NOTA: Hola, empezamos con el primer capítulo y como prácticamente es el mismo capitulo final de "EL SECRETO QUE ME ATA" Voy a subir también el segundo.
Espero que les guste.
CAPÍTULO 1
Despues de una tarde de arduo trabajo, Miguel había pasado un rato agradable al lado de su jefe Lorenzo Maldobado, de su esposa y sus dos pequeños, sin contar con el incidente en donde el hijo de ellos de apenas dos años de edad había caído al río y entre Lorenzo y el lo habían rescatado con bien, llevándose solo el susto.Después de eso había convivido con ellos, había cuidado a los pequeños mientras sus padres se alejaban un rato para estar a solas y ya al final, él se había tomado un descanso.
Se alejó de la familia, arrojaba piedras al río pensando que no podría ser más afortunado, había pasado tantos años siendo lo que no quería ser, y ahora era libre, por primera vez se sentía bien consigo mismo, por primera vez podía hacer lo que le gustaba y que no le causaba conflictos, su padre había sido un hombre duro, carente de amor, aún para su propia familia, a él siempre lo había visto, no como su hijo, si no como una extensión de si mismo, alguien que en un futuro fuera mejor que él, que fuera el jefe y no el segundo del jefe, pero él no quería ser el jefe, quería ser el amigo del jefe, porque lo apreciaba y lo respetaba, porque había recibido más de Lorenzo Maldonado, de lo que había recibido de toda su familia junta. Así que le debía fidelidad.
Iba a regresar, había caminado unos cuantos metros, cuando de pronto sintió un fuerte golpe en el pecho que lo derribó por los suelos, inmediatamente se giró poniéndose de pie con su arma ya en la mano y apuntando a quien lo había derribado.
Desde el suelo unos hermosos ojos asustados lo miraban.
Sin tomar en cuenta el arma que le apuntaba, la preciosa chica que choco con él se levantó de un salto y emprendió la huida, él reponiendose de la sorpresa, guardó el arma y fue tras ella.
Metros mas adelante logró darle alcance, sabía que no se detendría, así que se abalanzó sobre ella arrastrándolo hasta el suelo y envolviéndola con su cuerpo, formando una prisión a su alrededor.
Ella lloraba y forcejeaba sin obtener resultados, el era mucho más grande que ella y muchísimo más fuerte, jamás podría contra el.
_ Por favor, sueltame, déjame ir, me van a alcanzar. - exclamó angustiada.
_ ¿Quien?, ¿porque huyes?
_ Por favor. - insistió desesperada. _déjame.
_ No te soltare hasta que me digas que sucede, de que huyes.
Ella se revolvió desesperada tratando de liberarse, él iba a insistir, cuando los vio aparecer, eran cuatro hombres, todos armados, todos con mala cara y todos respirando agitadamente sofocados por la carrera.
Miguel sintió como ella se quedaba quieta y practicamente se escondía entre sus brazos.
Miró a los hombres apuntarles, ahora menos que nunca deseaba soltarla, pero si deseaba salvarla, tenía que hacerlo, y lo hizo, la soltó, ella de inmediato se incorporo, pero se quedó estática, el lo hizo lentamente con las manos en alto.
_ Entreganos, a la mujer y aléjate. - ordenó uno de los hombres.
_ ¿Por qué habría de hacerlo? - los desafío Miguel colocándose delante de ella para cubrirla con su cuerpo.
_ Porque yo lo digo. - lo miró desafiante, quitando el seguro de su arma.
Para cuando él hizo ese movimiento, Miguel ya había observado todo a su alrededor, y había analizado todas las posibilidades que tenía, ellos eran cuatro y el sólo uno, el panorama no era muy alentador, pero lo intentaría, él no era de los que se rendía sin luchar.
Sin previo aviso dio un paso a un costado dejando a la chica al descubierto, lo que desconcertó a todos, desconcierto que él aprovecho para empujarla al lado contrario, ella cayó pesadamente, pero quedó cubierta por rocas y matorrales que se hallaban a un costado, para cuando los hombres empezaron a disparar él ya había herido a dos y se hayaba cubierto al lado de la chica.
