--¿Qué sucede? Te ves pálida desde el almuerzo.
--Solo estoy cansada.
--Como digas. Solo ten en cuenta que guardarse cosas que te incomodan solo hará más pesado el tiempo que estaremos aquí.
--Hablando de eso ¿Estás seguro de que quieres quedarte? Para serte sincera creo que....
--Talía. Por favor no continúes con eso. Ya te lo dije, aunque te vayas al polo norte yo te seguiré sin importar nada.
Ambos estaban en una misma habitación, solo que esta sí tenía dos camas, e incluso una sala. Nayan leía un libro mientras Talia guardaba sus cosas en los cajones del armario. Habían tenido un almuerzo muy peculiar con la pareja, ellos no dejaban de hacerle preguntas incomodas a Talia, por lo que sus humores no andaban muy alegres; a nadie le agrada que le hagan un interrogatorio de información muy personal que casi nadie sabe y debas contestar sí o sí.
--Cosa que no tienes por qué hacer. -Talía doblaba las camisas con habilidad, a pesar de sentirse como si un camión le hubiera pasado por encima.
--Tienes razón. Lo hago porque quiero -dijo Nayan en tono neutral mientras pasaba la página de su libro de tapa azul.
--Tú... -ella le iba a reprochar sus acciones, pero no se lo permitieron.
La puerta se abrió de golpe y Jerez entró por ella cargando varias cajas de plástico, al parecer ninguno de los adultos que conocían sabían que era la privacidad, nunca les enseñaron a tocar la puerta antes de entrar.
--Son cosas que según Viveka podrían necesitar. -las puso al lado del sillón en dónde se encontraba Nayan. --Ven, te ayudo con eso -dijo acercándose a Talia y ayudándola a doblar la ropa.
En ese momento Talia notó que el brazo de Jerez no se veía como piel normal, parecían escamas como de serpiente. Jerez notó la mirada de Talia fija en su brazo.
--Soy descendiente del Dragón de Lava. Son escamas. -Talia parpadeó varias veces, no creyó que Jerez pudiera notar que lo estaba mirando. Se sentía una tonta por no haber intentado disimular mejor.
--¿Del Dragón de Lava? -Nayan se había acercado a ellos, curioso, eso no era algo que escucharas todos los días.
--Si, desde hace unas generaciones evolucionamos, ahora tenemos apariencia más humana. -explicó el hombre con una sonrisa en la cara, Talia creyó que ese hombre ya tenía gravada una sonrisa muy gentil en su cara, no lo conocía mucho pero no parecía ser un hombre que soliera tener una expresión seria, o que algo en verdad le molestara; ni siquiera cuando Talia había sido mal educada con él y se le había quedado viendo sin disimulo.
--Asombroso. Para serte sincero, yo creí que los dragones se habían extinguido. -confesó Nayan. Según lo que él sabía, los dragones habían desaparecido desde hace algunos siglos, incluso muchos investigadores afirmaban que habían sido enviados a una dimensión diferente, donde estas majestuosas criaturas podrían vivir sin ser cazados y temidos.
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Azar de Lobos [EDITANDO]
Fantasy¿Crees en el destino? ¿Tú lo eliges o alguien lo decidió hace años? ¿Realmente eres tú quien toma las decisiones de tu vida? Todas estas preguntas se las hacía una joven que ante una decisión que pondría en juego toda su vida y la de sus seres queri...