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SeongHwa oprimia las teclas del teclado a una gran velocidad, sin verse muy obstaculizado por el cuerpo sobre sus piernas. MinGi, sentado en su appa, estaba con sus brazos recargados en el escritorio, jugando con un pequeño muñeco con forma de koala. Hacía ligeros ruidos con la boca, y en ocasiones volteaba a la pantalla para ver a su appa trabajar. Le gustaba hacerlo.
En medio de la oficina, Yeosang hacía su tarea junto a San, y WooYoung se había quedado dormido luego de comer, con medio cuerpo de JongHo sobre él, ambos en el sofá. Ese día habían estado bastante calmados.
El adulto escuchó que tocaron a su puerta.— Adelante.— Fue su respuesta.
Apareció su jefe, y el pelinegro en seguida se puso de pie luego de bajar a MinGi de su regazo. Hizo una reverencia a la vez que saludaba.
MinGi hizo lo mismo, y San y Yeosang solo lo miraron desde su lugar.— Mars.— Le llamó el hombre mayor, mirando a sus niño.— No sabía que era día de traer a tus hijos.
El pelinegro sonrió nervioso.— Hoy me tocaba cuidarles, espero que no sea un problema.
Hizo un gesto con su mano restándole importancia, y se acercó al escritorio sacando una USB de su pantalón.— Vine a entregarte esto, quería dártelo personalmente.
SeongHwa reconoció su USB, y recordó que se la había dado hacia una semana con tres canciones nuevas en ella, para que las revisara.— ¿Le gustaron?— Aceptó la memoria, expectante a la respuesta.
El hombre soltó una pequeña risa.— Son muy buenas, aunque creo que hace falta más rap para la tercera. Felicitaciones.
El menor sonrió emocionado, conteniéndose, e hizo otra reverencia.— Gracias señor.
Este asintió, y regresó su vista a los niños. Se enfocó en MinGi, quien se mantenía al lado de su appa.— ¿Cuál es tu nombre pequeño?
El niño miró a SeongHwa, y al ver que le sonrió incitándole a responder, regresó su vista al de lentes.— Park MinGi.— Susurró, en un tono de voz muy bajo.
—¿Cuántos años tienes?
—Seis.
Volteó a ver al par que seguía sentado. Yeosang fue el primero en levantarse, y hacer una reverencia.— Park YeoSang, siete años.
—Me llamo Park San, y tengo así.— Levanto su mano mostrando cuatro dedos bien estirados.
El hombre soltó un "Ohhh" al tiempo que volvía a hablarle al adulto.— Tienes unos lindos niños Mars.
—Gracias.— Le mostró una de sus bellas sonrisas con hoyuelos, y miró al apodado Minnie para decirle.— Somos afortunados de tenerlos.
El mayor regresó su vista a MinGi.— ¿Y te gusta el trabajo de tu appa?
