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Cuando llegaron a la casa de Zara, la señora Jones preparó bocadillos de maiz para los invitados. Los gemelos habían llegado mucho antes que Keitlyn y estaban comiendo mientras veían una película, ambos vestían formal, pero no vestían iguales. Eiden vestía una camisa y pantalón a juego color celeste, Ethan en cambio llevaba un pantalón azul oscuro, una camisa blanca y una corbata medio amarrada.

Zara apenas abrió la puerta metió a Keitlyn dentro de la casa y la llevó directo a su habitación.

-Llegas tarde. Y además llegas así. ¿Acaso es que trajiste lo que te vas a poner?

-Así voy a ir al baile. -Zara miró a Keitlyn como si de un mapache sucio se tratara.

-Ni de broma vas a ir así -dijo mientras abría el armario y le mostraba distintos estilos de vestidos de gala.

-No gracias, me gusta como me veo.

Zara iba a refutar pero Keitlyn dio media vuelta y se marchó dejando a su amiga con las palabras en la boca.

Unos pocos minutos después zara anunció que estaba lista y se podían marchar. Los gemelos apagaron la televisión y se dirigieron hasta el auto.

***

Llegaron al colegio ya de noche, tuvieron que hacer varias paradas en el viaje que los atrasaron bastante. Recogieron a otro chico pálido que no habló por más que Keitlyn trató de ser amistosa. Llegaron con casi dos horas de retraso.

-Les juro que no puedo creer que llegáramos tan tarde. -dijo Zara saliendo del auto hecha una furia y con el cabello hecho un desastre.

Las miradas estaban puestas en ellos. Era un grupo muy particular, tres sobrenaturales y una cazadora; todos lo sabían a leguas y no fue hasta que les colocaron los brazaletes que Keitlyn comprendió porqué los miraban.

En aquel lugar hacían distinción entre las razas, cada quien tenía un brazalete de color diferente, que al instante en que se lo colocaron sintió un frío quemar su piel justo en la zona donde debían encontrase su tatuaje de cazadora que le brindaba protección. En el caso de los gemelos Keitlyn creyó ver que sus ojos cambiaron de color solo por un instante y Zara hasta los cerró con fuerza y apretó la mandíbula

-Conque tenemos otro cazador por aquí. Bienvenida al infierno querida. -le dijo una chica de piel escamosa y ojos morados que no le permitió seguir viendo a Zara.

—Tu... -Keitlyn iba a lanzarse sobre la chica cuando esta intentó tocarla pero Zara se interpuso entre ellas y le ofreció un manoseo suyo a la chica, la cual arrugó el rostro y se marchó decepcionada.

-Era una... -empezó Keitlyn pero Zara la tomó del brazo hasta hacerle daño.

-Si estarás así toda la noche deberías irte. Pensé que querías cambiar de ambiente. ¿Acaso es que tienes impulsos de sacar tus armas y hacer lo mismo que tus ancestros? Pensé que sabias a lo que venias. -dijo Zara con enfado.

Keitlyn trató de aflojar el agarre y Zara la soltó de golpe empezando a reír.

—Estas en Santa Lucía cariño. Si quieres que te maten adelante, pero yo hoy vengo a jugar con alguna sirena.

Zara dio vueltas en sí misma con los brazos extendidos, su vestido largo se revolvió como un pétalo en una ventisca.

-¿Y ahora que? -preguntó Eiden apareciendo entre la multitud. Los gemelos se habían quedado coqueteando con un par ninfas en la entrada mientras ella y Zara habían hablado.

Ahora todos estaban justo en la puerta del gimnasio donde se encontraba el gran escándalo y de donde salían luces, gases y otras cosas que la misma Keitlyn no quería saber qué eran.

Azar de Lobos [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora