CAPÍTULO 4 NECESITAMOS CASARNOS

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_ No tienes que cumplir tu palabra si no quieres. - interrumpió ella el prolongado silencio.

_ ¿A que le tienes miedo? - interrogó el mirándola a los ojos.

_ Mi tío no es bueno. - dijo bajando la mirada, la gente con la que se junta son matones, ¿si te hacen daño?

_ Deja de preocuparte por eso. - sonrió con ternura. _ no dejaré que me hagan daño. ¿Que hay de ti? ¿Que le dirás cuando regreses?

_ Aún no lo sé, la verdad es que no se que hacer, creo que no pensé bien las cosas, cuando escapé de los hombres que me llevaban solo pensaba en regresar por mis padres, pero ahora veo que no puedo llegar así sin más, mi tío me va a volver a secuestrar, no se si aun tenga a mis papás en el rancho,  si aun los tenga con vida, no se nada. - dijo con angustia.

_ Tranquilizate. - tomó sus manos que estrujaba con nerviosismo. Había detenido la camioneta.

Él ya había pensado en todas esas posibilidades, sabía, que no podían llegar y presentarse en el rancho así, sin más, además, ella se estaba exponiendo al regresar. Si su tío la había ofrecido a cambio de dinero forzosamente tendría que cumplir o era hombre muerto, así que no descansaría hasta dar con ella y entregarla como había quedado ¿y que mejor si ella se presentaba por voluntad propia?

_ Tengo un plan. - dijo sin dejar de mirarla. _es un poco descabellado, pero creo que funcionará, solo necesito de tu cooperación y que pase lo que pase me sigas y no me contradiga.

_ ¿Cuál es ése plan? - lo miró intrigada. - su nerviosismo había pasado a segundo plano.

_ Necesitamos casarnos.

Ella se apartó como un resorte, sus ojos casi estaban desorbitados. ¿Casarse? ¿Estaba loco? ¿En qué ayudaría eso?

Ahora entendía, ese hombre era igual que todos, siempre buscando lo mismo, solo que éste había resultado ser más inteligente y más sutil. Por un momento pensó que de verdad la estaba ayudando.

_ No es lo que te imaginas. - se apresuró a decir al ver su reacción. _ piénsalo, si llegas sola, cualquiera va a poder tomarte y llevarte ante él, sin embargo, si estás casada, nadie puede disponer de ti, claro, a menos de que primero se deshagan de tu esposo.

Ella lo miraba con los ojos muy abiertos, en el fondo tenía razón, pero ... ¿Casarse? Aunque quisiera eso era imposible, ella no tenía ningún documento suyo y dudaba que él cargará con todos sus papeles.

_ Eso es imposible. - dijo al borde del shock.

_ Solo dí si aceptas y yo me encargo de que así sea.

_ Pero...

_ Nuestro matrimonio será real ante las leyes, pero no entre nosotros. - la interrumpió. Veía por donde iba su preocupación. _no sucederá nada que tu no quieras que suceda. Pero es importante que seas mi esposa, para yo poder actuar.

_ ¿Que pasará después? ¿Cuando todo pase y mis padres estén a salvo?

_ Eso lo decidirás tú. - la miró con paciencia, te aseguro que mientras estés conmigo, estarás a salvo... De mi y de los demás. Te lo prometo. - le sonrió transmitiendole paz.

Ella asintió por fin, sabia que se estaba arriesgando, pero tenía que confiar en él.

*****
Las horas se sucedieron interminables, Miguel manejaba de día y de noche, realmente se hallaban demasiado retirados del lugar. En varios lugares sentía que corrían peligro, los grupos criminales estaban por todas partes, lo único que lo salvaba era, que estaba, acompañado por ella y se comportaban como si fueran marido y mujer, de lo contrario hacia mucho que lo hubieran bajado para investigar si no era alguien de algún grupo rival y posiblemente hubiesen ya intentado darle muerte, había poblados en donde los seguían desde que entraban, hasta que salían, cuando veian que sólo eran viajeros de paso, entonces los dejaban seguir.

_ ¿Cómo es que llegaste tan lejos? - interrogó Miguel al ver lo contradictorio del asunto. Se suponía que el rancho de ella, estaba relativamente cerca del territorio de Lorenzo, por consiguiente también del de Rubén Mendez el hombre a quien iba a ser entregada, ¿entonces que hacía en el nuevo territorio de Lorenzo a tantos y tantos kilómetros de su lugar de origen? Tantos que iban a requerir unos tres días de camino para poder llegar.

_ No lo sé. - dijo ella. _los primeros días estuve inconsciente, me mantuvieron sedada, no me dí cuenta de mucho, pero deben de haberse olvidado de darme una de las dosis porque desperté, estabamos a la orilla de la carretera, ellos habían bajado de la camioneta, no se dieron cuenta, yo solo corrí, no se por cuanto tiempo hasta que choque contigo y lo demás ya lo sabes.

*****
Roque Mendoza se paseaba de un lugar a otro desesperado, el tiempo se le estaba agotando y esos inútiles que había enviado para entregar a su sobrina no se habían comunicado.

El hecho era, que no habían cumplido sus ordenes porque Rubén Mendez había hablado con él furioso por su incumplimiento.

No entendía como es que se había metido en ese lio, todo habia surgido como una idea insignificante, desde toda la vida había tenido envidia de Rogelio, su hermano mayor, él era bueno en lo que hacía y le gustaba trabajar en el rancho, sin embargo él no, el odiaba el trabajo odiaba levantarse temprano y odiaba recibir órdenes, así que el solo se había dedicado a despilfarrar el dinero, los enfrentamientos con sus padres habían sido constantes, hasta que se alió con gente del crimen organizado y vio la forma de ganar dinero fácil y rápido, sin embargo nunca perdonó que su padre lo desheredara y dejara todo a su hermano, ahora ése rancho se estaba convirtiendo en uno muy prospero y decidió que era el momento de reclamar lo que era, suyo, así que en una noche de copas había coincidido con Rubén Mendez, y había expresado su deseo de quitarle el rancho a su hermano, él había escuchado y a su vez había comentado que la hija de los dueños de ese rancho era muy hermosa y que él la quería para sí, así fue como surgió la idea y él ofreció entregársela a cambio de cierta cantidad de dinero y de ayuda para, poder adueñarse del rancho, sin embargo ahora Rubén estaba muy molesto y eso no era bueno, había tenido que mentirle diciéndole que no habían podido llegar al lugar en donde Rubén había pedido se la entregaran, pero en cuanto estuviera de regreso en su territorio él mismo se la llevaría a donde le dijera.

Si supiera que tanto sus hombres como ella estaban desaparecidos y  el tiempo se le venía encima, Rubén llegaba en dos días y quería a la chica. Ya había programado la cita a las afueras del pueblo en una hacienda abandonada, en donde podrían hacer la transacción sin ser molestados y sin llamar la atención.

Tenía que idear algo, y rápido, si no quería ser hombre muerto.

RESCATANDO TU CORAZÓN No.6️⃣//SERIE HOMBRES DE LA SIERRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora