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Las semanas pasaron y las cosas no cambiaban mucho, entrenamientos y descansos eran el día a día de los jóvenes adolescentes

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Las semanas pasaron y las cosas no cambiaban mucho, entrenamientos y descansos eran el día a día de los jóvenes adolescentes.

El Campo Santo, así como les habían dicho, era una institución ilegal para los lobos y criaturas perseguidas en Europa, por esta razón Talía se hizo pasar por uno de ellos al atravesar las puertas metálicas de aquel tenebroso lugar. Un lobo más que necesitaba de un lugar para volverse más fuerte.

Entrenaban todos los días, guiado casi en su totalidad con la tia Ingrid, quien los entrenaba por separado, buscando y perfeccionando sus especialidades individuales.
Todos agradecían este cambio tan singular en la forma de pasar sus días. A pesar de no tener descanso, las prácticas eran más productivas y dinámicas.

--Ha sido un mes duro. -dijo Jane tomando una botella de agua.

Estaban en su descanso, Calel estaba afuera preparando el almuerzo junto a Jhonny y Vannesa.

--Para mí han sido como unas vacaciones estupendas. -dijo Talia quitándole la botella a Jane y tomando un poco.

--¿Apesar de los estudios y entrenamientos diarios? -dijo Hilary mientras le pasaban la botella.

--A pesar de todos los moratones, cortadas y horas de estudio que hemos tenido. -dijo Talía con una sonrisa en el rostro.

--Estás loca. -le contestó Hilary golpeándola en el hombro.

Nayan pasó al lado de ellas sin mirarlas, andaba un libro entre sus manos, intentando parecer que no les había puesto atención.

--¿Aún no se hablan? -inquirió Hilary mientras le lanzaba miradas a Nayan. Descubrió que el libro que cargaba era acerca de una lengua extranjera.

--Nunca dejamos de hacerlo. -contestó Talía indiferente.

--Sabes de lo que hablo. -acusó Hilary lanzando miradas con veneno.

--No sé que le sucede. Al principio creí que era mi culpa, pero por más que me disculpé sigue apartándose.

Hilary se encogió de hombros y Jane miraba a Nayan sentado en la sala, por su expresión Jane dedujo que les estaba prestando atención.

--Pues entonces es él quien tiene problemas. ¿Acaso no sabe que las cosas se hablan y no sólo te enojas? Eres una diosa y que si te diera la gana podrías tener relaciones con cualquiera -Talia se puso roja e intentó callar a su amiga poniéndole una mano en la boca --¡Que se de cuenta! -gritaba Hilary entre ahogos --A nadie le perteneces.

Hilary salió malhumorada luego de que Talía casi la ahoga con su mano.

--¿Tú qué opinas? -le preguntó Talía a Jane cuando Hilary ya había salido de la casa.

--Opino que Hilary tiene razón, si tú intentaste y él se cerró, el problema es de él, no tuyo. -Jane podía sentir la mirada de Nayan en su nuca a pesar de que no la miraba realmente, es como esa presión que sientes cuando hablas de alguien estando ahí presente. Volvió a beber de la botella.

Azar de Lobos [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora