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—Yeosang, llegamos.— La voz de HongJoong demostraba que ese día no se sentía con mucha paciencia, por lo que dio unas palmaditas en el brazo del pálido niño para que se despertara.— Vamos, que llegamos tarde.
El pequeño se quejó, abriendo los ojos para finalmente mirar a su alrededor. Habían llegado a la escuela por sus hermanitos, siendo el mismo día del incidente. HongJoong le pidió amablemente, ordenó, que bajara, y este lo hizo con una expresión no muy contenta. En seguida tomó la mano de su appa, como acto reflejo, y miró a su alrededor esperando que SeongHwa se acercara para también aferrarse a su gran mano. Mientras que, el pelinegro, con la otra cargaba a JongHo.
Una vez y fue así, los tres fueron hasta la puerta. Exactamente habían pasado dieciocho minutos desde la hora de salida de los niños, y muchos más de que acabaron las clases de MinGi. Por primera vez llegaban tarde por ellos, gracias a que se les pasó el tiempo hablando con los dos pelinegros, y tratando de convencerles que era malo arrojar cosas a la gente. Mejor dicho, no era de buena educación.
Cruzaron la calle, y al llegar a la escuela, HongJoong fue quién se identificó y pidió a los niños. Los tres pequeños estaban sentados en el suelo, fuera del salón de los menores. MinGi les narraba lo ocurrido, exagerando un poco los hechos, logrando que sus hermanitos le miraban sin poder emitir ruido alguno más que: "¡Wow!", y uno que otro "¿En serio hyung?'. Fue por eso que cuando les mandaron a llamar, los tres se pararon tan rápido como pudieron, para correr hacia la salida.
—¡YEOSANG HYUNG!— Exclamó MinGi, para salir y casi arrollar al pálido niño. Ambos se tambalearon, amenazando con caerse. Se estabilizaron, luego de que HongJoong y SeongHwa soltasen sus manos.
Al abrazo se sumaron San y WooYoung, gritando también. Aquello ocasionó que JongHo se removiera en los brazos de SeongHwa, queriendo unírseles.— ¡Cuidado SeongHwa!— HongJoong gritó al ver que casi se le cae el niño. El de cabellos negros rio nervioso, y le dejó en el suelo para que se relajara.
—¡¿Es verdad de qué golpeaste a muchos niños hyung?!— WooYoung cuestionó, asombrado.
—¡¿Tiene súper fuerza?!— San cuestionó.
HongJoong y SeongHwa sonrieron al ver que JongHo tiraba de la ropa de San, para que se quitase y le dejara abrazar también a su hermano mayor.
Yeosang frunció el ceño, levantando los brazos mientras su cuerpo era abrazado. Miró a sus padres, pidiendo ayuda, pero nada funcionaba. Al parecer estaban contentos de verle sufrir una dosis extrema de cariño. San le abrazó solamente del brazo cuando empezaron a caminar hacia el auto, hablándole a WooYoung.— Yeosang Hyung también tiene súper poderes, como mis appas, te lo dije.
—Ya sabía.— WooYoung presumió, aunque era mentira.