Estaba alerta y dispuesto a salir para enfrentarlos de nuevo, cuando escucho voces ordenando bajar las armas.
Miguel quizo incorporarse, no sabía quién estaba del otro lado, pero la chica estaba, aferrada a él impidiéndole movilidad.
_ Necesito salir. - dijo el intentando soltarse.
_ No me dejes por favor. - suplico temblorosa. _no te vayas.
Miguel escucho las pisadas de hombres acercandose e instintivamente se preparo para disparar desde su posición.
_ ¡Miguel! - escucho su nombre
El miró con alivio al hombre que le apuntaba con su arma.
_ Bruno, ¿que hacen aquí? - lo miró con sorpresa. Levantándose y llevando consigo ala chica.
_ Luego te explico. - bajo su arma. _primero atiendela a ella. - la señaló.
Miguel sintió como ella se desvanecía entre sus brazos.
*****
La noche había caído, Lorenzo y Sofía su esposa, miraban como la figura de Miguel se alejaba.Para ambos había sido una sorpresa el que el pidiera sus vacaciones justo en ese momento, después de regresar de su paseo por el río, había estado ausente varias horas, tanto que Lorenzo empezó a preocuparse, pero él llegó, no dijo en donde o con quien había estado, sólo pidió hablar con él y pidió sus vacaciones justo para poder marcharse en ese momento.
_ ¿Sucede algo? ¿Te puedo ayudar? - había preguntado Lorenzo?
_ No. - había contestado el, no quería involucrarlo, sabía que si le revelaba sus planes insistiria en acompañarlo y no quería alejarlo de su familia, no en estos momentos, en que las cosas parecían empezar a ir bien, no se perdonaría si algo le pasara a él o a ella con sus niños. _ Tengo que arreglar un asunto. - dijo. _pero lo haré solo, no te preocupes. - sonrió. _todo estará bien, regresaré.
Ambos se abrazaron, era difícil separarse ya que siempre habían estado juntos, cuando lo habían hecho había sido por períodos cortos y sabían que regresarían, pero ahora Lorenzo tenía el presentimiento, de que en esta ocación las cosas serían diferentes, aun así habia palmeado su espalda y había dado su aprobación.
Ahora desde la a puerta de su casa veía junto con su esposa como se alejaba.
_ ¿Lo volveremos a ver? - preguntó ella con incertidumbre.
_ Por supuesto que sí. - dijo con convicción, quería creerlo tanto, como quería que ella lo creyera.
Ambos se abrazaron
Miguel se detuvo, miró hacia atras, sonrió porque quería, que esa fuera la última imagen que sus amigos tuvieran de él, en realidad no estaba seguro de si iba a volver o no.
_ ¡Miguel! - escuchó la voz de su jefe llamándolo. Venía detrás de él. _ llévate una de las camionetas. - le entregó unas llaves.
_ Pero... - iba a protestar.
_ Pero nada. - dijo él. _llevátela, sólo recuerda que es prestada.
Miguel sonrió, entendía lo que le estaba diciendo, se estaba asegurando de que volviera. Aunque no fuera para quedarse sabía que él regresaría tan solo para devolver esa camioneta, y no era porque se la cobrara, desde siempre todo lo que poseía Lorenzo era como si le perteneciera a él también, tenía acceso a todo, y a él no era que le faltaran recursos, pero no era afecto a despilfarrar y como no tenía necesidad de nada simplemente ahorraba y ayuda a otros que de verdad lo necesitaban.
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RESCATANDO TU CORAZÓN No.6️⃣//SERIE HOMBRES DE LA SIERRA
RomanceMiguel es un hombre rudo, de carácter fuerte, con un corazón solirario, el segundo al mando de Lorenzo Maldonado, un importante jefe del crimen organizado, el encargado de hacer que se cumplan las órdenes de éste, su vida gira en torno a la mafia, n...