Capítulo 30

21.1K 2.8K 2K
                                    

Desde que decidieron darse una oportunidad y comenzar su relación, todo había sido miel sobre hojuela aunque, hubiera algunos momentos de tensión pero sin llegar a molestarse como tal. Jungkook en ocasiones llegaba a actuar un poco egoísta si de tiempo se trataba. Él quería pasar cada segundo libre junto a Taehyung, sin embargo, sabía que este también tenía sus obligaciones.

El cuidado de su madre absorbía la mayor parte de su tiempo aunque este a veces lo compartían y ambos cuidaban a Sunhyo. No tenía quejas, buscaban siempre la forma de tener agradables momentos de esparcimiento los tres sin agotarla mucho físicamente cuando no estaba en sus mejores días.

Las horas en las que Taehyung estuvo trabajando como modelo fueron las que más le chocaron al pelinegro. Tener que permanecer a la espera pudiendo aprovechar para estar juntos a veces lo irritaba. Sin embargo, jamás le dijo algo de esto a Taehyung, más allá de quejarse diciéndole que lo extrañaba, no le decía nada porque comprendía a la perfección que estaba laborando.

Eso y bueno, estaba también el hecho de que se sentía orgulloso viéndolo crecer profesionalmente sin depender de nadie más que de él. Cuando volviera a comenzar su semestre podría incorporarse y poco a poco, estaría retomando las riendas de su vida. Eso era lo que más deseaba, verlo valerse por sí mismo, superarse y sobre todo, verlo cómodo y feliz.

Otra cosa que generaba cierta incomodidad entre ellos era la presencia de Hoseok. Las miradas de este e incluso cuando los ignoraba, todo creaba cierta incomodidad que a tanto al pelinegro como a Taehyung les afectaba pero cada vez era más leve pues apenas se encontraban y los tres se habían hecho a la idea de que así estaba la situación y debían aprender a convivir juntos aunque no fuera lo que más desearan.

El menor también se tensó en algunos momentos ya fuera por no poder comunicarse con Jungkook cuando más lo extrañaba o quería verlo y este trabajaba. Recién se estaban conociendo correctamente, era normal que existieran pequeñas desavenencias pero, por alguna razón, nunca hubo una molestia como la que atacaba al rubio esa noche.

Al entrar a la mansión siendo cargado por el dueño de este, sintió la molestia desaparecer y reaparecer como intermitente porque le causaba gracia su preocupación. Cuando lo dejaron caer como un saco de papas sobre la cama del dormitorio de Jungkook al que no había entrado hasta ese momento, volvió a molestarse por la forma brusca en que lo dejó caer.

Sus molestias quizás eran un poco infundadas pero ahí estaban. La primera se trataba de la señorita Hyoyeon y la forma tan descarada y provocativa en la que esta se le insinuaba sin que su pareja le pusiera un "stop". Sabía que Jungkook siempre tendría aves carroñeras revoloteando sobre él pero esperaba que por respeto a su persona, él supiera trazar una línea con todos sin tener que ser grosero o afectar lo que sea que necesitara hacer.

Justo como lo hizo él con Yonghwa en cuanto notó la lascivia en su mirada. Ambos tenían la libertad para interactuar con todos, lo único que pedía era que hubiera respeto para evitar incomodarse o pasar un mal rato sin necesidad.

Como si esa inesperada e insoportable situación fuera poco, ese momento de la noche en la que Jungkook pareció sentirse mal a sus ojos, en donde él fue en su búsqueda para que el pelinegro le rehuyera como si algún virus portara delante de todos también le molestó. Todos se quedaron mirando casi con pena cuando su pareja quitó sus manos con lo que para él carecía de toda sutileza para alejarse a paso apresurado fuera de aquel salón.

Si le hubiera dicho que necesitaba un momento al menos con su mirada él no se hubiera incomodado tanto al quedarse como un tonto preocupado delante de su familia. Regresó como si nada hubiera pasado y ni siquiera ene se instante fue capaz de decirle el motivo de su retirada o al menos calmarlo diciéndole que todo estaba bien.

SubastaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora