27

2.6K 199 22
                                    

— Otros dos, por favor. - le ordené al chico que estaba en la barra, a lo que éste negó con la cabeza.

— Bryan, que milagro verte por acá. - se aproximó un viejo amigo encargado del bar. — Yo me encargo. - le señaló al chico.

— Pero él me dijo que no le permitiera tomar más más aunque insistiese. - mencionó el chico con temor.

— Yo me encargo, gracias. - indicó que saliera del lugar. — Así lo ordenó Villanueva. - me quitó el pequeño vaso de mis manos, bufé e incliné mi cabeza hacia atrás dejando salir un gran suspiro.

— ¿Qué haces aquí? Tenías mucho tiempo sin venir, sólo te veía en algunos videos que subes con tu hermano. ¿Todo bien? - preguntó.

Sólo asentí y lo miré directamente. — Dejé de venir hace mucho tiempo porque empecé a tener más responsabilidades, además, ya no le veía sentido ahogar mis penas en alcohol cada fin de semana. Menos cuando empecé a salir con una chica seriamente. - mencioné lentamente mientras jugaba con un pequeño vaso vacío que había cerca mío.

— ¿Terminaron? - mostraba una cara de confusión, simplemente reí fríamente y negué ante esa pregunta.

— Creo que sólo es un momento difícil, no sabía lo que decía en ese momento pero seguimos juntos. - volví a suspirar. — Sólo vine a relajarme y despejar un poco mi mente.

Recargué mi cuerpo al respaldo de la silla soltando otro largo suspiro dejando mis dedos entrelazados detrás de mi nuca. — Estoy muy confundido, hay ocasiones donde ha mencionado que un día la quiero y al otro no, todavía su mejor amiga la adentra a un plan absurdo alimentando esos pensamientos de que no la amo.

— ¿Por qué pensaría eso? - tomó el vaso que había en enfrente mío para después retirarlo.

— Sabes por qué. - recargué ambos brazos en la barra mirándolo directamente. — Por un momento había dejado de ser afectivo con ella, y otras cosas.

— Bryan, sabemos que ella no debería dejarse de llevar por lo que dice su mejor amiga cuando claramente una relación sólo es de dos personas, pero no estaría mal que muestres cariño.

— Empecé a hacerlo, las cosas iban bien..

- interrumpió. — Antes de que sigas, sé que es difícil para ti, pero nunca sabes si el día de mañana pasa algo y ahora sí definitivamente tendrás que separarte de ella, podrías arrepentirte de no haber sido afectivo con ella por el miedo e inseguridad que has cargado en estos años y jamás haberle hecho entender que realmente la amas.

Quedé helado, suspiré al notar que mi viejo amigo tenía razón. En ese momento reaccioné, con el reflejo de la vitrina de las botellas puse atención a mi imagen, me daba asco verme en esa situación así que decidí levantarme.

— Gracias, he encontrado la respuesta a lo que debo de hacer.

— No es nada. - apretamos nuestras manos para después salir del lugar.

[...]

Eran las tres de la mañana, no podia dormir después de lo que había ocurrido; No soportaba la idea de que lo había perdido, aún no tenía señales de él.
Estaba esperando en la sala con la esperanza de que el regresara, no fue hasta que se escuchó que alguien tocaba la puerta principal y sin duda alguna me levanté para correr a abrirla.

— ¿Dónde has estado? - Bryan se negó a responder, sólo levantó sus hombros sin interés alguno.

— No vuelvas a irte así, estaba preocupada por ti. - hundí mi cabeza en su pecho para después abrazarlo, él no correspondió mi abrazo y solamente me separó de él. — ¿Bryan?

– ¿Cómo puedes decirme eso? - se le cortaba la voz de lo lastimado que se escuchaba, me sentía la peor.

— Yo, yo... No sé de que hablas.

— ¿Por qué vienes a actuar como si nada hubiera pasado? ¿Tienes idea de cuánto me has lastimado? Aseguras que no te amo por la idea que te mete tu amiga y provoque que a veces también seas indiferente conmigo cuando solamente me preocupo por tu bien, tratando de dar lo mejor de mí. No creo merecer eso. — rompió en llanto. — Estaré mal, pero no soy el maldito villano aquí como todos lo pintan.

Bryan comenzó a llorar más a lo que hizo que me sintiera más culpable, parecía ser que agarró el valor para decir todo eso.. Al parecer desde hace tiempo venía lastimándolo y no fui capaz de darme cuenta.

- me acerqué a él. — Bryan..

- en seco me interrumpió. — Necesito estar solo por un momento. - se dirigió a encerrarse al baño, me quedé parada afuera pues tenía que hacer algo al respecto o las cosas podrían empeorar.

[...]

Finalmente había salido del baño, ahí se encontraba ella con los ojos hinchados y rojos, dándome cuenta que pasó todo este tiempo llorando.

— ¿Podemos hablar sobre esto? - preguntó en un tono bajo, esa voz tan característica de ella me provocaba mil latidos por segundo, pero me negué.

— ¿Por qué no quieres hablar?

— Porque no, creo que ambos dejamos en claro las cosas. No hay nada que solucionar. - contesté fríamente.

— Yo no quise lastimarte. - me dijo mientras se acercaba para rodearme con sus brazos en un fuerte abrazo. — Lo lamento mucho Bryan, nunca fue mi intención lastimarte y mucho menos utilizarte. Sólo quiero solucionar esto. - aquello que mencionó no fue suficiente para mí, pues en verdad me dolía... Una vez más decidí separarla con sutileza de mi cuerpo.

— Perdón, pero mientras intentabas quedar bien con tu amiga, terminaste lastimando a la persona que confío en ti, la que más se preocupa por ti y la persona que más te ama. - no podía dirigirle la mirada, a lo que ella tampoco respondió por unos minutos.

— ¿Acabas de decir que me amas? - al parecer fue lo único que se le ocurrió preguntar de todo lo que mencioné.

Amargamente reí, pues esa no era la respuesta que esperaba de ella. — Descansa.

Caminé hacia fuera de la casa a lo que venía ella a mi lado limpiándose las lágrimas de las mejillas.

Ahora sí había cruzado la línea.

P S Y C H O P A T H  [𝗕𝗿𝘆𝗮𝗻 𝗦𝗞𝗮𝗯𝗲𝗰𝗵𝗲]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora