CAPÍTULO 16 JUSTICIA

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Roque llegó puntual, estaba desesperado, todo le estaba yendo mal, después de su trato con David y con Mario todo estaba bien, había logrado arrebatarle a Isabelle a David, Mario le había pagado la mitad como habían acordado y el ofreció entregarle a su sobrina días más adelante, el inconveniente había sido que Julio le había cambiado la jugada, el plan era entregar a Isabel a Mario arrebatársela como lo había hecho con David y quince días después entregarla a Julio, pero él se la había pedido para el día siguiente, pensó que no había problema con eso, pero no contaba con que no había logrado comunicarse con sus hombres, ni con los que tenían a Isabelle, ni con los que había enviado a tratar con Mario, esperaba que no hubiese pasado nada grave, por lo pronto ya había resuelto ese inconveniente, Julio no tenía por qué enterarse de que la chica que le iba a entregar no era su sobrina, hasta, ahí todo estaba bien, lo que no estaba bien, era que al parecer había problemas en el rancho de su hermano, había recibido una llamada de uno de sus hombres encargados de vigilar a la pareja, pero la llamada se había cortado y no se había podido comunicar de nuevo con nadie de allá. Esperaba que solo fuera fallo de las líneas telefónicas, que ni se le ocurriera a su hermano intentar escapar porque no saldría vivo de ahí. Lo malo era que no podía ir a atender ese asunto hasta que solucionara el que tenía con Julio y eso estaba a punto de suceder.

Miró hacia el interior y se dispuso a pasar.

De inmediato los hombres armados que estaban a la entrada lo detuvieron junto con sus hombres

_ ¿Desconfías de mí? - se dirigió indignado hacia Julio.

_ Solo es precaución. - dijo Julio con una sonrisa fingida. _ yo tampoco estoy armado se abrió la chaqueta para que viera que no traía armas. _además, en cuanto salgan de aquí se les regresarán de nuevo.

_ Yo soy de confianza. - insistió un tanto nervioso.

_ Aun así. - no se dejó convencer. _si quieres trato tienes que dejar tus armas.

_ De acuerdo. - accedió por fin entregándolas. _ ¿trajiste lo acordado? - miro con recelo a su alrededor.

_ Primero quiero ver a la chica. - dijo sin inmutarse.

_ Está bien. - hizo una seña a sus hombres. Dos de ellos salieron y regresaron con una mujer joven.

La chica caminó provocativa, le habían pagado muy bien para hacerse pasar por Isabelle, Roque le había asegurado que le iba a ir muy bien con Julio, era un jefe del crimen organizado y sería un honor ser su chica, estar con él le iba a dar muy buenos beneficios, así que ella se esforzó por caerle bien.

Julio la miró, no conocía a la sobrina de Roque, pero sabía que no era ella, la examinó con la mirada, se notaba que la había conseguido en algún burdel, la hizo darse la media vuelta y asintió.

Dos de sus hombres se acercaron y la sacaron de ahí.

_ Entonces. - lo miró Roque expectante. _ ¿Trato hecho?

Julio le tendió la mano.

_ Trato hecho. - dijo con una sonrisa en el rostro. Luego un hombre se acercó con un maletín con dinero y se lo entregó. _ lo pactado. - dijo entregándoselo a Roque, quien suspiró aliviado.

_ ¡Bien! - dijo. _fue un gusto hacer tratos contigo, espero en el futuro seguir haciéndolos.

_¡Ya lo creo! - dijo Julio

Roque no se percató de la ironía de su comentario.

_ Entonces me retiro. - iba a dar la media vuelta.

_ ¡Espera! - lo detuvo Julio. _antes tenemos, que brindar por el éxito de nuestro negocio. _toma asiento y acompáñame

Roque miró hacia la salida, lo único que deseaba era marcharse de ahí lo antes posible, no fuera a ser que se diera cuenta del engaño, entonces su vida no valdría nada. Sin embargo, no le quedaba de otra más que aceptar.

De Inmediato les acercaron una botella y tres copas más, aparte de las suyas.

El observó estático mientras Julio servía el vino.

