Talía estaba nerviosa, no había podido dormir en toda la noche, las dudas y el miedo no se lo permitían.
Hoy empezaban sus clases de verano y Jacob había pasado por ella en la mañana.—Tu tranquila. Si te hubiera salido un tercer ojo que no se pueda ocultar hubieras tenido que preocuparte, pero esto es mejor. -Jacob intentaba darle ánimos a Talia mientras se estacionaban en el colegio. Desde que ella vio el edificio había empezado a hiperventilarse y se rehusaba a salir del auto
—Solo te ves más bonita. -continuó Jacob y Talia giró su cabeza hacia él y lo miró sin creer que eso habia salido de su boca.
Jacob era una persona reservada que nunca hacia comentarios de alago y desde que esta nueva situación habia ocurrido Talia habia notado un cambio en él. Parecia divertirse más y estar relajado con todos.
Talia aspiró y exhaló. Intentó bajar las pulsaciones de su corazón y tomó la perilla de la puerta.
—Vamos. -d8jo Jacob animando a Talia.
Talia se sentia como el centro de atención de miles de personas y para tratar de calmarla y que no tropezara, Jacob la tomó del brazo.
—Quedate tranquila. Estaré a tu lado en todo momento. Además, todos ellos son solo unos celosos. -Talia río ante el comentario de su amigo y quiso creer en sus palabras.
Durante las clases Talia pudo confirmar que todos la miraban, incluso los profesores hacian comentarios respecto a su aspecto, pero utilizando las palabras de aliento de sus amigos como un mantra personal pudo convivir con ello.
—Ya llevas casi todo el día. ¿Cómo te sientes? -preguntó Jacob cuando ella venia saliendo de clase. La ultima clase del día la iban a compartir.
—Creo que ya me acostumbré, realmente no era tan malo cómo lo imaginé. -dijo Talia. Jacob pasó una mano por su hombro y sonrió de forma victoriosa.
Llegaron al patio trasero y se sentaron en el piso a esperar que sus otros compañeros llegaran.
—¿Por culpa de esta clase tuviste que venir verdad? -preguntó Talia en un susurro.
—En efecto. La profesora Cristina es mi tia y fue la unica que no aceptó el reporte médico. -dijo el chico jugando con sus manos.
—Debes estar bromeando. ¿Tu propio familiar no creyó que estuviste al borde de la muerte? Sé que ella está loca pero...
Jacob se encongió de hombros para quitarle importancia. Su relación con su tia no era buena y el hecho de verse todos los días empeoraba la situación.
—Nunca le he caido bien por diversas razones, y en general mi familia siempre ha sido muy peculiar. -dijo Jacob esperando que Talia no indagara más. Su familia era muy complicada y con asuntos más peligrosos de lo que le podía gustar.
Talia iba a agregar algo más pero Jacob señaló con el dedo a unos chicos de su edad que venian entrando.
—Espera un momento ¿Esos no son cazadores? Se supone que en clases de verano no nos revuelven con ellos. -dijo Talia buscando en su telefono si estaban en el lugar correcto.
—Ya están todos. Vengan acá, ya les daré las indicaciones. -dijo una mujer slta y delgada que vestia como la tipica entrenadora de educación fisica con su conjunto deportivo.
Ante las palabras de la mujer ambos amigos se miraron confundidos ¿Que trataba de hacer la profesora?
—Hoy jugaremos Fútbol Americano. ‐anunció la profesora dandole la vuelta a un pizarron donde estaban escritos los nombres de las personas que integraban los dos equipos.
—Un momento profesora -un chico moreno y bajo se abrió paso entre los demás —No puede hacer eso. En estas clases los cazadores y los sobrenaturales no pueden estar juntos además, el Fútbol Americano no es un deporte que el colegio practique.
La profesora ni se inmutó, le dió una mordida a su banana y se acercó hasta el chico que había hablado.
—Mira mocoso, no sé como te llamas ni que razón te obligó a estar aquí pero una cosa sí la sé muy bien -le dió otra mordida —Al director no le interesa si les damos clases o no, él solo se preocupa por darles horas extra de estudio para compensar sus faltas. Así que es mi clase y nadie aparte de mí pone las reglas, por lo que estas tres semanas harán lo que yo diga. -le dió la última mordida y colocó la cáscara en la cabeza de otra chica —Ahora todos a los vestidores, cazadores azul, sobrenaturales verde.
Talia estaba preocupada, nunca había jugado Fútbol Americano y lo único que sabía de ese deporte era que es un deporte muy agresivo y violento.
—Cuéntanos Hale ¿Que hiciste el fin de semana? ¿Acaso hiciste algún trato con un demonio? Porque por favor, nadie podría pasar de ser una simplona como tú a ser una sexi diosa que lo tiene todo.
Las compañeras la habian empezado a bombardear de prguntas y acusasiones sobre su nuevo aspecto. Talia solo se apuraba para salir de ahí lo antes posible sin escuchar lo que le gritaban.
—Es increíble que hayas dejado a Nayan por Jacob, era de esperarse pero realmente es impactante.
—Espera ¿Que? -ahora sí que habiam pasado la raya y no iba a permitir que hablaran de Nayan así porque sí. Si tenian algun problema era con ella, no con su novio.
—¡No dejé a Nayan! ¿Ok? Seguimos siendo novios. Jacob y yo solo vinimos juntos porque ambos tuvimos que venir aquí, no quería estar sola, es la primera vez que vengo. -Talia habia empezado a llorar al pensar en como aquellas personas hablaban sin saber todo lo que estaba pasando. En estos momentos Jacob era el único apoyo que tenía y nadie podría culparla por estar pegada a él en esos momentos.
Talia salió furiosa y ese día terminó pateando y quebrando más de un hueso al punto que el director llegó a cancelar el partido personalmente.
***
Keitlyn estaba eufórica, Andrew no había llegado a casa desde el día del baile y además del mensaje donde él preguntaba sobre el paradero de Talia, no había sabido nada de él en todo ese tiempo.
Cuando volvió a la casa ella lo bombardeó con miles de preguntas pero él no las respondió, la ignoró y solo caminaba como zombie hasta la habitación de invitados, se desplomó en la cama.
—Lo siento. Fue un fin de semana demásiado complicado -Keitlyn se había sentado en un borde de la cama mientras le acariciaba la cabeza —Después te lo explico todo...
Keitlyn no estaba de acuerdo con eso pero Andrew no le dió ninguna opción, se quedó dormido y por más que Keitlyn lo zanrandeó no despertó. Ella tenía mucha curiosidad y no pudo resistirse a husmear en el maletín de Andrew.
Se encontró varias cosas que no sabía que eran, como unas varas de madera con varios adornos de colores, también muchos pergaminos con "palabras" que aunque Keitlyn intentara jamás lograría decifrar su significado. Resignada a que aquello eran cosas indecifrables para ella decidió utilizar más su ingenio y tanteó a Andrew. Su olor, alguna biruta que pudiera ubicar...
—¿Qué habrá estado haciendo?
—¿Dijiste algo hija? -Keitlyn pegó un brinco y su cuerpo se erizó. No recordaba que su madre se encontrara en casa y no quería que su madre se diera cuenta que estaba revisando las cosas de Andrew, incluso podria parecer que ella se estaba aprovechando de él.
—No mamá. Andrew está dormido. -Keitlyn bajó la voz y dejó todo de nuevo en el maletín antes de ir con su mamá.
—Pobrecillo. Quién sabe cuál habrá sido la misión que le asignaron. Debió ser algo muy grande cómo para que haya quedado en ese estado.
—Si...quién sabe...
***
Sin leña se apaga el fuego,
Y sin chismes se acaba el pleito.
Proverbios: 26.20
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Azar de Lobos [EDITANDO]
Fantasy¿Crees en el destino? ¿Tú lo eliges o alguien lo decidió hace años? ¿Realmente eres tú quien toma las decisiones de tu vida? Todas estas preguntas se las hacía una joven que ante una decisión que pondría en juego toda su vida y la de sus seres queri...