—¡Ya llegué!— Avisó activando el interruptor, iluminando el lugar, A lo lejos escucho música que provenía de uno de los cuartos.
—¡En nuestro cuarto, Hwa!— Gritó HongJoong, y escuchó las risas de los pequeños y como HongJoong les pedía, también riendo, que no dijeran nada.
SeongHwa no sabía si dejar la pizza en la cocina y luego ir al cuarto, pues sospechaba que estaban tramando algo y si le asustaban o algo así podría tirarla. Luego soltar una pequeña risa que solo él pudo oír, caminó hacía el cuarto. En el caminó dejó la pizza sobre la mesa del comedor, y continuó caminando hasta su habitación. La puerta estaba emparejada, y por ella salía luz y música de un grupo femenino. Sin estar seguro de que se encontraría tras ella, la empujó para ver a su familia. Definitivamente no esperaba eso.
Todo estaban sobre su cama, sentados y con sus pijamas puestas. Cubriendo al edredón, había varias de sus toallas para que no se manchara. Todos voltearon a verle, sonriendo ampliamente con sus rostros cubiertos de una mascarilla del mismo color. Todos tenían, hasta JongHo. Parpadeó un par de veces para saber si estaba viendo bien o no, pero sí, aquello era totalmente real.
—¡Appa!— Gritó San, con la cara verde a excepción de las fosas nasales, ojos y boca.
HongJoong trataba de no reír por la expresión de su novio, pero era tan divertido que no pudo evitar soltar una carcajada. SeongHwa abrió y cerró la boca un par de veces, tratando de hablar pero nada salía.— ¡Ven appa!— WooYoung se levantó de la cama, pisando con sus calcetines café con unos monos y sus bananas. Tomó su mano, y tiró de ella hasta que llegase a la cama y con un leve empujón le hizo sentarse.— Yo le pondré su mascarilla.
—¡No!, ¡Quiero ser yo!— San se puso de pie sobre el colchón, mirando con el ceño fruncido al cachetón.
—¡Yo!— JongHo también gritó, causando que HongJoong continuase riendo.
Le divertía verles con la cara verde, gracias a la mascarilla natural que hicieron. SeongHwa volvió a mirar a su novio, quien tenía a su derecha a MinGi, que sonreía al ver a los niños discutir y también divertido con la risa del mayor. YeoSang se acercó gateando en la cama hasta SeongHwa, para preguntar— ¿Y la pizza appa?
SeongHwa miró de vuelta a su novio, preguntando que estaba pasando. HongJoong estiró sus brazos para tomar la camisa del menor, tirando de su cuerpo para que se hiciese para atrás. Confundido, SeongHwa se arrastró en la cama hasta quedar medió acostado en el cuerpo de su novio, quien comenzando a dejar de reír, le abrazó por detrás, teniéndolo entre brazos, HongJoong se separó para decirle.— Te dije que encontré la manera de distraernos..
—¿Qué hiciste HongJoong.?
El pelirrojo volvió a reír, acariciando con una de sus manos los cabellos rubios de su amado.— preparé unas mascarillas, y les enseñe a ponérselas.— Ambos vieron como JongHo pasaba su mano por.si mejilla, tomando un poco de la mascarilla y llevándosela a la boca. SeongHwa hizo el intento de levantarse para evitar que se lo pasara, pero HongJoong le abrazó con más fuerza para impedirlo.— Tranquilo, solo es aguacate, le encanta, ¿sabías?
El pequeño sonrió volteando a ver a la pareja y gritó.— ¡Rico!
SeongHwa sonrió, enternecido al notar que había varias partes en su "mascarilla" que mostraba piel, dejando en claro que el pequeño se estaba comiendo su mascarilla.
—Appa.— YeoSang dijo levantando la trompita como si fuese hacer berrinche. Tenía hambre y no le apenaba actuar así.— La pizza.
—Está en el comedor.— Dijo para luego intentar ponerse de pie. HongJoong le dejó sentarse, pero no pararse, él lo hizo primero.
—Yo voy por ella, tú ve a lavarte la cara que te tienen que poner una mascarilla.— SeongHwa abrió más los ojos, volteándose para ver como WooYoung y San se ponían de acuerdo para ver quien le pondría la mascarilla.
—¿Saben lo que hacen?
—Algo así.— Respondió HongJoong con maldad, sabiendo que se pondría nervioso. Fue a por la pizza y por los platos para comer, escuchando de fondo como WooYoung le daba unos consejos a su padre sobre los cuidados de su piel, algunos inventados, como que antes de dormir necesitaba comer una barra de chocolate, y San le decía como lavarse la cara. Ese par era totalmente único.
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