_ ¿No te dije que tengo Invitados? - lo miró. _quiero presentarte a mis socios, quizás puedas hacer tratos también con ellos.

Julio observó la sonrisa avariciosa que se formó de inmediato en su rostro, misma que cambió a sorpresa y luego a temor al ver aparecer a aquellos dos hombres.

_ Creo que ya hemos hecho trato con él. - dijo David, acercándose a ellos. _sólo que yo no tuve tanta suerte y alguien se llevó a mi chica aún antes de poder hablar siquiera con ella.

_ A mí me la entregará en unos días. - dijo Mario. _espero que tu sobrina sea tan buena como dices. - dijo a propósito, mirando con satisfacción cómo el rostro de Roque palidecía.

_ ¿Tu sobrina? - interrogó David sorprendido.

_Si, ¿tu sobrina? - siguió el juego Julio.

_ Tengo otra... - se apresuró a aclarar Roque. _tengo varias - dijo con nerviosismo.

_ ¿De casualidad no sabrás quién se llevó a Isabelle? - interrogó David.

_ ¿No es Isabelle a quien me entregarás en unos días? - lo miró Mario con rostro adusto.

_ No. - dijo Julio. _Isabelle es la chica que acaban de ver.

Roque miraba de uno a otro conforme iban hablando, un sudor frío empezó a recorrer todo su cuerpo. No era posible que después de que todo había salido tan bien, estuviera pasando esto.

_ Me temo caballeros. - se escuchó otra voz a sus espaldas. _ que ninguna de sus chicas es Isabelle. - miro a Roque que momento a momento palidecía más, pareciese como si estuviera a punto de darle un ataque cardiaco. _ Ella es Isabelle. - la llevaba tomada de la cintura. _es la única sobrina de su socio. - señaló a Roque que quiso salir corriendo, pero de inmediato fue rodeado y conducido de nuevo delante del grupo. _ y para aquellos que no lo saben. - dijo con orgullo. _ella es mi esposa. Quiero que la vean muy bien. - continuó. _porque no voy a tolerar que ni siquiera la volteen a ver, ella, sus padres y su rancho son sagrados. - los miró amenazante, así que caballeros ya lo saben.

Dio media vuelta para marcharse.

_ ¡Ah!, se me olvidaba. - se volvió. _al único que pueden echarle mano de la familia, lo tienen ahí. - lo señaló. _a su tío. Yo no quiero volver a verlo en mi vida. - lo miró, Roque sabía, que estaba dictando su sentencia de muerte. _es todo suyo. Salió llevando consigo a su esposa.

Isabel miró hacia atrás, su tío lloraba y suplicaba, pero los hombres armados ya lo tenían sometido y descargaban algunos golpes sobre él.

Miguel siguió su camino, no sentía compasión por él, sabía lo que le esperaba, había provocado a cuatro líderes del crimen organizado, aunque uno no se encontraba ahí, pero con tres le bastaba, sabía que no saldría vivo de ahí, así como ninguno de sus hombres, ni los que estaban ahí con él, ni los que él había capturado con anterioridad y ya había entregado a Julio, incluso había pedido un trato muy especial para Pablo, el hombre que los había traiciobado y que incluso había atentado contra su propio primo, quien aún permanecía hospitalizado grave, pero que se recuperaría, habían dicho los médicos. Ese hombre no sabía lo que le esperaba, él no se lo deseaba, a nadie, pero se había metido con la persona equivocada y sobre todo se había atrevido a dañar a su propia familia y para Miguel eso era imperdonable, quien dañaba a su propia sangre, no merecía vivir.

Por otro lado, Roque se había atrevido a estafar a esa gente y eso no se hacía con hombres como ellos, no si quería vivir, lo peor era que la muerte que le darían sería espantosa que no se la deseaba ni a su peor enemigo, pero él se había atrevido a violentar a una mujer inocente, no le había importado el daño que le causarían y peor aún, siendo su familia, no tenía perdón, no se lo merecía.

RESCATANDO TU CORAZÓN No.6️⃣//SERIE HOMBRES DE LA SIERRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora