Capítulo 17

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Taehyung le había dicho con sus propias palabras que deseaba hacerlo con él, podía percibir como al encontrarse con su boca o cuerpo los envolvía un torbellino de deseo desbordante. Eso hubiera sido más que suficiente pero pese a sus palabras, podía sentir como el rubio temblaba entre sus brazos, motivo por el cual se detuvo, encontrándose con su perdida mirada llena de lujuria.

— ¿Qué sucede? —Preguntó el menor aferrándose a su cuello, deteniendo los besos y toques que le brindaba a Jungkook. — ¿Por qué te detienes?

— Estás temblando...

— Eso es por el aire acondicionado, si seguimos como estamos entraré en calor. — Musitó sobre sus labios, sonriendo al ver como Jungkook reía.

—Estás tenso...

— Eso es porque estoy temblando.— Espetó buscando con cierta necesidad sus labios, deseaba sentir su piel, sentirlo a él y por primera vez ir más allá de las masturbaciones antes compartidas.

El pelinegro correspondió su inquieto beso por varios segundos, dejando que su espalda fuera acariciada, su cuello succionado y su entrepierna presionada, todo fluía correctamente en apariencia pero aún así, detuvo la deliciosa sesión de caricias.

Decir que los labios enrojecidos y levemente hinchados de Taehyung eran un poema, sería escatimar en epíteto para su persona.

Cada faceta del rubio era digna de admiración y a pesar de todo se sentía afortunado de poderla presenciar personalmente. Era absurdo pensar en ese momento que lo tenía entre sus brazos en aquel pelirrojo que podía contar con su presencia diariamente, sentirlo, abrazarlo sin contención siempre que lo sintiera. A él le tocaba conformarse con esa única vez que le brindaba y no podía mentir, eso le dolía, lo molestaba.

— ¿Ahora qué sucede? — Cuestionó el menor acariciando el apagado rostro ajeno. ¿Por qué lo observaba con esa nostalgia, con esa tristeza penetrante? — Kook...

— Vamos para que tomes un baño primero. Es tu primera vez después de todo, así que vayamos despacio, aunque sea solo algo propiciado por una subasta, aunque tengas novio y no nos volvamos a ver después de hoy, hagamos las cosas bien. ¿Sí?

Eso fue un poco incómodo de escuchar para el rubio pero aún así asintió separándose gradualmente del pelinegro cabizbajo que sonreía a la nada. Quería abrazarlo y eliminar cualquier pensamiento negativo o angustia que lo acongojara pero solo tomó sus ropas y lentamente se alejó hacia el baño.

Cuando la silueta del menor desapareció por las puertas del cuarto de baño en aquella suite, Jungkook cerró sus ojos dejando salir las lágrimas contenidas porque toda esa situación significaba demasiado para él, asimismo, le afectaba con la misma magnitud.

Secó sus lágrimas tras varios segundos y avanzó en silencio hacia el bar. Do debía beber pero una copa más de champán le ayudaría a mitigar ese infame deseo de querer adueñarse de una persona cuando esta no era un objeto y no quería estar a su lado. Si bien Taehyung le había confesado que sí le gustaba y deseaba que aquello ocurriese, no significaba que quisiera permanecer a su lado como él lo deseaba.

Estaba aclarando el jabón de su piel cuando el rubio escuchó un gran estruendo en el exterior que inminentemente lo hizo preocupar. Se apresuró para eliminar los restos del gel de baño, tomó el albornoz y salió apresuradamente encontrándose con un gran desastre cerca del bar. Al parecer, a Jungkook se le habían caído la botella y una de las copas.

— ¿Cómo ocurrió esto? — Preguntó ganándose la atención del pelinegro que lo estudió cuidadosamente con una mezcla de lascivia, cariño e incredulidad que provocó la sublevación de cada vello en su piel, tragando en seco por consecuencia.

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