Habian llegado a la casa y todo estaba vacio. Tomaron una ducha y sanaron a Jane lo mejor que pudieron. Pasadas unas horas escucharon un gran estruendo y con el corazón palpitando, sin demora, salieron a ver quien o que se acercaba.
Cuando Talia vio la escena frente a ella se armó de valor y corrió hasta donde se encontraba su novio. Él caminaba arrastrando una pierna, su cabeza estaba llena de sangre, su camisa y pantalón estaban hechos girones y se podían ver cortes muy profundos en todas las partes del cuerpo.
Talia ayudó a Nayan pasando un brazo por su cintura y manteniendolo en pie. Apenas sintió el contacto de sus pieles él se desplomó sobre ella. Nayan no podía hablar, sus cuerdas vocales no querían cumplir su función y lo único que logró hacer fue mirar a Talia, en su cara se expresaba temor, dolor, angustia y un poco de vergüenza.
Talia le devolvió la mirada, una llena de miedo y preocupación.
—Puedo levantarte si quieres. -dijo Talia creyendo que Nayan se negaría; para su sorpresa, Nayan asintió débilmente con la cabeza. Talía no perdió tiempo y lo tomó con más fuerza, este gimió de dolor pero en ese momento Talia lo cargo en sus brazos y corrió hasta la casa con la mayor delicadeza que pudo.
Las emociones de Talía subían y bajaban, no sabía que había pasado para que su novio hubiera quedado en ese estado. Nayan se retorcía de dolor y su respiración era entrecortada.
Dentro de la casa recostó a Nayan sobre un sillón para ver sus heridas
Jacob ya estaba listo con todo lo necesario.—Intenté cauterizar las heridas más profundas pero me quedé sin energía. -dijo Nayan con la voz quebrada.
Talia le arrancó la camisa de un tirón y puso si cabeza sobre el pecho de él.
—Está frío... -dijo Talia pasando su mano por las heridas menos profundas.
Cuando Talia se apartó Nayan toció sangre y empezó a temblar.
Sim perder el tiempo Jacob empezó a limpiar las heridas más leves, sin embargo él iba necesitar puntos y suturas. Algunas heridas habian logrado traspasar la carne e incluso los huesos.
Jacob sacó hilo y aguja para empezar a coserle la pierna y ver si podia cerrar algo en el torax.
—Realmente yo podría tener un diplomado en medicina. -entre el nerviosismo de salvar la vida de Nayan, Jacob vaciló mientras terminaba de cerrar la costura —Sin embargo, no puedo llegar a una universidad diciendo que practico con mis amigos. -el chico movía sus manos con mucha agilidad, realizando el labor de un médico calificado.
Luego de dejar a su amigo en un estado estable se dedicaron a calentarlo con mantas termicas y maquinas que expedian calor.
Dejaron la casa hecha un desastre aquella noche pero los cuatro se sentian agradecidos de estar vivos.
***
Explícame la historia
Que nunca nadie me contó
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Azar de Lobos [EDITANDO]
Fantasy¿Crees en el destino? ¿Tú lo eliges o alguien lo decidió hace años? ¿Realmente eres tú quien toma las decisiones de tu vida? Todas estas preguntas se las hacía una joven que ante una decisión que pondría en juego toda su vida y la de sus seres queri...