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— ¿Lucas? ¿Eres tú? - pregunté confundida.

— Sí. - respondió nervioso. — Estaba tratando de dormir, y surgió una duda que no me dejaba dormir.

— Bueno, con confianza, ¿Qué pasó?

— ¿Ya tienes a la persona para tu proyecto?

— Sí, hace rato me decidí por alguien ¿y tú?

— Ah, no.. Pero gracias por responder. - sonaba algo desilusionado.

— ¿Por qué? - me pareció extraño que me llamara para preguntarme eso.

— Nos vemos mañana.. Descansa. - colgó.

Acto seguido miré extrañada mi teléfono, algo cegada por el brillo de este. Lo dejé en mi mesa de noche y retomé mi posición cómoda para dormir. Sólo pensé en que este día fue muy extraño e inesperado.

Narra Lucas:

Colgué la llamada e inmediatamente arrojé mi celular a mi cama, sólo presionaba mis manos contra mi nuca repitiéndome lo tonto que seguro soné al hacerle dicha pregunta.

No entendía que ocurría en mí, desde que esta chica llegó a nuestra clase he sentido cosas; Ella se veía que era una chica totalmente diferente. Me parece muy linda, inteligente y aunque sea reservada eso llamaba mi atención.

Dejé caer mi cuerpo en mi cama mirando el techo y creando historias en mi cabeza donde estoy con ella. A veces en clases la veo utilizar su celular y como sonríe siempre.. Me preguntaba si tendría novio, por egoísmo siempre la interrumpo para hacerle comentarios burlones de que ponga atención, ¿Son celos acaso?
Sólo quiero acercarme a ella pero soy un poco torpe y tímido para hablarle. Hoy me pidió ayuda para pasarle corriente, si supiera que regresé con una enorme sonrisa a casa.

La alarma sonaba y me percaté de que no dormí nada por estar pensando en ella. Bufé al saber que era hora de arreglarme, así que después de estar listo me fui a la Universidad.
Ahí estaba ella, siempre llegaba temprano y permanecía sentada viendo a su celular. Tomé asiento y empecé a dibujar en mi libreta la silueta de esta bella mujer cuando escuché una voz femenina interrumpiendo mi concentración.

— ¿Todo bien? - preguntó con una linda sonrisa.

- Volteé lentamente y asentí. — Claro.

— Bueno, anoche no sonabas así. - arqueó su ceja.

— Estaba algo distraído, pero todo bien. - reí.

Ella encogió sus hombros y volteó a seguir con lo suyo, maldita sea.. empecé a sentir un hormigueo al verla. Empecé a ponerle atención detenidamente, ¿Y si mi proyecto fuera sobre ella? Creo que no suena tan mala idea, debo buscar la manera de estudiarla y conocerla más sin que lo sepa, o no saldrían las cosas como esperaba.

(...)

Lucas se miraba algo agotado, parecía que no había dormido durante toda la noche. A veces sentía su mirada en mí pero nunca he hecho caso a ello, sinceramente era algo extraño.

Seguía en mi plática con Morgan, él era la única persona que sabía sobre los chicos; cuando le conté lo que sucedió con Bryan, casi se muere de la emoción e incluso puedo apostar a que estuvo más emocionado que yo.

Las horas de clase pasaron rápido como de costumbre, terminando eso me fui a casa. Mañana no habría escuela así que podía relajarme de este pequeño puente, me senté para organizar mi proyecto. Buscando que era lo que podía estudiar en las personas, la manera correcta de manejar una conversación y cómo evitar que se sientan incómodos.

De pronto escuché golpes en el portón, me levanté enseguida a mirar quién era y para mi sorpresa era Alyssa así que la invité a pasar, no tendría nada que hacer mañana y era buena idea que se quedase el tiempo que quisiera; Fue una noche tranquila donde ambas veíamos como manejar mi proyecto, comer palomitas y ver nuestras películas favoritas hasta quedarnos dormidas.

— Buenos días Villanueva. - dijo mientras me despertaba.

— ¿Villanueva? ¿y tú como sabes eso? - pregunté mientras reía.

— Creo que busqué un poco de información sobre tu chico.

— Que miedo contigo. - golpeé su hombro.

— ¿Miedo? Hay que saber con quién tratas.

— Bueno, en eso tienes razón. - respondí mientras tallaba mis ojos. — ¿Qué hora es?

— Son las 8:00 am.

— Y aún está obscuro, supongo que fue algún tipo de pijamada. - reí.

— Sí, pero recuerda que mañana es tu cita con Bryan.

— Maldición.. - golpee con la palma de mi mano mi frente.

Es verdad, mañana era mi cita con el chico ¿de mis sueños? ¿A dónde iríamos? ¿Qué pasaría? ¿Que usaría? ¿Qué platicaríamos? Varias dudas empezaron a adueñarse de mi mente y me empecé a sentir nerviosa.

— Que tensa te pusiste, tranquilízate, haré un té. - Alyssa se levantó y se fue a la cocina.

— Pero, no puedo ir. - dije mientras la seguía por el pasillo.

— ¿Qué dices? Tranquilízate un poco. - se paró en seco y me miró fijamente.

— No, le diré que tengo planes o no sé, no puedo verlo. - tomé mi celular.

— Oye, creo que te estás pasando un poco.

— Seguro que ni se acuerda, le escribiré en este momento que no podré. - empecé a escribirle.

— Alto ahí. - Alyssa me quitó el teléfono.

— ¿Qué haces? - dije mientras trataba de quitárselo.

Empezamos a pelear por aquel teléfono donde dependía todo mientras ambas gritábamos con desesperación, no quería darme mi teléfono y eso hacía molestarme.

— NO, ¿Qué haces tú? - gritó.

— Dame mi maldito teléfono. - grité de vuelta.

En ese momento parecíamos niñas de 5 años peleando por un dulce, estuvimos así por un buen rato cuando sonó mi celular.

— Oh vaya, un mensaje. - Alyssa corrió a la sala.

— ¿Quién es? - corrí detrás de ella.

— Un tal Bryan. - respondió en un un tono burlón.

— No te atrevas.. - la amenacé mientras ambas empezamos a rodear el sofá.

— Uy, pregunta que si estás lista para mañana. ¿Qué pasará si contesto que sí? - me mostró el mensaje.

— No, Alyssa.

Alyssa empezó a correr por toda la casa mientras escribía, estaba escribiendo la maldita respuesta.

— Claro que sí, estoy ansiosa. - repitió mientras escribía.

— Basta. - la señalé.

— Ups, enviar.

Me estresé por el momento y me senté en el sofá, ya era demasiado tarde pues sí había enviado el mensaje.

— Me lo agradecerás. - lanzó mi celular hacia mi cara.

¿Estoy lista para mañana?

P S Y C H O P A T H  [𝗕𝗿𝘆𝗮𝗻 𝗦𝗞𝗮𝗯𝗲𝗰𝗵𝗲]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora