— ¿Aún nervioso? — Preguntó el pelinegro una vez que se detuvieron frente al portón de entrada esperando que este se abriera.
— No... Sí, pero solo un poco. — Agregó evidenciando su nerviosismo haciendo sonreír a Jungkook. El mayor depositó un beso en sus labios ignorando su vergüenza frente al conductor pero tras varios segundos, esa vergüenza desapareció de Taehyung.
Cuando se detuvieron minuto atrás, creyó que ya habían llegado pero desde que atravesaron el portón hasta que finalmente se estacionaron pasó algún tiempo. El rubio no sabía que los terrenos de la propiedad de los Jeon abarcaban kilómetro a la redonda desde donde estaba ubicada la mansión.
A primera vista, la casa de los Jeon lucía menos llamativa que la de su hijo pero no obstante, Taehyung no podía evitar permanecer tanto asombrado como nervioso a medida que se iban acercando y esta se hacía más grande ante sus ojos. Jugueteaba con sus dedos, esos que se entrelazaron con los de Jungkook cuando este notó que comenzaba a lastimar sin querer sus cutículas.
Otro motivo para su nerviosismo era el chofer que suplía al insoportable de Min Yoongi. Ya estaba acostumbrado a sus sarcasmos, sus miradas e indiscreciones en ciertos casos pero ese sujeto que parecía estar demasiado concentrado como para siquiera mirar por el retrovisor, era mucho más incómodo de lo que fue el peliverde en un comienzo.
Al descender el vehículo, el menor notó otros dos vehículos más que atribuyó en un comienzo a los padres de Jungkook pero al observarlo, notó como el mayor tensó por completo su rostro mostrando su desagrado. Era evidente que conocía a sus propietarios y que la presencia de estos no estaba en los planes. Según lo dicho, la cena iba a ser únicamente de cuatro personas, sus padres y ellos pero tal vez no iba a ser así.
El pelinegro no llevaba un traje entallado que pareció quedarle pequeño por unos instantes en donde se reajustó la corbata y saco. Taehyung no entendía por qué tanta formalidad cuando simplemente irían a comer con sus padres. ¿Debía usar trajes incluso cuando iría a ver a su familia?
Para él, era su primera visita, estaría conociéndolos a ambos oficialmente como su pareja, algo entendible que optara por llevar un atuendo más formal pero su propio hijo, sentía que era demasiado. No obstante, no opinó sobre ellos y simplemente dejó ser a su pareja, ayudándolo incluso a alisar su saco.
Jungkook sostuvo las manos del rubio en su pecho, cerrando los ojos para exhalar algo más tranquilo liberando su repentina tensión. Su buen humor tambaleó en cuanto vio ese automóvil, su propietario era especialista en sacarlo de quicio. Sin embargo, esa noche tenía lo más importante junto a él, Kim Taehyung, su ahora novio. Todo lo demás era irrelevante y de esa forma debería permanecer.
Acarició sus manos con sutileza y las colocó en su cintura, haciendo lo mismo con las suyas pero en la cintura contraria, envolviéndolos a ambos en un abrazo.
— Un beso... — Habló separado su cabeza de la contraria. — Dame un beso. — Taehyung parpadeó varias veces frente a su pedido, sonriendo al final. — ¿Qué?
— A veces puedes comportarte como un niño, uno demasiado lindo. — Respondió tomando su rostro para besarlo. — La sonrisa de Jungkook lo tranquilizó también a él pues, verlo tensado y molesto era algo que hacía un buen tiempo no presenciaba y a decir verdad, no le gustaba mucho verlo desea manera, al menos con él, porque era un Jungkook totalmente diferente a ese que llegaba a parecer tierno cuando lo abrazaba.
— Me gusta poder comportarme como un niño frente a alguien y que ese alguien seas tú. — Estiró sus labios con gracia hacia adelante a la espera de un beso que llegó junto a una sonrisa. — Posiblemente tengamos invitados inesperados y no solamente mis padres, no te preocupes pero quédate a mi lado. ¿De acuerdo?
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Subasta
FanfictionA tiempos desesperados, medidas y salidas desesperadas. Cuando su situación financiera lo deja entre la espada y la pared, Kim Taehyung toma la alocada decisión de subastarse para salir de todos los apuros. Safe creative © 2007214814704