Capítulo 40

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— No me has respondido... — Musitó con voz ronca, sintiendo las miradas de sus novios sobre él, zafando parte de su pantalón para dejar su erección adolorida en libertad. Con esta rozaba sus glúteos, lo hacía dar respingos en su lugar haciéndole creer que lo penetraría cuando solamente lo provocaba. — ¿Quién deseas que te folle primero, Hobi?

¿Hobi?

El nombrado jadeó profundamente apoyando su frente a la pared, entre su nombre saliendo de los labios de Yoongi y la forma en que este lo masturbaba, era difícil pensar. ¿Qué tal si decía un nombre y luego alguno de los otros se incomodaba? ¿Cómo realmente podría escoger a uno?

— No hay celos entre nosotros, no pienses en qué vas hacer, solo hazlo, haz todo lo que te plazca. — Comentó como si pudiera leerle sus pensamientos. — Sé sincero conmigo, — apretó su miembro estirándolo hacia adelante — ¿Quién deseas que entre primero en ti?

— T-Tú, hyung. — De forma ladeada Yoongi sonrió, alejando su pene del pliegue de su trasero para tirar de él hasta la cama entre besos y abrazos apasionados que el pelirrojo no esperaba, dejándolo a la vista de todos.

A diferencia de lo que Hoseok esperaba, una orgía hambrienta de lujuria y desenfreno, a pesar de la actitud demandante que Yoongi había estado llevando, ninguno se abalanzó hacia él. Fueron rodeándolo como si estuviera en una reunión escolar donde a él le tocaba contar alguna historia. En este caso, esos cuatro hombres fueron los que comenzaron a trazar y mostrare una historia donde él era el protagonista de la noche.

Entrelazaban sus manos mirándolo, sonrojándolo e intimidándolo con cada mirada o sonrisa. Cuatro hombres diferentes, cuatro mentes diferentes que estaban acopladas como animales salvajes que creaban su propia manada pero manteniendo tanto su personalidad como identidad única.

—Sé que este momento puede parecer un poco raro para ti aún. A pesar de que hemos estado interactuando cada vez más seguido, de lo que hemos compartido hasta ahora, nada se asemeja a lo que ocurrirá hoy aquí. — Habló Seokjin besando su hombro, su mejilla, deteniéndose delante de sus labios como si nunca antes se hubieran besado. — Dado a que es un paso diferente, quiero volver a preguntarte. ¿Estás seguro de esto? ¿Puedo besarte?

Hoseok miró a los otros tres, lo ponían nervioso esas preguntas porque no sabía cómo reaccionarían los demás mas, sus relajados semblantes le permitieron asentir. La llegada de los suaves y marcados labios del castaño tardaron un poco en llegar, casi se echaba él hacia adelante pero este le estaba haciendo ver que no tenían prisa. El primer contacto fue sutil, apenas un roce leve para avisar su presencia, después llegó otro algo más sugestivo pero sin cambiar la calificación de todo público a adulto.

Cuando su mentón fue besado y su labio inferior tirado, cerró completamente sus ojos dejándose llevar, descifrando el sabor de aquella boca como si fuera la primera vez que la degustaba.

— Lindo... — Murmuró con una sonrisa en sus labios. — Cuando me acerqué a ti, no te visualicé del todo entre nosotros pero el día que me dijiste que te gustaría intentarlo y ver cómo es que funcionamos, supuse que encajarías perfectamente si quisiera porque solo bastaba tu voluntad y deseo de querer estar entre nosotros. No sería fácil, aún no lo es pero espero que de esta experiencia, así sea solo esta vez, quede plasmada en ti de forma gratificante.

Hoseok parpadeó porque no estaba esperando que hablaran tanto, que buscaran integrarlo desde el comienzo de esa forma sin dejarlo perdido luchando por un espacio en el cuál encajar.

— Ya nos has vistos, peleamos muchas veces, discutimos como lo hacen las parejas normales solo que al cuadrado porque no siempre es con la misma persona. — Se burlaba Jimin torpemente. — Pero nos queremos, nos amamos a nuestra manera, erramos en el intento y volvemos a intentarlo siempre que todos queramos. No es algo hecho para todo el mundo pero eso es mejor, nos hace privilegiados. — Sus ojos fueron de los ojos a los labios del pelirrojo. — Yo también quiero besar, ¿puedo hacerlo ahora?

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