Capítulo 26

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Si bien Taehyung estaba acostumbrado a despertarse y sentir el cuerpo de Hoseok a su lado, este siempre lo mimó incluso con desayuno o cualquier otra cosa, sin embargo, era la primera vez que se despertaba sintiéndose tan rebosante de dicha. Su sonrisa no abandonó su cara cuando abrió los ojos y vio al mayor aferrado a su cuerpo con ese cabello azabache regado en su pecho. Todo se sentía diferente, correcto, legítimo, tierno.

— ¡Buenos días! — Escuchó susurrar antes de que el pelinegro alzara su cabeza para mirarlo. — Pude sentir tu respiración cambiar en cuanto despertaste.

— ¿Ya estabas despierto? — Preguntó el rubio entrelazando los dedos en su cabello con una sonrisa, regocijándose en ese mira y risa que el mayor dejó escapar mientras besando todo el camino hasta sus labios. — Acabamos de despertar.

— No me importa, estoy tan feliz en este momento que absolutamente nada importa. Teniéndote aquí, despertando sin el temor de que te irás y no nos veremos más como la última vez, es lo mejor. — Besó nuevamente sus labios y sonrió. — Justo entre tus brazos, yo podría morir en paz, el mejor lugar para cerrar mis ojos son estos brazos tibios que ahora me sostienen.

— Y siempre te sostendrán pero, ¿realmente debes hablar de temas tan feos acabados de levantar? No hables del final, ni de cosas tristes. — Jungkook asintió susurrando una disculpa sobre sus labios. — ¿Desayuno?

— Puedes tomar una ducha mientras yo lo preparo. — Cerró los ojos exhalando con pesadez, estriándose sobre el cuerpo contrario. — Pensar que debo regresar hoy a la ciudad y volver a la ocupada vida de Jeon Jungkook, CEO de Sasung Electronics cuando él solo quiere pasar el día con su finalmente nuevo novio.

— Bueno, tu nuevo novio no se irá a ninguna parte y puedes hacer todos tus pendientes mientras yo regreso a la casa. Podremos encontrarnos después, tendré unas semanas con trabajo de la agencia pero estaré nuevamente a tu disposición, después de todo, ahora no tengo grandes preocupaciones, tengo un milloncito y poco más en mi cuenta bancaria.

— Oh, tienes mucho más que eso.— El rubio enarcó las cejas y el mayor solo atinó a sonreír, besando su entrecejo. — Vamos al baño, te ayudo a ir.

— Puedo solo. — Rebatió el menor y Jungkook asintió divertido saliendo de la cama para ir hacia una de las puertas que habían en su habitación.

Había estado acostado todo el tiempo y, si bien sintió cierta incomodidad en su trasero, creyó que sería como la primera vez, olvidando que el día anterior fue mucho más intenso. No solamente lo hicieron más dude una vez, sino que las cosas se volvieron un poco más salvajes de lo esperado y si bien el pelinegro nunca dejó de ser cuidadoso también fue un poco más agresivo en el mejor de los sentidos.

Mientras lo estaba experimentando, no hubo indicios de dolores más allá del comienzo algo tortuoso pero una vez que este pasó y le dio paso al placer, todo lo que hubo fue disfrute, orgasmos e intercambio de algo más que pasión. Fue más que placer carnal, sino espiritual al lado de la persona que amaba pero ese acto, fue el causante de que ahora estuviera siendo ayudado a levantarse del suelo.

Cuando intentó alzarse y caminar las punzadas en su espalda baja lo hicieron flaquear, sus piernas no lograron sostenerlo y el encuentro con la brillante madera no se hizo esperar. La risa estridente de Jungkook aún cuando se apresuró a ayudarlo tampoco se hizo esperar, fue sonora e incluso aumentó cuando Taehyung le pegó por burlarse.

— L-Lo siento, no me río, no me...— Se carcajeó infectando a al rubio que se carcajeaba siendo sostenido. — Pero es que por eso te iba ayudar, lo supuse pero como dijiste que podías solo.

— Algún día me vengaré. — Protestó.

— Solo te pido que me avises para así comprar una silla de rueda, prefiero trasladarme cómodamente.

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