Iba caminando por el parque esperando a encontrarme aquel chico en el punto donde nos habíamos puesto de acuerdo, y sí, ahí estaba él parado viéndome con una sonrisa en su rostro.
— Hey. - me saludó con un abrazo.
— Lucas, hola. - traté de mostrar ánimos.
— Caminemos, hace mucho que no nos vemos.
Empezamos a caminar al rededor del parque viendo a niños corriendo mientras jugaban, parejas donde mostraban su cariño mutuamente, e incluso personas haciendo ejercicio. De alguna manera estaba tan distraída que levemente percataba lo que Lucas me platicaba; En realidad, me actualizaba lo que había sucedido en todo este tiempo.
— ¿Todo bien? - se detuvo tras verme distraída.
— Sí, ¿Por qué lo dices? - lo miré fijamente.
— Curiosidad. - encogió sus hombros.
Lucas me hacía muchas preguntas de cómo me sentía, no quería ser una persona grosera pero cuando estamos pasando por el peor momento hostigarnos de preguntas no es la mejor opción.
Me seguía distrayendo al ver mi celular esperando a ver alguna respuesta de Bryan... Pero una vez más, ninguna señal.
Paramos a comprar helado para después sentarnos y seguir "platicando" o bueno, escuchar a Lucas hablar.
Llegó un momento tan débil, donde sentí un nudo en la garganta y no pude resistirme a llorar. Traté de ocultarlo de alguna manera volteando a otro lugar para disimular pero Lucas se dio cuenta.— ¿Qué pasa? - preguntó muy preocupado.
— Cosas personales. - respondí mientras negaba.
— Puedes confiar en mí.
Lucas tomó mi mandíbula para voltear mi cara hacia él de manera que lo mirara fijamente, con la manga de su suéter empezó a secar mis lagrimas.
— Te escucho. - susurró.
Esas fueron sus palabras antes de que le contara todo, tal vez no era la persona a la que más confianza le tenía pero su interés fue más notorio que el de mi amiga Alyssa y no la culpo.. No todos tienen la obligación de ayudar.
— Pero, eso es ilegal porque te está acosando. - respondió con coraje después de escuchar lo que sucedía.
No pude decir nada, las palabras ya no salían de mi boca. Lucas sólo expresaba lo molesto que estaba y no me esforcé por hacerlo cambiar opinión, no le miraba el sentido a hacerlo.
— No sigas esperándolo, lo que hizo no está bien y no sé quién sea pero no te dañes de esta manera. No es normal.
Claramente no le conté todo ni quién era, no podía dar más detalles de Bryan.
— No lo entiendes, no sabes exactamente cómo pasaron las cosas ni lo que él me hace sentir. - dije defendiéndolo ¿Acaso hacía bien?
— No necesito saber más para entender que está loco. - alzó la voz.
— ¿Pero qué te pasa? ¿Quién eres tú para juzgarlo? - grité mientras me levantaba.
— ¿Qué te pasa a ti? ¿Qué acaso no te das cuenta que estás relacionándote con alguien que está mal de la cabeza? - se acercó.
— ¡Basta! Es suficiente contigo, me largo.
Me di la vuelta y empecé a alejarme de aquel lugar, un ataque de pánico empezaba a apoderarse de mi mente. Busqué otro lugar en el parque para tomar mi tiempo y tranquilizarme.
No podía, escuchar que hablaran así de Bryan hizo enfurecerme ¿Quién no lo defendería?
Mi corazón empezaba a latir más rápido, mi respiración comenzaba a cortarse haciéndome sentir que mi garganta se tapaba, otra crisis de ansiedad; Mis manos temblaban y sentía que perdía el control. No paraba de llorar.— Aquí estás. - dijo Lucas tomándome del hombro.
— Déjame en paz, quiero estar sola. - respondí mientras quitaba su mano.
Lucas se sentó a lado mío en el pasto, me abrazo por un momento y trató de ayudarme para tranquilizarme; No podía, definitivamente no.
— Hey, respira. - se puso enfrente mío tomando mis heladas manos. — Estarás bien.
Acto seguido empezó a señalarme que respirara lento, empecé a hacerle caso. Quería escapar de esa pesadilla mental. Comencé a relajarme, aunque seguía llorando porque no podía evitar la tristeza que sentía.
— No llores, todo estará bien. - nuevamente secó mis lágrimas.
— Es difícil Lucas, ¿Por qué tenemos que sufrir por este tipo de cosas? - bajé la mirada.
— Cosas de la vida. - hizo una mueca.
Cabe recordar que se hizo tarde, y empezaba a hacer frío. Mi cuerpo temblaba mientras trataba de darme calor con mis brazos.
Lucas se quitó su suéter indicándome que me lo pusiera, me empecé a sentir extraña como si una vibra pesada estuviera aquí durante todo ese tiempo.— ¿Ya no tienes frío? - señaló su suéter.
— No, gracias. - traté de sonreír.
— ¿Y tú estás mejor? - acarició mi mejilla.
— Supongo.
Lucas se acercó para abrazarme, quería sentir un abrazo cálido pero no fue comparado a los abrazos de Bryan, diablos... Extrañarlo sería poco.
Pasó buen rato donde me encontraba en los brazos de Lucas, me quería hacer sentir mejor pero la verdad es que no podía estarlo si no sabía nada de la persona que me hace sentir cosas.— Debes cuidarte. - volvió a ponerse enfrente mío para mirarme.
— No sé que decir, yo...
— No tienes que decir nada. - interrumpió. — Prométeme que vas a cuidarte.
— Lo prometo. - suspiré.
Se acercaba lentamente, nuestras respiraciones comenzaban a mezclarse y sentí sus labios rozar cuando inmediatamente me separé haciendo que mis manos lo alejaran de mí.
— No puedo.
— Fue mi culpa. - se levantó.
Seguí sintiendo esa vibra de que algo no estaba bien, acto seguido me levanté y empecé a sacudirme la ropa ya que tenía hojas pegadas.
Voltee lentamente y pude presenciar entre las sombras de los árboles y la obscuridad de la noche la silueta de alguien observándome, empecé a sentir nervios. Entre cerré mis ojos para poder distinguir quién era.— Bryan.. - susurré.
Estaba parado observando toda la escena, cuando se dio cuenta de que percaté que estaba ahí se fue con prisa y yo empecé a caminar detrás apresurando el paso para alcanzarlo. Se subió a su coche y aceleró para irse.
¿Cómo sabía que estaba aquí y porque me observaba?
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P S Y C H O P A T H [𝗕𝗿𝘆𝗮𝗻 𝗦𝗞𝗮𝗯𝗲𝗰𝗵𝗲]
Lãng mạnAdvertencia, esta novela tiene contenido y/o lenguaje explícito que puede ser perturbador para algunas personas. Si continúas leyendo, será bajo tu decisión y consentimiento. Derechos reservados ©