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Talía iba tarde, Cherokee y ella habían pasado tanto tiempo sumidos en resolver los problemas de su cabeza que no notaron el tiempo pasar

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Talía iba tarde, Cherokee y ella habían pasado tanto tiempo sumidos en resolver los problemas de su cabeza que no notaron el tiempo pasar.

Talía agradecía infinitamente a su novio por haber comprado un vestido para ella hace unos pocos días, ya que ni siquiera recordaron comprar uno.
El vestido era largo y color rosa pálido, se ajustaba a su cintura y largos lazos caían de ella.

Iba saltando de techo en techo a toda velocidad, creyó que era la forma más fácil y rápida de llegar; saltar en los techos de las casas le pareció incluso divertido, se sentía casi volando, el vestido se elevaba y agitaba tal y como un cometa en el cielo siendo llevado por el aire; cualquiera que por alguna razón mirara en su dirección solo vería un destello rosa flotando en la noche.

Cuando la tarjeta que Rea le había dado para guiarla se quedó quieta, supo que estaba justo sobre el restaurante donde debía estar esperándola.

Buscó algún callejón oscuro o menos transitado para bajar y no lanzarse del edificio con las miradas curiosas de todos fijas en ella, no sería muy común que alguien bajara del último piso de un salto.

Cuando vio la fachada del lugar se sorprendió, ya entendía porqué Rea le había dicho que debía ir formal, el lugar estaba lleno de personas elegantes y ricas, las limosinas y autos de lujo lo demostraban. Era un edificio amenazante y grande, lleno de ventanales y luces de colores brillantes. Casi como estar viendo la entrada de algún estreno de película en Hollywood, con alfombra roja y todo.

Al paso de unos segundos Talía pudo ver a Rea salir de un gran auto negro, se acercó con paso firme hasta ella, intentando pasar lo más desapercibida posible.

--Buenas noches. -dijo colocándose al lado de la mujer de cabellos negros y vestido de mismo color, su piel era lo único claro en todo su ser.

--Pensé que no ibas a venir, llegas tarde. -le reprochó sin siquiera mirarla.

--Tu acabas de llegar -espetó Talía en tono muy bajo.

--Solo estaba esperando que aparecieras, son las 6:15pm

--Lo siento, me entretuve un poco.

La expresión de Rea cambió, la seriedad rígida fue sustituida por una sonrisa burlona.

--Lo sé, Cherokee me llamó. -Talia la miró consternada.

Entraron al gran edificio lleno de mesas, comida y muchas personas; se escuchaba una leve música proveniente de un costado del lugar, una banda en vivo tocaba, un piano y un violín, maravillaban a todos con el arte que provocaban sus dedos, el lugar se movía a su son.

Ambas se sentaron en una mesa lejos del bullicio del salón.

--Te ves bien a pesar de que pareces un clavel. -Talia frunció el ceño sin comprender sus palabras.

Azar de Lobos [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora