Justo en el instante en que Jane abrió la puerta, empujada por Talía quien ya no soportaba estar encerrada en aquel pequeño auto Talía empezó a correr sin rumbo. Gracias al cielo era un gran terreno lejos de la vista de cualquier curioso ya que en un momento una niebla café envolvió completamente a Talía y cuando la niebla se disipó ya no estaba ella, aquel lobo gigante que todos habían visto antes, estaba ahí, mirándolos con unos ojos violetas y grandes.
El lobo dio varios pasos hacia atrás, pero chocó contra un fuerte muro de tierra que hace unos segundos no estaba ahí.
--Me imagino que esa debe ser la hermosa Talía. -un hombre de cabellos azulados y piercings en la cara se acercaba a ellos, llevaba la mano levantada, cuando notó que el lobo se detuvo bajó el brazo y la pared se derrumbó.
Otro hombre igual iba detrás, solo que este traía consigo un balde con gomitas de colores.
Nayan se acercó a ellos. Les preocupaba el gran lobo si, pero este, como si los entendiera, cosa que hacía por primera vez, se había sentado sobre sus dos patas traseras sin quitarle la vista a los hombres iguales.--Arturo ¿Qué haces tú aquí?
El hombre igual que venía con el tazón de gomitas sonrió de lado.
--No soy una de las fotocopias. Me llamo Gerald Rodríguez, soy un amigo de ambos.
--Está cubriendo a mi hermano mientras él está de vacaciones en Dubai. -dijo el hombre con piercings.
--Si, y Marietta le dijo que no podía ir, que necesitaba más tiempo de calidad con su fotocopia.
--Me encantan las reuniones familiares, se los juro -Hilary se había acercado a ellos mientras hablaban tranquilamente --Pero me temo que no es el mejor momento.
--Tienes razón. -dijo Gerald.
--Me encanta la nueva mascota, pelirrojo. -el lobo le bufó con enfado y él volvió a retroceder.
Nayan se rascó la barbilla, todos lo habían vuelto a ver, esperaban la respuesta del chico de ojos claros. Luego sus mejillas se sonrojaron .--Este...es...pues...Es mi novia. -pudo decir Nayan entre balbuceos y con la cara roja. A los demás casi se les cae la mandíbula al ver a Nayan comportarse de esa forma; parecía un niño regañado.
La sonrisa de Gerald se volvió una mueca de disgusto.
--Oh. -dijo mientras vislumbraba al lobo que también le miraba fijamente --Muy linda.
El lobo le gruñó y luego volvió su cabeza a otro lado.
--¿Nos entiende? -el lobo asintió aún sin volver su cabeza.
--Pues eso parece -dijo Jane. Ella y Cherokee no habían puesto mucha atención a la conversación, habían estado sumergidos en sus propias cosas.
--Talia -la nombrada volteó la cabeza --¿Estás bien? -asintió con la cabeza y ladró estrepitosamente.
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Azar de Lobos [EDITANDO]
Fantasy¿Crees en el destino? ¿Tú lo eliges o alguien lo decidió hace años? ¿Realmente eres tú quien toma las decisiones de tu vida? Todas estas preguntas se las hacía una joven que ante una decisión que pondría en juego toda su vida y la de sus seres queri...