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Talía se alistó como todos los días para ir a clases, parecía que el día iba a estar soleado y no pensó en llevarse un sueter

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Talía se alistó como todos los días para ir a clases, parecía que el día iba a estar soleado y no pensó en llevarse un sueter. Para ella era curioso como habia cambiado su vida desde que había sido mordida, pues no había vuelto a tener frío y siempre sentia que su cuerpo se encontraba caliente. Esto descontrolaba un poco su relación con los demás pues mientras los demás sentian los huesos helados ella debia finjir que los entendia mientras temblaba por el frio.
Mientraa repasaba su closet se preguntaba si seria buena idea regalar algunas de las prendas qu seguramente no volveria a usar.

Al llegar al colegio vio a todos los estudiantes fuera, las puertas estaban abiertas pero nadie entraba. Keitlyn le saludaba desde largo y le hacia señas para que se acercara.

—Todas las aulas están llenas de animales; vivos y muertos. Dicen que es un horror ahí dentro.

—Estan esperando que llegue el director. -dijo Issac, un amigo de Talía y Keitlyn desde hacia un par de añoa. El dia de hoy su cabello rubio estaba atado en una coleta alta que lo hacia ver menos femenino de lo normal.

—Ya veo...Irán a cancelar las clases...

La mirada de Talia se habia perdido en la imagen de los gemelos, que parecían muñecos de modelaje identicos. Se habian vestido exactamente igual y discutián con Zara sobre algo.

—Tierra llamando a Talía. -Keitlyn sacudía sus manos en la cara de Talía —Ya llegó el director, vamos a ver qué dice.

—Lamento lo que está sucediendo. Ayer en la noche todo se encontraba bien. Se les avisará a sus padres si mañana también se suapenderán las clases. Pueden retirarse.

—Este año cada vez se vuelve más extraño. Vayamos a patinar al parque para disfrutar del hermoso día. -dijo Issac emocionado mientras tomaba las manos de Talia y las balanceaba de un lado al otro.

—Vamos. -contestaron al unisono.

—Voy a dejar la motocicleta en casa, los veo ahí.

***

Cuando llegaron al parque Keitlyn y Issac vieron a Talía en el Cono, una rampa muy alta y peligrosa que era utilizada para hacer trucos en patineta.
Keitlyn odiaba ver a Talía en ella pues la consideraba muy peligrosa y absurda; le revolvía el estómago ver a su amiga sobre aquel artefacto tan inutil que Jhonny le habia regalado cuando eran niños.

—Ahora que estamos todos, tomen -Keitlyn les ofreció sus patines a cada uno.

Talia miró al nuevo integrante de su salida y lo saludó con la mano.

—Como es la primera vez que patinas te traje unos de cuatro ruedas, Ethan. Esper que no te moleste.

—Si claro, eso no importa. -dijo el gemelo evitando la mirada demandante de Talia.

El viaje en patines no duró mucho pues los amigos sintieron como pequeñas gotas de agua caian del suelo y las personas empezaban a refugiarse en los locales proximos.

Azar de Lobos [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora