Capítulo 4

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Tres días después de enviado su formulario, Taehyung recibió un sobre enviado por la agencia en donde le confirmaban que habían comprobado todos los datos dados y que oficialmente el día de su subasta había sido fijada. Dos semanas, solamente tenía dos semanas para prepararse psicológicamente para aquello.

Ahora solo le quedaban veinticuatro horas y su ansiedad empezaba hacerse notable. Se había fumado una cajetilla de cigarros en la última semana cuando normalmente le duraban más de un mes y muchas veces los botaba rancios.

Bogum intentó contactarlo muchas veces pero, tras una llamada telefónica en el que le pidió una vez más que no lo molestara más y que todo había acabado, este dejó de fastidiarlo. Según sus actualizaciones en las redes sociales ya hasta tenía una nueva pareja y nada de aquello pudo importarle menos. Simplemente lo bloqueó no porque le afectara, sino porque sería evitar que este lo volviera a contactar o ver sus publicaciones sin necesidad. No le importaba lo que ocurriera con su vida a decir verdad.

Con Hoseok, bueno, como siempre... Era lo mejor que le ocurrió a su vida. No se había repetido lo de aquella noche aunque sí dormían de vez en cuando juntos como solían hacerlo, con la única diferencia de que sus abrazos ahora iban acompañados de besos no precisamente en las mejillas.

Durante todo ese tiempo su apoyo fue esencial, saber que lo tenía ahí era todo lo que necesitaba. El pelirrojo también había dejado de tener esos encuentros casuales que tenía bastante seguidos con desconocidos de las aplicaciones y no podía negar que su corazón se tranquilizaba ante esto.

Nunca le gustó que estuviera con un hombre diferente cada dos días pero no lo juzgó, lo apoyaba, era su vida y sin importar lo que pasara, él siempre estaría ahí para apoyarlo. Eso no quitaba que ahora se alegraba de que sus noches ahora fueran compartidas siempre y cuando ellos no tuvieran que trabajar.

— ¿Estás nervioso? —Preguntó el mayor abrazado a él en el sofá viendo que Syohee ya estaba dormida.

— Muchísimo, no sé qué es lo que me depara el día de mañana. Ellos solamente me mandaron el atuendo que debía llevar y la dirección a la que tengo que ir. Me irán a recoger a las diez de la mañana.

— Una vez que finalice la subasta... Eh... Deberás irte con tu postor, ¿no? — Preguntó y Taehyung asintió indicándole que hiciera silencio.

Se levantó cuidadosamente para tomar a su madre entre los brazos y llevarla a la cama. La arropó con cuidado, depositó un beso en su frente y regresó a la sala, encontrándose con todo apagado. Siguió a su habitación, viendo como Hoseok preparaba la cama y no pudo evitar sonreír apoyado en la puerta.

— Cierra la puerta, tonto. — Hizo caso y se aproximó para abrazarlo por la espalda. — Te has vuelto un pegajoso, más de lo que ya eras — Rió viendo la mueca que hacía de soslayo.

— ¿Te molesta?

— En lo absoluto. — Se giró entre sus brazos para mirarlo a los ojos y lo besó. — Me gusta tu proximidad y lo sabes.

— Respecto a tu pregunta, no sé si mañana mismo deba irme con el ganador de la subasta. Todo queda en sus manos, si desea cobrar su premio mañana mismo así lo hará, sino para cuando se me diga. — Buscó signos de molestia en el rostro del mayor pero este solo sonrió. — ¿No estás molesto?

— Ya hemos hablado de esto, Tae. Nada de esto me molesta, no estoy cómodo con la situación porque se me hace aún rara pero no me molesta. Ya sea mañana, en un mes o en un año, no me importa. Yo estaré aquí para ti.

— Gracias, hyung. — Buscó sus belfos con cierta necesidad y los encontró como siempre receptivos para él.

— Deja de agradecer y vamos a dormir. Debes lucir bien mañana y tenemos que levantarnos temprano para ir a tu apartamento porque es allí a donde te recogerán. Yo iré contigo y allí te esperaré hasta que regreses.

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