Jhonny llevaba más de quince minutos dentro de la casa y quienes esperaban en el auto habian empezado a impacientarse.
—Ahi vienen. Pero vienen acompañados. -dijo Jacob buscando las llaves del auto.
Todos voltearon hacia el gran garaje que se abría lentamente y mostraba las siluetas de Jhonny, Andrew, Keitlyn, el señor Argent y un hombre que ninguno conocía que se apoyaba sobre Esteban.
—Al carajo todo. -exclamó Edi recordando su encuentro con el rubio cuando llegó a Santo Tomas esa misma mañana.
Después de un rato Jhonny volvió a entrar al auto; tanto Esteban como el hombre desconocido se habían ido.
—A la Pista de patinaje. -dijo Jhonny al entrar, nadie le hizo caso.
—¿Qué fue eso? -preguntó Jacob enojado.
—Debemos ir a la pista de patinaje. ¿Conduces tú o lo hago yo? -amenazó Jhonny con un tono demandante. Jacob sintió un frío recorrer su piel y arrancó el auto.
Después de un silencio sepulcral solo interrumpido por la voz monótona del GPS Jhonny prosiguió:
—Los Argent están de su lado.
Nadie lo miraba, todos estaban sumidos en sus propios pensamientos, pero lo habían escuchado.
Eso significaba muchas cosas pero en lo único que podían pensar era que su amiga ahora sí se encontraba en verdadero peligro y que ambos pueblos se volverían una cacería de brujas.
Llegaron a la pista de patinaje y vieron un auto plateado estacionado al otro lado del parque.
—Un momento. Jhonny antes de salir necesitamos saber que sucedió ahí, ese chico es el mismo de esta mañana. -demandó Talia queriendo saber a lo que se enfrentaba.
Jhonny se quedó mudo y puso mano en la manija de la puerta.
—Por favor hombre ¡Dinos qué pasó! -dijo Jacob alterado.
—Literalmente nada. Ralf se calló apenas abrió la puerta y me vió, me presentó como el hijo de un viejo amigo y luego vi a Andrew y Keitlyn, ambos estaban sentados en un sillón, a mi parecer ambos estaban incómodos. Luego de eso Andrew montó una escena para salir de allí.
—¿Qué hay con el hombre que estaba con Esteban? -dijo Nayan. Nadie esperaba que dijera el nombre del rubio. Lo dijo de forma tan despectiva que casi escupió las palabras.
—No tengo idea. Seguro el jefe de... ¿Esteban?. De lo único que yo me enteré es que los cazadores saben del Lycan en el pueblo y van a participar con su captura. Pero Ralf no sabe que eres tú Talia. Creo que ni siquiera el jefe de Esteban lo sabe porque el hombre se refirió a una estudiante de Santo Tomás, que Ingrid no quiso entregar. -explicó Jhonny.
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Azar de Lobos [EDITANDO]
Fantasy¿Crees en el destino? ¿Tú lo eliges o alguien lo decidió hace años? ¿Realmente eres tú quien toma las decisiones de tu vida? Todas estas preguntas se las hacía una joven que ante una decisión que pondría en juego toda su vida y la de sus seres queri...