CAPÍTULO 22 VOZ AMIGA

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_ ¿En dónde te habías metido? - escuchó la voz alterada de Lorenzo. _tengo días sin saber de ti.

_Pareces una señorita celándome. - dijo en son de broma. Estaba seguro de que sabía en donde estaba, al no contestar él sus llamadas, habría llamado a Marcelo o a cualquier otro, si él no hubiese contestado, así que sabría que se había internado en la sierra, en donde no había señal de teléfono y la comunicación se llevaba a cabo por otros medios.

_ Pudiste haberme avisado de tus planes. - dijo Lorenzo con más calma. Ciertamente sabía a dónde había ido, pero temía que cometiera alguna locura, no sabía que pasaba, porque nadie lo sabía, pero intuía que las cosas iban mal para él.

_ Solo quería estar solo un tiempo. Es todo. - quiso dar por terminado el asunto.

_ ¿Cómo va tu plan rescate? - insistió. No lo dejaría en paz.

_ Todo bien, la chica está a salvo con su familia y el tío no volverá a molestarles.

_ ¿Y tú?

_ Las cosas no fueron bien para mí, para ella no soy más que un delincuente del que hay que alejarse y temer.

_ ¿Porque no te regresas y hablamos?

_ No hay mucho de qué hablar, se cuándo he perdido, su padre es mi peor enemigo y ella lo ama, sin contar con que odia mi estilo de vida.

_ Tu nunca te has rendido sin luchar.

_ En estas cuestiones no sé cómo luchar. - dijo con tristeza. _intento hacerlo y me hundo más. Pero me conoces. - cambió su actitud. _esto no me tumbará. Puedo salir adelante y lo haré.

_ Sabes que cuentas conmigo. - fue lo único que pudo decir a su amigo, él decía que estaba bien, pero lo conocía, de estarlo se hubiese regresado inmediatamente, el hecho de que aún permaneciera allá, le indicaba que seguía teniendo esperanzas, por mínimas que fueran. _ te espero cuando estés listo. Acá tienes una familia que te extraña. - se despidió.

Miguel sonrió con tristeza al colgar, también él los extrañaba. Sin darse cuenta la familia de él se había convertido también en su familia, daría la vida por ellos. Se preguntó si valía la pena seguir alejado de ellos, además ni él mismo sabía que estaba haciendo, que esperaba, no la buscaría, entonces ¿cuál era el motivo de permanecer en ese lugar.

Ese día por la mañana había regresado de su incursión de varios dias a lo profundo de la sierra, allá tenían a muchos hombres trabajando y él había estado, como en los viejos tiempos dirigiendo y supervisando, y aunque sabía que todo marchaba bien bajó las órdenes de Marcelo, había una que otra cosa que corregir y lo había hecho con autoridad, como lo hacía siempre, sin embargo, ya que había vuelto y que no tenía nada más que hacer ahí, por la mañana emprendería el regreso.

*****
Sus cosas estaban ya en la camioneta, se había despedido temprano de Marcelo que ya andaba por ahí en sus actividades, iba a subir a ésta, cuando lo vio, era el padre de Isabelle. Su rostro estaba pálido y demacrado, varios hombres lo acompañaban, seguidos de un grupo de los suyos, apuntando con sus armas.

_ ¿Qué sucede? - cerró de nuevo la puerta de la camioneta. Prestando toda su atención al grupo recién llegado.

_ Los encontramos intentando entrar al rancho. - dijo uno de sus hombres, sin dejar de apuntar su arma hacia ellos.

_ MI hija desapareció. - dijo el padre de Isabelle, adelantándose a los demás.

_ ¿Y crees que yo la tengo? - lo miró con impaciencia creyendo que venía en son de pelea.

_ Tenía la esperanza de que estuviera contigo. - bajo la mirada abatido. Ayer en la mañana cuando nos levantamos ya no estaba en casa, la hemos buscado por el rancho, por el pueblo, por los poblados cercanos, por todas partes y no aparece. - lo miró con súplica, como si de verdad él la tuviera y estuviera mintiendo.

_ ¿Dijo algo? ¿Dejó alguna nota? - la angustia empezaba a apoderarse de él, al entender la gravedad del asunto, no podía desaparecer así como así, a menos de que algo malo le hubiese sucedido.

_ No, estaba muy triste y había, estado llorando.

El corazón de Miguel se estrujo al escuchar eso, sabía que él era responsable de esa tristeza.

_ Siento tanto lo que dije de ti. - volvió a hablar Rogelio. _castígame, golpearme, mándame matar, pero por favor encuéntrala y tráela a salvo. - suplicó con la mirada perdida, estaba a punto de perder la cordura por el dolor.

_ la encontraremos. - fue lo único que dijo.

Ordenó a sus hombres retirar sus armas, hizo pasar a Rogelio al Interior de la casa, no era la suya era la de Lorenzo donde se estaba quedando, había sido muy doloroso para él estar en el mismo lugar en donde Isabelle había estado, en donde todo se lo recordaba a ella por eso no se quedaba en la suya.

Pidió que les sirvieran algo de beber y de comer, estaba seguro de que no lo habían hecho. Mientras tanto, el empezó a hacer llamadas.

Rogelio lo observó y lo escuchó, no sabía cómo había sido tan estúpido de juzgarlo, mientras más lo veía, más lo admiraba, tenía fuerza, tenía poder, autoridad y sobre todo un gran corazón, ahora se daba cuenta. En lo que ellos terminaron de comer, él ya tenía noticias y un plan de acción.

_ Mis hombres me informan que ayer en la madrugada estuvo aquí, pidió que la llevarán a donde yo me encontraba, eran dos los hombres que tenían que salir para allá y los convenció de llevarla, así que salieron, se les vio pasar por algunos poblados y ella iba con ellos, pero es necesario que vayamos hacia allá a buscarla.

_ ¿Cuando salimos? - dijo Rogelio de inmediato.

_ Solo iré yo. - dijo con firmeza. _ el lugar es muy peligroso y difícil, y si ustedes no están familiarizados con él, serían una carga en lugar de una ayuda, lo bueno es que sabemos hacia donde se dirigen y sabemos por dónde buscar. - trató de tranquilizarlo. Lo que no le dijo es que no habían llegado a su destino y en algún punto del camino no se les había visto más.

_ Pero es mi hija. - trato de protestar.

_ Es arriesgado que vayan. - insistió. _ te prometo que te la traeré.

_Jefe. - los interrumpió uno de sus hombres. _todo esta listo.

_ Bien. - miro a Rogelio. _nos tenemos que ir, ya di órdenes de que los lleven a su rancho, en cuanto tenga noticias de ella te las haré llegar. La encontraremos. - aseguró al ver la desesperanza en su mirada. _te la devolveré. - prometió mirándolo a los ojos. _aunque no lo creas, la amo y no me importa que ella me desprecie cuidaré de ella y te la traeré.

Dio la media vuelta y salió. Luego se escucharon los motores de varias camionetas partiendo.

RESCATANDO TU CORAZÓN No.6️⃣//SERIE HOMBRES DE LA SIERRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora