P S Y C H O P A T H [𝗕𝗿𝘆𝗮𝗻 𝗦𝗞𝗮𝗯𝗲𝗰𝗵𝗲]

24

Habían días donde no podíamos vernos, él ocupado en proyectos y grabaciones mientras yo me ocupaba de mis asuntos escolares. A veces me causaba conflicto pero una vez aceptando estar con él, era consciente en lo que probablemente se vendría después.

— ¿Estás seguro de que te quiere? - preguntó Alyssa desde el otro lado de la línea telefónica.

— Claro, hay pequeños detalles que me hace entender que lo hace.

— No lo sé, sinceramente no creo que lo haga.. Un día existes, el otro no, ¿Cuándo fue la última vez que dijo que te quería?

— Él está muy ocupado, debes entender a lo que se dedica.

— Eso no significa que no haga un espacio para ti, ¿Por qué no respondes mi pregunta?

— Tengo que irme, hablamos después.

La escuela consumía todo mi tiempo, no podía incluso ver a mis amigos así que procuraba llamar en las noches a Alyssa para actualizarla de mi día a día.
Últimamente me ha metido la idea de que Bryan no me quiere y empiezo a dudar de ello, es verdad... No recuerdo cuándo fue la última vez que dijo que me quería desde que me pidió ser su novia.
Nuestra relación fue muy bonita al principio, llevábamos un par de meses y cambió drásticamente su actitud. Habían ocasiones donde se portaba lindo conmigo, otras veces sólo podía estar serio enfrente mío distraído en algo, ¿Eso tiene que ver con lo que sucede en él?

Abrí mi closet dejando mostrar mi hermoso vestido de graduación, tuve mi momento nostálgico y me detuve a apreciar cada detalle en él imaginándome el día en el que tendría que utilizarlo.

— Valdrá la pena todo esto. - susurré.

Me preparé para ir a la cama, me encontraba ahí revisando mis redes sociales. Desde la noticia de nuestra relación han habido comentarios buenos y malos, cosa que mentalmente ya estaba preparada.
Observaba nuestras fotos, los recuerdos se venían del día que nos conocimos, ¿Dónde quedó aquel chico carismático? Era imposible no llorar, de verdad lo extrañaba.

— ¿No quieres venir a pasar la noche?

— En un momento llego.

Me puse una chamarra, el clima era algo frío y no quería agarrar un resfriado. Rápidamente fui a la entrada a esperar a que llegara Bryan.

— Buenas noches. - me plantó un beso en la frente, acto seguido me vi con la necesidad de abrazarlo.

Ambos entramos a la casa y nos fuimos directamente a la habitación, nos pusimos cómodos para ver alguna película en lo que nos quedábamos dormidos como de costumbre.

— Me alegra que hayas podido venir, ¿Fue un día ocupado?

— Algo, estamos preparando grandes cosas y nos beneficiará demasiado. - sonó emocionado, extrañaba verlo así.

— Me alegro mucho. - respondí acariciando su cabello.

— ¿Y tú? ¿Estás emocionada por tu exposición en la graduación?

— Sí, algo nerviosa en realidad. Pero en estos días mandaré mi reporte final para que quede listo. - suspiré.

— Todo saldrá bien mi niña, te esfuerzas demasiado.. Tanto que verás buenos resultados. - respondió tomando mi mano.

Hubo un largo silencio mientras mirábamos la película de terror, habían partes donde cubría mi cara con la manta para evitar asustarme, él sólo soltaba una pequeña risa para después seguir atento a ello.

— ¿A dónde vas? - preguntó Bryan al verme pararme de la cama. — Al baño. - respondí.

Le envié un mensaje a Alyssa diciéndole lo poco que había sucedido, ella seguía insistente si en realidad seguía creyendo que me quería, no dejaba de dar vueltas en mi cabeza ese pensamiento que lograba causarme un poco de ansiedad.

— Hagamos esto, empieza a comportarte más distante, si hace algo al respecto es porque te quiere y si no, verás que tengo razón.

No sabía que pensar al respecto, tal vez interpretaba mal las cosas pero parecía como si quisiera alejarme de él siendo que ella sabía lo feliz e ilusionada que estaba, no estaba segura de hacer ese plan.

— ¿Pero cómo estás tan segura de eso?

— Hazme caso, sigue con el plan.

Regresé a la habitación para tomar mi lugar en la cama, Bryan ni siquiera se molestó en voltearme a ver. ¿Será que tiene razón y no me quiere?

Decidí seguir con el plan, así que le di la espalda esperando que hiciera algo al respecto pero no, no hizo nada. Me quedé así durante buen tiempo en lo que terminaba la película, definitivamente no podía dormir.

— Mañana tengo cita con el psicólogo. - mencionó.

No obtuvo respuesta de mi parte, sólo escuché un largo suspiro y como apagó la televisión para después acomodarse. — No me quiere, en realidad nunca lo hizo. Extraño a mi chico cariñoso, atento y caballeroso.. No es el mismo de antes. - repetía en voz baja mientras las lágrimas mojaban mi almohada.

— ¿Estás bien? ¿Qué acabas de decir? - se acercó.

Me negué a responder, sólo voltee a verlo y con la poca luz que entraba a la habitación me permitió ver su cara de confusión. — Creo que tuviste una pesadilla.

Asentí para después tallarme los ojos.

— Ven aquí. - acercó su cuerpo al mío para después abrazarme dejando que recostara mi cabeza en su pecho.

Seguía llorando, trataba de que no se diera cuenta pero era imposible, estaba muy confundida.

— ¿Qué pasa? ¿Por qué estás llorando?

— Hay días donde siento que me quieres, y hay otros en los que no. Me aconsejaron ignorarte pero no puedo, no entiendes lo mucho que significas para mí y cuanto mal me están haciendo estos pensamientos estas últimas semanas.

— ¿Quién te aconsejo eso? Lo lamento..

— Que importa, al final no cambia las cosas. - dije retirándome de él dándole la espalda de nuevo.

— Perdón por no ser más afectivo contigo, hay cosas en mi pasado que siguen ahí, hay algo que me causa inquietud y no quiero lastimarte, sucede algo que tengo que hablarlo pero tengo miedo. - su voz empezó a quebrarse.

— Perdóname tu a mí, no debí hacerle caso al plan sin saber que ocurre contigo. Yo siempre estaré para ti, y cuando te sientas listo de decirme que sucede, hazlo.

— No sé que decirte, de verdad lo lamento.

— ¿En verdad me quieres? No recuerdo cuando fue la última vez que lo dijiste.

— Yo te quiero más de lo que te imaginas.

Quedé anonadada con su respuesta, de verdad tenía mucho sin escucharlo decir eso, no hice nada al respecto. — Yo te quiero más, y te ayudaré a salir de esta. - susurré, pues él no sabía que yo estaba enterada de su secreto y aún así había decidido arriesgarme para ser felices.

— Saldremos de esta. - nuevamente susurré.