Nos encontrábamos caminando directamente a su habitación, seguíamos besándonos mientras tambaleábamos para llegar a la cama.
Él se sentó haciendo que me subiera encima de él; Rodeando con sus brazos mi cintura para pegarme hacia su pecho.
Nuestras respiraciones se mezclaban entre sí y la presión en mi pecho aumentaba, me separé un momento de él para observarlo fijamente y pude presenciar cómo fulminaba su mirada mientras mostraba algo de confusión. El me tomó de las mejillas para volverme a besar, inmediatamente me quité.— No puedo.. no soy así. - dije mientras desviaba la mirada.
— ¿Por qué no? ¿Te molesta? - respondió serio
— No Bryan, no es momento, perdón.
Dicho esto me quité y caminé hacia la planta baja, Bryan venía detrás mío y miraba como tomaba mis cosas para retirarme. Salí de la casa y llegué al portón, esperando que él se acercara para poder abrirme.
— ¿Estás molesta? - me miró con los ojos llorosos, mi corazón no resistía ante esa mirada
— No, no hiciste nada malo.. En verdad agradezco la cita. Pero creo que fue la adrenalina del momento, es la segunda vez que nos vemos y yo no soy así, lo lamento.
— Bueno, puedes decidir lo que quieras hacer. Yo lo respeto. Discúlpame tu a mí - respondió firmemente.
Le indiqué que me abriera para poder irme y lo hizo sin decir ninguna palabra. Acto seguido me fui a paso veloz a mi casa, entrando apresurada para poder tranquilizarme, creo que estaba exagerando las cosas.
Me recosté en mi cama, mis problemas de ansiedad aparecieron cuando muchas dudas comenzaron a presenciarse. No quería hacer sentir mal a Bryan, pero tampoco estoy segura de lo que siento realmente. En mi diario está plasmado los sentimientos que he generado, pero a medida que lo voy conociendo.. No lo sé, creo que me está gustando seriamente y no quiero ser una aventura más para él.
Después de tranquilizarme, puse algo de música para distraerme y me empecé a quitar la ropa para ponerme la pijama y dormir; En el momento que apagué la luz, recibí un mensaje de texto.
— Que hermosa figura tienes.
Sentí como mi pecho empezaba arder, mi respiración se agitaba de los nervios. Dejando la luz apagada caminé hacia mi ventana que daba al patio de Bryan, y estaba él justamente parado ahí con su celular en la mano. ¿Acaso me vio cambiarme? ¿Debería llamar esto acoso?
Di unos pasos hacia atrás dejándome caer en la cama, me puse cómoda para poder dormir pero evidentemente no podía. Sentía una carga en mí, como algún pendiente por resolver, la intranquilidad no me dejaría dormir así que decidí arreglar de una vez por todas lo sucedido y llamé a Bryan.
— Holi, ¿Te asusté? - respondió riéndose.
— No es gracioso, quiero hablar contigo. - dije en un tono no tan agradable.
— ¿Acaso sentías intranquilidad para dormir, mi niña? - seriamente respondió.
¿Qué? ¿Cómo diablos sabría eso? pensé mientras mordía mis uñas.
— ¿Podemos hablar o estás enojado?
— Adelante.
— Bryan, soy una chica muy reservada. Quiero que entiendas que el sexo es algo importante para mí, no es algo que haría con cualquier persona. Y aunque tenga sentimientos por ti, aún seguimos conociéndonos.
Hubo un silencio incómodo después de decirle eso.
— Yo sé que tienes muchas chicas a tus pies, que cualquiera hubiera aceptado lo que ocurrió hace rato. Pero conmigo no, no quiero ser una más. Es preferible dejar esto como estaba, una relación fan e ídolo nada más.
Seguía sin escuchar nada del otro lado de la línea.
— ¿De verdad sientes algo por mí? - dijo una persona recargada en mi puerta sacándome de un susto haciendo que lanzara mi celular.
— ¿QUIÉN ERES? - respondí gritando.
La silueta de ese chico delgado y alto que se encontraba en la obscuridad del cuarto dio pasos lentos dejándome ver su rostro con la luz de la luna que entraba por mi ventana.
— ¿Bryan? - lo miré asombrada sintiendo como se bajaba la sangre de mi cuerpo. — ¿Cómo entra...?
— Dejaste abierto. - interrumpió soltando una pequeña risa ronca.
Inmediatamente me paré acercándome a él, estábamos frente a frente mientras nos mirábamos profundamente sin decir ninguna palabra, sentí un nudo en la garganta haciendo que difícilmente pasara saliva.
— Yo..
— Yo también siento cosas por ti. - interrumpió.
— No te creo.. - traté de alejarme mientras negaba rotundamente.
Él caminó hacia mi haciendo que mi cuerpo se recargara en la pared mientras él se encontraba a unos centímetros de mi rostro.
— Desde un principio sentí el tipo de chica que eras, no me hablaste como normalmente lo hacen todas. El día de la cita me enseñaste cosas que no sabía que existían, e hiciste que experimentara nuevas sensaciones. Causas sentimientos en mí, esto no es un juego. - dijo mientras apretaba los puños.
— ¿Estás seguro de lo que sientes? No quiero equivocarme. - no pude contener pequeñas lágrimas.
— ¿Equivocarte? Maldición, tengo ganas de ti... Estar contigo porque contigo he encontrado lo que no sabía que buscaba.
Dicho esto volví a notar ese suceso tan extraño, jamás había visto que a una persona se le oscurecían los ojos.. La poca luz que reflejaba la luna hizo que captara como sus ojos tornaron a un color casi negro.
Él acarició mi brazo viéndome detenidamente y esos escalofríos que solamente él podía hacerme sentir volvieron aparecer.— ¿Nerviosa? - arqueó su ceja.
— Un poco. - ¿Cómo lo supo? me pregunté.
Ambos seguimos mirándonos fijamente, de alguna manera quería estar segura de lo que fuera a pasar. El lograría sin esfuerzo a hacerme sentir su sumisa, sí, y no tengo idea de por qué.
— Déjame besarte. - dijo tomándome de las mejillas.
— No quiero ser un juego. - voltee hacia otro lado para evitar verlo.
— No lo eres.. - me volteó para verlo haciendo que nos acercáramos para besarnos.
Empezamos a besarnos lentamente, mientras una lágrima caía en mi rostro. No sabía porqué sentía tanto temor pero al mismo tiempo me sentía protegida por él.
— Quiero que seas mía. - dijo separándose.
— Sólo si es algo serio y reservado. - respondí.
Él sonrió al escuchar lo que respondí y volvió a besarme, con ayuda de sus manos tomándome de la cintura me pegó hacía su cuerpo haciendo que sintiéramos ambos el palpitar de nuestros corazones. Esta vez se sentía una vibra tranquila, muy diferente a lo que sucedió hace unas horas. Bryan me acariciaba de una manera amorosa y delicada haciéndome sentir segura.
Hice que nos despegáramos un momento y con mis dos manos en su pecho lo encaminé de espaldas hacia la cama haciendo que se sentara.
Justo enfrente de él empecé a quitarme la pijama, mientras me miraba lentamente de arriba hacia abajo humedeciendo sus labios.Esta no era yo, pero si haríamos las cosas.. Las haríamos bien.
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P S Y C H O P A T H [𝗕𝗿𝘆𝗮𝗻 𝗦𝗞𝗮𝗯𝗲𝗰𝗵𝗲]
Storie d'amoreAdvertencia, esta novela tiene contenido y/o lenguaje explícito que puede ser perturbador para algunas personas. Si continúas leyendo, será bajo tu decisión y consentimiento. Derechos reservados ©