¿En qué siglo estaban? Parecía que lo estuviesen vendiendo en el mercado de esclavo en algún pueblo en la dinastía Goryeo en donde su orgullo era pisoteado sin condescendencia.
Estaba ahí por decisión propia, necesitaba de aquello pero le parecía que el precio a pagar estaba siendo más alto que aquel que recibiría. Estaba entregando algo más valioso que su cuerpo, sino su integridad como persona, su dignidad. Parpadeo varias veces para contener sus lágrimas porque ya no había marcha atrás.
En el trayecto de encontrar el punto más lejano en la habitación, pudo ver a cada uno de los presentes. La mayoría miraba a sus contrincantes, murmuraban o lo observaban a él con los ojos llenos de lujuria.
Habían hombres ligeramente de todas las edades pero había una que ni siquiera entendía que hacía ahí. ¿A ese señor se le pararía incluso si consumía un camión de viagras? Controló su cara de disgusto e internamente hizo una plegaria para quien fuera que lo estuviese escuchando, no lo dejaran ir con ese vejestorio porque moriría antes de llegar a su destino.
Volvió a barrer la habitación, algunos eran los típicos señores que se notaban eran dueños de importantes negocios o quizás políticos, era difícil de saber pero sabía que mínimo uno de ellos lo era. Sin embargo, hubieron dos hombres que parecían de su edad o máximo cinco años mayor que él.
El rostro de uno le sonaba de algún lado, así que hizo memoria en su mente y casi brincó al recordarlo. Jung Yonghwa, él era un ídolo de familia pudiente, jamás imaginó que alguien como él necesitara estar ahí para pagar por un hombre y la virginidad de este. Sus miradas se cruzaron, una sonrisa ladeada apareció en su rostro.
Pasó de él dirigiendo su vista hacia el otro sujeto, no le sonaba de nada pero debía admitir que era también extremadamente atractivo. ¿Qué hacían ese tipo d hombres ahí? No es que le molestara pero no lo entendían, literalmente podrían tener a cualquiera, ¿por qué ir allí?
A diferencia de Yonghwa, este elevó una ceja regresando su atención desinteresadamente a su teléfono. Rico arrogante y engreído, típica combinación provocadora de náuseas.
— Caballeros, estoy seguro que él es uno de los hombre más hermosos que han visto en sus vidas. Lo llamamos "V" pero, queda claro que el ganador podrá conocer su verdadero nombre. — La molesta luz volvió a alumbrarlo pero de cierta forma lo agradeció porque no quería ver a ninguno de esos tipos. ¿V? ¿Desde cuándo lo habían nombrado así? — Embellecerá y calentará su cama como ningún otro.
Escuchó a Seojoon decir estupidez y media para empalagar los oídos de los presentes pero, en un punto el anciano sentado al frente envuelto en canas y arrugas que mantenía su andador a un lado lo interrumpió.
— 150 0000 dólares. — Ofreció y todos lo observaron, pudo escuchar pequeñas risitas y cuando la luz bajó, vio la diversión en el rostro de varios, seguramente pensando lo mismo que él.
¿A dónde iba él con esa emoción?
Le daba cierta lástima y por un segundo sopesó la idea. Con alguien que posiblemente ni siquiera lograra una erección sus chances de salir ileso de eso eran mayores. Mas al pensar que aunque aquello no le funcionara intentaría besarlo y tocarlo, alejó velozmente todo pensamiento de su cabeza para no volver a soltar lo que no había comido.
— Bueno, bueno, ya veo que quieren empezar de una vez. — Todas las pantallas de la habitación mostraron el número dicho por el anciano. — Demos inicio a la puja. Ya ofrecieron 150 000 sobre el precio inicial. ¿Escucho 200 000?
— ¡250 000! — Exclamó otro y Taehyung se contuvo para no boquear, ya se había ido por arriba del doble del precio inicial. Eso era un cuarto de millón, no se lo podía creer.
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Subasta
FanfictionA tiempos desesperados, medidas y salidas desesperadas. Cuando su situación financiera lo deja entre la espada y la pared, Kim Taehyung toma la alocada decisión de subastarse para salir de todos los apuros. Safe creative © 2007214814704