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El día de juegos y batallas de lodo poco a poco llegaba a su fin.
Cuando HongJoong regresó de la tienda con JongHo se encontró con la sorpresa de que su novio también estaba cubierto de lodo, siendo atacado por los menores que reían a carcajadas haciendo alianzas entre ellos para vencer al mayor. Deseó ir y regañarlos, decirles que no era correcto manchar sus ropas de esa manera, y que tuvieran cuidado de no lastimarse. Pero en vez de eso entró a la cabaña, dejando que el juego se alargará tanto como ellos quisieran, luego de observar al tambaleante niño pequeño correr hacia su tío gritando su nombre.
No duró mucho más antes de que SeongHwa entrase a la cabaña cargando a los niños de uno por uno, pidiéndoles que enseguida pasarán al baño. Como dijo HongJoong, le dejó a él sólo la tarea de asearlos, actividad que no fue nada fácil.
Finalmente, con los pequeños limpios y cubiertos con cobijas, se hallaban en la sala comiendo uno de los emparedados que preparó el castaño mientras jugaban. El pelirrojo tenía a JongHo sentado en sus piernas envuelto en una manta como si fuese una oruga, con la cabeza solamente por fuera de la cobija anaranjada mientras le pasaba una y otra vez, eliminando los nudos.
Escuchaba con una sonrisa como San y WooYoung se contaban todo lo que no habían dicho antes. No paraban de hablar, aún como sus bocas llenas. Yeosang había dicho que tenía sueño por que no durmió en el viaje allí y que también se sentía cansado luego de jugar tanto, por lo que se recostó en uno de los sillones y cerró los ojos. En cambio MinGi estaba atento a su hermanito menor, compartiendo su sándwich y llevándole a la boca trozos pequeños cada vez que el pelinegro abría sus labios, avisando que quería más. Todo un consentido.
SeongHwa llegó a la sala, oyendo la conversación entre San y WooYoung sobre que personaje era mejor de sus caricaturas preferidas. Se sentó al lado de su novio.— ¿Ves?, todo está genial y ellos están contentos.
HongJoong le miró mientras entrecerraba sus ojos y reía.— Bien, pero no vuelvas a dejar que se ensucien tanto, también vas a lavar esa ropa.— Y le dio un pequeño golpe en la cabeza con el cepillo, provocando que riera.
—Okay, ¿Ya comiste Hongie?— Preguntó SeongHwa obteniendo como respuesta un no junto a un puchero, había estado ocupado cepillando los cabellos de todos, finalizando con JongHo.— Voy por tu emparedado, y te serviré jugo.
Se puso de pie para ir a la cocina. Regresó casi al minuto con las manos ocupadas, le dio su almuerzo a HongJoong con un beso en la frente, estaba muy contento y se notaba. También lo estaba HongJoong, así que le estiró sus labios en forma de trompa pidiendo un beso.
Una vez dado, le dijo.— Gracias Seongie, antes de dormir te daré un masaje, ¿Te agrada la idea?
Que su sonrisa ensanchara fue suficiente como respuesta, eso y un pequeño beso.
