Rogelio salto de la camioneta aun antes de que el camión dejara de moverse, los hombres de Miguel también corrieron a auxiliar, mientras ellos se avocaban a ayudar intentando desenganchar el remolque que llevaba consigo el camión y tratar de sacar de la cabina al chófer el corrió hacia donde había caído la camioneta, quien quiera que estuviera en ella ya no había nada que hacer por esa o esas personas, ésta estaba envuelta en llamas y de un momento a otro explotaría, tenía, que alejarse de ahí, aunque estaba retirado la onda explosiva bien podía, alcanzarlo hasta ese lugar. Se iba a alejar, cuando el aire disperso el espeso humo que subía y consternado observo a un hombre que luchaba por sostenerse de la rama de un árbol, sin pensarlo se precipitó aferrándose a las ramas que habían quedado en pie después de que la caída de la camioneta, arrasara con casi todo a su paso.
Vio el momento justo en que el hombre perdía su batalla y su mano resbalaba irremediablemente. En un último y desesperado intento se dejó ir hacia abajo logrando sostener su brazo, sujetando lo con fuerza, mientras con el otro se, aferraba de la misma rama que momentos antes el hombre habia tenído sujeta.
Tenía que ser fuerte y resistir, estaba seguro de que alguien tenía que haberlo visto, la ayuda llegaría.
*****
Isabella observo como su padre corría a auxiliar a la gente del accidente, sin pensarlo corrió tras él, se detuvo por unos segundos viendo las maniobras que se llevaban a cabo en el camión y cuando buscó de nuevo a su padre lo único que alcanzó a ver era como se lanzaba hacia el precipicio.Angustiada gritó pidiendo ayuda, de inmediato varios hombres ya estaban a su lado mirando hacia abajo junto a ella, luego sin perder tiempo se avocaron a ayudar.
Cuando por fin los hombres de Miguel lograron subir a Rogelio y al otro hombre, todos vieron con sorpresa de quien se trataba.
Ella estaba en shock, ahí junto al precipicio se hallaban los dos hombres más importantes de su vida, miró a su padre que estaba sentado en el suelo y luego miro a Miguel, tendido sobre la tierra de la carretera, con los ojos cerrados, respirando con dificultad y tratando de controlar los ataques de tos que lo acometían.
Sin pensarlo corrió hacia él.
_ ¡Miguel! ¡Háblame! - lo abrazó. Él no contestó solo se estremeció ante el dolor. _ ¿Estás bien? - se retiró al darse cuenta de que lo lastimaba. _ ¡Dime que estás bien! - exclamó angustiada ante su falta de respuesta.
_Hija. - se acercó su padre abrazándola. _ Se pondrá bien, está con vida, dale tiempo.
Ella se aferró a él.
_¡Gracias papá! - dijo entre sollozos. - gracias por salvarlo, lo amo, no sé qué haría si algo le pasara.
Rogelio solo la abrazó, en ese momento supo que ya no había marcha atrás, su hija ya no era su niña, y ya no le pertenecía. Tendría que conformarse con la decisión que ella tomara y sabía cuál era, sin embargo, no le dolía, estaba seguro de que no podía quedar en mejores manos, Miguel la cuidaría aún mejor que él y lo más importante la amaría y la haría dichosa. Sonrió mientras la consolaba. Los hombres de Miguel se estaban encargando de él.
*****
Miguel sentía como si un camión hubiese pasado por encima de él, aunado a la dificultad para respirar, sin embargo agradecía estar con vida, lo sabía, había sentido como lo rescataba y como era tendido sobre la carretera, no le quedaban fuerzas ni para abrir sus ojos, estaba a punto de abandonarse a la inconsciencia cuando escuchó su voz, una corriente de adrenalina recorrió su cuerpo, era ella, estaba ahí y decía que lo amaba, no era, su imaginación, la había escuchado, también había sentido su abrazo y le había dolido como el demonio pero valía la pena, hubiera deseado que no se separara de él, después de todo estaba acostumbrado al dolor, sin embargo ella se había alejado, pero la escuchaba cerca, seguía ahí y eso le daba fuerzas.*****
_ ¿Me pregunto cuántas vidas tienes? - bromeó Lorenzo cuando Miguel abrió los ojos. Se encontraba en una habitación de hospital._ Así tenga cien. - dijo con voz ronca. _sácame de aquí. - los hospitales le producían pánico, solo por alguien muy especial pisaría uno y ya lo había hecho, aunque todo ese tiempo había sentido que se ahogaba de la ansiedad, pero por ella lo haría todo.
_ No me vengas con eso ahora. - lo miró Lorenzo. _ no conozco a nadie con más agallas que tú, un hospital no te va a amedrentar.
_ No. - sonrió por el concepto en el que lo tenía, su amigo. _pero entre más lejos esté de uno mejor.
_ Pues lamento mucho decirte que aún tendrás que permanecer algunos días, aquí.
_ ¿Acaso el dolor se me quitará por estar hospitalizado? - lo retó.
Lorenzo negó.
_ Entonces bien puedo estar en mi casa. Ahí me puedo recuperar perfectamente.
_ No te podrás mover por algunos días. - insistió Lorenzo. _ tienes lastimado tu pie derecho, varias costillas rotas, un fuerte golpe en la cabeza, golpes y raspones por todo el cuerpo ¿y crees que no necesitas atención médica?
_ Creo que ya he tenido suficiente en toda mi vida de esto. - dijo sin resignarse.
_ Precisamente por eso. Nada te cuesta aguantar unos días más.
_ Solo eso me faltaba. - dijo. _que vengas a hacerla de mi nana.
_ Y estaré aquí cuantas veces sea necesario. - sonrió. _ Siempre estaré para ti. - dijo ya en tono serio.
_ Lo sé y te lo agradezco. - dijo con sinceridad. Si con alguien podía contar sin condición era con él, aparte de Marcelo.
_ Sofía no debe de estar muy contenta de que la hayas dejado sola y con los niños. - sonrió.
_ Al contrario. - lo miró. - me pidió que te llevara de regreso, de hecho, no me dejara entrar si no te llevo conmigo. - sonrió también.
_ Los extraño. - miro hacia el techo con nostalgia. _deberías estar con ellos. - se volvió hacia él. _yo no me voy a morir todavía.
_ No te preocupes, no me voy a quedar. Y no vine por mi cuenta, me mandaron. - lo miró divertido.
Ambos sabían que no era cierto, Lorenzo siempre estaría cuando él lo necesitara y Miguel siempre estaría cuando Lorenzo lo necesitara, eran una sociedad inseparable, una amistad inquebrantable. Por eso mismo Lorenzo sabía que lo tenía que dejar ir. Ya era su tiempo.
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RESCATANDO TU CORAZÓN No.6️⃣//SERIE HOMBRES DE LA SIERRA
RomanceMiguel es un hombre rudo, de carácter fuerte, con un corazón solirario, el segundo al mando de Lorenzo Maldonado, un importante jefe del crimen organizado, el encargado de hacer que se cumplan las órdenes de éste, su vida gira en torno a la mafia, n...