El día después del baile de fin de año
Ese día me desperté con un inquietante sueño, una mujer, o una niña, no pude diferenciarla bien, me hablaba en una lengua extraña, yo no comprendía ni una palabra, por lo que me desperté asustada y bajé a desayunar como todos los días, tú ya estabas en la cocina preparando el desayuno junto a mamá, vi como Keitlyn y los gemelos se despertaban de mala gana, Ethan y Keitlyn tenían el cabello mojado, seguramente papá les había arrojado agua para despertarlos.
Sentía una presión en el pecho que creí resolver con la comida, esa mañana recuerdo haber comido más de lo normal.
Había olvidado que íbamos a ir al parque acuático, el hecho de que Zara y los gemelos se encontraran en la casa me ponía los pelo de punta, cuando los chicos llegaron todos los planes que habíamos preparados se me vinieron a la cabeza, yo solo estaba esperando que Zoé llegara y me pegara un golpe en la cabeza. Algo que la verdad también me sorprendió fue que Jacob y Jane no quisieran entrar. Aunque debí suponerlo, Jacob no iba a entrar sabiendo que Keitlyn se encontraba ahí. Me dió mucha risa la reacción de Keitlyn.
Realmente no creí que Keitlyn se pusiera roja cuando Zoe empezó a hablar, ella se sintió incómoda, yo creí que esas dos se llevarían bien, son personas muy parecidas. Cuando Keitlyn habló contuve las ganas de explotar y me mareé un poco. Hilary también se sentía incómoda, todos estaban tensos a pesar del ambiente un tanto normal.
Cuando subí con Edi él empezó a indagar me con demasiadas preguntas, él quería saber sobre todo lo que había sucedido anoche, como el día anterior no había estado en el baile no supo todo lo que sucedió y a mí se me olvidó decirle que no íbamos a llegar a la casa de Zecora, según me contó se quedó esperando hasta que los padres de Zecora lo echaron de la casa.
Cuando estuvimos en el parque acuático y notamos a la pequeña niña llorando en la piscina yo me sentía mal, me dolía un poco la cabeza y tenía hambre. No quería que nadie se enterara, por lo que siempre sonreía y les decía que sí a todos y todo. Tenía mucho tiempo de no hacer eso, me recordaba a mis días en Chest Wood, pero por un lado se sentía familiar ya que ese día Keitlyn, los gemelos y Zara me trajeron a Chest Wood devuelta.
Cuando caímos por el tobogán y fuimos con la niña a preguntarle el por qué lloraba, ella nos contó sobre las cosas negras que podía ver alrededor de las personas, unos diminusculos monstruos que se burlaban de ella. Cuando me lo dijo me asusté. -pobre niña- pensé. Y me aterré aún más cuando me tomaste del brazo para mirar lo mismo que la niña, nos pusimos en sus ojos, y el paisaje que ella nos mostró fue espeluznante. Una niña de apenas unos siete años lograba ver a través de las apariencias de las personas, ella nos veía como somos en realidad, sin los cambios físicos que nos hacen ver cómo humanos. Algo demasiado pesado y cruel para una persona tan joven y pura.
Inmediatamente noté las cosas negras, la maldad de las personas, como dijo Cherokee, y toqué una. Sentí una maldad recorrer toda mi piel, unida a escalofríos horribles. A nosotros esas cosas no se acercaban demasiado, como si nos temieran -pensé- pero a decir verdad no podía estar segura, a lo mejor y era que no podemos notar nuestra propia maldad o algo así.
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Azar de Lobos [EDITANDO]
Fantasy¿Crees en el destino? ¿Tú lo eliges o alguien lo decidió hace años? ¿Realmente eres tú quien toma las decisiones de tu vida? Todas estas preguntas se las hacía una joven que ante una decisión que pondría en juego toda su vida y la de sus seres queri...