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— Esto es difícil, no puedo concentrarme y me da miedo arruinarlo ese día. - bufé mientras tiraba mis hojas al mesón que se encontraba en medio.

— No mi niña, te irá bien. - Bryan respondió regalándome una sonrisa.

— No entiendo como es que aceptaste que hiciera esto cuando es delicado. - lo miré directamente, el castaño sólo se quedó quieto ante ese comentario. — Bueno, finalmente comprendí que es una oportunidad para borrar esa imagen de que no todas las personas con ese trastorno somos malas. - susurró.

Sentí un extraño hormigueo en mi cuerpo, todo estaba sucediendo demasiado rápido; Ambos nos encontrábamos repasando para mi exposición final, sería enfrente de muchas personas y tenía miedo de los resultados.
Una presencia enfrente mío me sacó de mi transe de pensamientos. — Confía en ti, porque yo confío en ti. - mencionó mientras lentamente acariciaba mi cabello.

— Queda una semana, supongo que debería relajarme un poco. - dije cabizbaja, él solamente plantó un beso en mi cabeza para terminar abrazándome. — Ya son las 9:00 am, ¿No tienes que ir a la Universidad?

Me separé rápidamente de él para mirarlo con asombro, se me haría tarde para llegar. — Maldición, maldición, maldición. - repetía mientras corría por toda la casa para tomar mis cosas e irme; Bryan reía ante esa graciosa escena.

— Yo te llevo, me queda cerca el centro comercial donde iremos a grabar. - se ofreció.

...

— Suerte corazón, te irá súper bien. - gritó desde el carro mientras iba a prisas para llegar al aula, di la vuelta para aventarle un beso y retomar mi paso.

Era Sábado por la mañana, los pasillos de la escuela estaban algo vacíos; Habían alumnos que iban hacer servicios para puntos extras, otros recuperando materias perdidas y después éramos nosotros, quienes practicaríamos para uno de los días más importantes.

— Tu turno, señorita. - me habló la maestra seriamente mientras se encontraba sentada en medio del aula con pocos alumnos al rededor poniendo atención.

— Buenos días, soy su servidora y vengo a hablarles acerca del Trastorno de Personalidad.

Una vez que había terminado de exponer, era notorio la cara de asombro que tenían todos. Mi corazón iba a mil por minuto, era difícil tragar saliva de los nervios que me estaban ganando.

— No tengo nada que decir al respecto. - mencionó la maestra rompiendo el silencio, sentí mucha presión pues no había sido bueno al parecer. — Sólo que, excelente... En todos mis años ejerciendo como maestra, nunca me habían dado una exposición de calidad como esta, será un placer que lo muestres enfrente de todos. - terminó de hablar, sentí alivio y mucha esperanza, esa confianza en mí comenzaba a aparecer.

Los pocos alumnos que lo presenciaron empezaron a aplaudir mientras sonreían, pero había alguien quieto al rincón del aula viéndome fijamente, negaba muy despacio mientras jugaba con las hojas que tenía en su pupitre... Lucas.

— Puedes retirarte, no creo que sea necesario que sigas aquí. Has hecho un buen trabajo. - dijo la maestra mientras me regalaba una sonrisa con orgullo, asentí y salí del aula.

...

— Cariño, todo salió bien.

— Te dije que lo harías bien, estoy feliz por ti.

— Sí, me dejaron irme antes así que sólo queda por prepararme bien.

— Diablos, sigo en grabación pero en cuanto termine paso rápido por ti.

— No te preocupes, puedo irme en transporte o capaz camine.. Tengo ganas de caminar por la ciudad.

— De verdad, puedo pasar por ti.

— Tranquilo, estaré bien.

— Bueno, pero cuando llegues a casa relájate y en la noche vístete elegante porque vamos a celebrar.

Le sonreía tontamente a la pantalla, Bryan era la persona que me hacía sentir bien y que de alguna manera confiara en mí cuando es difícil hacerlo. Decidí quedarme otro rato en la Universidad en una de las mesas para repasar un poco la información, lo hice bien pero creo que puedo hacerlo mejor; Nunca es suficiente.
Después de un largo rato, me dio hambre así que fui a una máquina expendedora para tomar un snack. Cuando regresé observé la silueta de un chico sentado donde se encontraban mis cosas, me acerqué rápido pues tenía miedo de que arruinara mi esfuerzo.

— Oye, ¿Qué haces? - pregunté algo molesta, era Lucas... Volteó lentamente y arqueó su ceja.

— Tenemos que hablar.

— No tengo nada de qué hablar contigo, creo que había sido bastante clara aquel día. - lo desafié.

— No puedes estar con alguien así, ¿No entiendes que puede hacerte daño? Vamos, sabemos que hablabas de él, tu vida corre peligro. - insistió, lo miraba con cierto enojo, ¿Por qué cree que puede decirme qué si y que no hacer?

— No lo conoces, este es el punto de mi trabajo. Demostrar que no todos son iguales como lo pintan las películas, creo que deberías aprender a separar la ficción de la realidad. - reí amargamente mientras tomaba mis papeles de trabajo.

— ¿Y por qué te golpeó aquella noche? ¿Segura que no es igual? - plantó fuertemente su mano arriba de uno de los papeles restantes mientras aumentaba su tono de voz.

— Insisto, no lo conoces y no debería darte explicaciones. Él se recuperó, sabe controlarlo pero veo que tú no puedes controlar tu imprudencia. - seriamente respondí mientras quitaba su mano de mis cosas, me di la vuelta y empecé a caminar fuera de ahí; Era una pérdida de tiempo discutir con alguien así, Lucas sin pensarlo me dio la vuelta.

— Me gustas ¿si? Sólo quiero protegerte.

— No te puedo gustar, sabes que tengo novio y menos te haría caso después de todo lo que has causado. Estoy feliz, ¿Por qué querer arruinarlo? - negué.

— Él no te hace bien. - se le quebró la voz.

— ¿Y tú si? No me hagas perder mi tiempo, mejor prepárate para tu exposición final y déjame en paz.

— ¿Todo bien? - interrumpió una voz masculina detrás mío. Reconocía esa voz, Lucas se quedó helado en ese momento mientras lo observaba, estaba tartamudeando. — Y-yo, ya me iba. - Lucas salió del lugar.

— Bryan, ¿Qué haces aquí? - pregunté asombrada, él rió cabizbajo mientras hacía su cabello para atrás. Dio un enorme suspiro antes de contestar. — Presentimiento. - finalizó seriamente.

Una corriente helada pasó por mi cuerpo, estaba muy confundida pero supongo que me salvó de seguir perdiendo mi tiempo con Lucas.

— ¿Nos vamos? - sonrío. — Terminamos las grabaciones y esta noche Erick lo editará así que puedo llevarte a casa. - yo asentí a ello.

Ibamos en el auto escuchando música, no sabía como tocarle el tema respecto a lo que vio en el estacionamiento. — Acerca de Lucas... - no pude terminar pues me interrumpió. — No importa, confío en ti... Además, no volverá a molestarte.

Lo miré confundida a lo que dijo, él sonrió de una manera sarcástica. — ¿Estás enojado? - pregunté, él negó y me aclaró que todo estaba bien, por lo menos le creería esta vez.

— Llegamos, recuerda que esta noche celebramos que todo ha salido bien. - me abrazó. — Sé que aún no llega el día pero te irá bien. - plantó un dulce beso en mis labios.

Ambos tomamos camino a casa de cada quién, me ocupé en mis pendientes en lo que pasaba tiempo para esta noche. Bryan es una persona muy detallista y siempre me sorprende, pero ¿Qué pasaría hoy?

P S Y C H O P A T H  [𝗕𝗿𝘆𝗮𝗻 𝗦𝗞𝗮𝗯𝗲𝗰𝗵𝗲]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora