Quizás por costumbre, la primera cosa que hizo Taehyung al dar en sí, fue tantear su cama en busca del cuerpo de Hoseok aún adormilado sin abrir sus ojos. Por fracciones de segundos quedó un poco confundido pero un mal movimiento buscando acomodarse le hizo sonreír recordando lo sucedido el día anterior.
No recordaba el tiempo que hacía desde la última vez que pese a la punzada en su espalda baja, se había despertado tan relajado, descansado y liviano. Elevando lentamente sus párpados recorrió la cómoda cama en la que se encontraba, llevándose la no tan sorpresa de su desnudez. Después de lo ocurrido ambos se quedaron dormidos sin siquiera volver a ducharse o mínimo vestirse.
Se acomodó rápidamente con un extraño temor recorriéndolo, no ver a Jungkook no era algo que se esperase pero bastaron algunos segundos para escuchar a lo lejos el agua del baño correr y solo eso hizo que en su rostro nuevamente se dibujara una sonrisa.
Envolviéndose en una de las sábanas se levantó finalmente, debatiendo si debía seguir su instinto o no, optando por por dejarse llevar, caminó lentamente hacia el baño. Sostuvo el manubrio de la puerta para inhalar profundamente en busca de valentía y entró.
Eso era definitivamente un buen despertar y una gloriosa vista. Recorrió con la mirada desde las pantorrillas aquellas bien formadas piernas, sus muslos y ese trasero asesino por donde el agua corría. La espalda de Jungkook resaltaba tanto debido a su estrecha cintura, su cuello y ese cabello mojado... Era perfecto y no existía quien pudiese decirle lo contrario.
Con suavidad, dejó caer la sábana blanca que lo envolvía y se dirigió algo nervioso hacia él. No sabía si estaba cruzando una línea al invadir su espacio íntimo de esa manera pero era un riesgo que valía la pena correr. Corrió la puerta de cristal llamando la atención del pelinegro que se volteó totalmente desubicado y entró junto a él a la ducha, rodeando su cuerpo con los brazos, permitiendo que el agua también lo alcanzara, besando sutilmente su pecho, cuello y por último, esos labios que pese a su sorpresa le dieron una gran bienvenida.
— Buenos días... — Musitó Jungkook mostrando una tenue sonrisa. — Iba a despertarte cuando subieran el desayuno que mandé a pedir. ¿Cómo te sientes?
— Adolorido pero de maravillas. — Admitió mostrando su amplia sonrisa, depositando sus manos en la cintura. — ¿Cómo amaneciste tú?
— Muy bien, no acostumbro a dormir tanto pero pude dormir más de ocho horas a tu lado. — Sus ojos parecían estar viendo un hermoso espejismo que deseaba contemplar cada día pero que sabía pronto desaparecería como si nunca hubiese llegado y eso lo mantenía tristemente con los pies sobre la tierra. — Ya he terminado, puedes tomar una ducha y luego salir para desayunar, pedí analgésicos por si tenías mucho dolor.
— El dolor es soportable, no es tan grave. — Espetó Taehyung abrazándolo con mayor fuerza. — ¿Puedo ducharme contigo? Necesitaré un poco de ayuda para restregar mi espalda. ¿Podrías ayudarme con eso?
El mayor asintió admirando en silencio el cuerpo al que sus manos iban a tocar una vez más. Como fue pedido, lo ayudó a bañar, sintiéndose feliz de poder estar compartiendo un momento de esa índole junto al hombre del que no supo en qué momento se enamoró aún sin conocerlo realmente como lo había estado haciendo lentamente desde aquella subasta.
Para el rubio fue inesperado cuando fue fuertemente abrazado por la espalda, con un mentón que se apoyaba sobre su hombro dentro de una ducha donde ya no corría el agua pero sí incontables sentimientos. Fue un momento lleno de seguridad y tranquilidad entre esos brazos en donde se sentía protegido.
El desayuno fue tranquilo, hablaron de temas bastantes triviales que no los envolvían a ambos. Alargaron ese momento lo suficiente como para que los alcanzara el mediodía viendo videos y riéndose de cualquier tontería viralizada en internet mientras estaban sentados en la cama de aquella suite. Hubieron besos y caricias sutiles, miradas encontradas y otra que pasaron desapercibidas.
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Subasta
FanfictionA tiempos desesperados, medidas y salidas desesperadas. Cuando su situación financiera lo deja entre la espada y la pared, Kim Taehyung toma la alocada decisión de subastarse para salir de todos los apuros. Safe creative © 2007214814704