Felicidad, palabra que describía la emoción sentida por esos hombres que en ese instante sostenían sus manos. El camino para llegar ahí duró meses pero se sintieron como años. Angostos momentos de incertidumbre, agonía, temores, noches de incertidumbres, llantos cuando aún quedaban dudas de la profundidad y veracidad de sus sentimientos. Decisiones dolorosas así como egoísta que se vieron obligados a tomar siguiendo los designios de sus corazones. Todo eso conllevó a ese momento en el que ambos sonreían felices dando un "sí" protagonista de vítores, sonrisas y lágrimas rebosantes en todos los presentes, incluyendo el recién formado matrimonio.
Ambos con sus manos tomadas lucían sus hermosos trajes negros y azul celeste a escasos metros del mar. El clima acompañaba su dicha, sus testigos la felicidad aunque todos tuvieran por momentos variadas sensaciones que no podían opacar al sentimiento principal, al amor que rondaba en el aire.
Antes de salir de su habitación, Jungkook tuvo su pequeña y última crisis de miedo. ¿Qué tal si Taehyung se arrepentía y a último momento no aparecía? ¿Qué tal si toda esa buena suerte que estaba teniendo no era más que un precioso sueño? Lo pensó, temió pero eso duró pocos minutos, sabías que el hombre que él amaba, le correspondía con creces.
Cuando lo vio llegar junto a un Hoseok del que ambos se burlaron con la mirada por su extraño caminar repentino mientras él aguardaba con su corte de amigos parados a su lado, — a excepción de Jimin claro estaba — pudo confirmar una vez más que ese amor no tenía barreras. No existían fronteras capaces de separarlos jamás sentimentalmente.
— Hace unos días hablamos del final. — Hablaba Jungkook tomando las manos de su esposo, perdiéndose en esos bellos ojos y sonrisa, deleitándose con el carmín que ahora bañaba sus mejillas. — Juntos llegamos a la conclusión de que, no se trata de ese nombrado final, sino de todo lo que vivimos, de cada minuto que debe ser valorado y vivido al máximo. Sin importar el futuro, aún si mañana no amanece para alguno, tú y todo lo que hemos compartido, lo que hemos sentido, guardado y vivido, son mi final feliz.
Taehyung se había prometido no llorar pero se dio cuenta que esa fue una promesa que no debió haberse hecho desde el momento en que vio a Hobi entrar a su habitación. Estaba desbordado de emociones pero aunque pareciera imposible, la tristeza al menos momentáneamente, no era parte de ellas.
Las lágrimas que corrieron por su mejilla cuando vio a un nervioso Jungkook aguardar por él jugando con su traje y moviéndose de un pie al otro siendo regañado por sus amigos para que se estuviera tranquilo y no sudara demasiado, fueron lágrimas de alegría. Esas que lo humedecían ahora, eran lágrimas de satisfacción y dicha mezcladas con ese sentimentalismo que muchas bodas provocaban. Porque él se estaba uniendo en matrimonio con el hombre que amaba y por el que si pudiera, daría su vida.
— En esta vida no todos reciben un milagro y cuando lo hacen, no lo notan porque lo ven como algo más que simplemente llegó a su vida aún cuando lo tienen delante. En mi caso, Tae, eres tú mi gran milagro. Lo tuve, lo tengo y lo tendré siempre conmigo. ¿Qué más podría desear? Disfruto cada respiro que compartimos, cada parpadeo que me permite verte una vez más. Agradezco cada vez que mis párpados vuelven a elevarse y la luz de la vida llega acompañada de tu imagen. En cada ocasión que eso ocurre, revivo otra vez.
Con parsimonia, el pelinegro se acercó más a él, olvidando el notario, el resto de los presentes. Atesoró su rostro entre sus manos, besó y limpió sus lágrimas antes de apoyar sus frentes. Sus narices se rozaban, sus precipitadas respiraciones se intercambiaban.
— Imagínate si uno viviera y disfrutara estos hermosos, estos maravillosos momentos por pensar en mi salud, en el tiempo, en un final que nunca se sabe cuándo llegará aún cuando se tiene la fecha exacta. Imagina, mi amor, cuánto me perdería, cuán oscuro y triste sería ese fin si no apreciara y gozara de estos instantes. Tengo que agradecerte por tantas cosas que me has brindado. Comenzando por mis ganas de vivir con cada sonrisa tuya que veía, hasta la hermosa familia que estoy teniendo la oportunidad de crear y experimentar. Literalmente, Kim Taehyung, te debo mi vida y por eso hoy vuelvo a entregarte mi corazón.
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Subasta
FanficA tiempos desesperados, medidas y salidas desesperadas. Cuando su situación financiera lo deja entre la espada y la pared, Kim Taehyung toma la alocada decisión de subastarse para salir de todos los apuros. Safe creative © 2007214814704