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Desde hacia unas semanas había notado que no era de mucho agrado para aquellos jóvenes que vivían en la gran casa

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Desde hacia unas semanas había notado que no era de mucho agrado para aquellos jóvenes que vivían en la gran casa. Se sentía como una intrusa hasta el punto de haber sido atacada con la intención de dañarla más de lo que la Tía Ingrid lo permitía.

Mientras estaba en el baño limpiando sus heridas unas chicas le habían lanzado una bomba con químicos que le paralizaron el cuerpo y así, estando desnuda, aquellas chicas la habían golpeado y cortado hasta el cansancio, pues a pesar de que Talia sintiera el dolor de cada uno de los moratones y sangrados las heridas se sanaban instantes después.

—Hola -saludó un chico alto de cabello largo y ropas oscuras cuando Talia venía saliendo del baño.

—Hola, que alegría encontrarte aquí -contestó Talia dejando de pensar en lo que le había sucedido tras la puerta a sus espaldas.

—¿No te apetece salir hoy? Conozco una linda cafetería aquí cerca -dijo Jhonny sonriendo de forma tímida.

—No estoy con...

—Vamos, yo invito. Necesitas despejar tu mente de las cosas que te hacen daño.

Talia tragón grueso ¿Acaso él sabía lo que le había hecho?
Se sintió abrumada por la posibilidad de verse más vulnerable de lo que ya era pues se suponía que ella como mujer lobo era mucho más fuerte que cualquiera de ellos.

—Tu...

—No tocaré el tema si tu no quieres. -atajó Jhonny suponiendo las palabras de Talia.

Él sí sabía que aquellas chicas habían torturado a Talia. Tuvieron el atrevimiento de cortarle mechones de cabello para exhibirlo como trofeo y las muy idiotas estaban en la cafetería mostrandoselos a cualquiera que llegara. No hace falta decir que entre Jhonny y algunos más que se le unieron lograron crear un poco de respeto hacia Talia. Mucho más del que Ingrid había logrado conseguir; en cuestiones como esas hace falta más que solo amenazas.

—Estoy bien, pero... ¿Porqué si tengo fuerza sobrehumana y mis sentidos son más agudos...?

Jhonny chasqueó la lengua y arrugó los labios.

—Tienes todas esas cosas y más ¿Pero las usas? —Jhonny extendió su brazo y arrinconó a Talia contra la pared.

Talia se asustó e intentó empujarlo pero no logró mover lo. Jhonny rió en lo bajo y se alejó.

—No sirve solo saber que tienes fuerza sobrenatural. Debes creer que la tienes y que puedes ganar con ella. Debes creer que puedes destruirlo todo, no solo saberlo. Por lo que sé los lobos son muy influenciados por sus sentimientos y desde que sabes que eres una mujer lobo has estado sumamente decaída y hasta parece que todo te da miedo. Debes cambiar eso y volver a ser la misma chica decidida de antes; aquella que cuando Keitlyn quería hacer una locura se ponía frente a ella y la detenía con todas sus fuerzas.

—No puedo hacer eso. —dijo Talia en un susurro apenas audible.

—Claro que puedes. Y de lo contrario, acostúmbrate a vivir bajo los maltratos de todos; en este mundo solo el más fuerte sobrevive y ya no existe una sociedad que te proteja, eso solo existe para los humanos.

Así terminó la conversación. Jhonny creyó haber dejado la espina necesaria para que Talia recapacitara y entendiera su nueva realidad; ya con eso se sentía complacido.

No hablaron más durante todo el camino en motocicleta hasta la cafetería donde se encontraron con algunas caras conocidas.

Keitlyn y Ethan estaban sentados en unas de las mesas afuera de la cafetería.

—¿Acaso este era tu plan? —le dijo Talia a Jhonny en voz baja antes de saludar a Keitlyn con la mano. Su amiga estaba demasiado feliz de verla allí y los animó a sentarse con ellos.

Jhonny negó con la cabeza a la pregunta de Talia y en cambio le preguntó si quería irse.

—Conozco lugares mejores. -contestó él con urgencia.

Al final se quedaron allí y bebieron unas malteadas mientras hablaban de sus días libres. Jhonny casi no comentaba nada, la presencia de Ethan le incomodaba y su relación con Keitlyn tampoco estaba muy bien.

Al cabo de media hora el teléfono de Talía sonó.

—Denme un momento, es mi mamá, dice que es urgente. -dijo Talia cuando miró su teléfono. Un mensaje de voz la desconcertó al punto de dejar caer el teléfono estre sus manos.
Su madre con voz temblorosa decia:

Hija te necesitamos aquí. Nuestra casa está en llamas.

De fondo se escuchan sirenas y personas gritando cosas que no se entendían

Talía quedó aterrada, sus padres... ¿Ellos estaban bien? ¿Que había sucedido?
Su cerebro no funcionaba correctamente y sin pensarlo dos veces salió corriendo de ahí. Su velocidad sobrehumana le permitió llegar a su casa a un más rápido que su motocicleta a toda velocidad.

Talía se puso a llorar, toda su casa estaba quemada hasta los cimientos. Sus padres estaban afuera hablando con uno de los bomberos. Su madre al ver a su hija la tomó de los hombros y la abrazo.

—Que bueno que todos estamos bien, no sé que hubiera hecho sin ustedes -dijo la madre de Talía a su familia.

—¿Como sucedió?

—Aún no sabemos cómo inició, pero creemos que fue desde su habitación. Hay algo extraño en ese lugar... -dijo uno de los bomberos que estaban más cerca señalando a Talia.

—Desde mi habitación...

—Al inicio creímos que estabas atrapada.

Subieron entre los escombros hasta la habitación de Talia y allí se encontraron algo inesperado. Había una pared intacta, el fuego no la había tocado, pero tenía algo escrito en ella con sangre negra.


"Maldita loba, Mereces morir"


***

No sabes lo fuerte que eres
hasta que
Ser fuerte es
La única opción que tienes.
Bob Marley

Azar de Lobos [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora