Capítulo 15

25.6K 4.2K 4.2K
                                    

Después de aquella noche, Taehyung no volvió a tener noticias de Jungkook. Un mes transcurrió y no hubo una llamada o un mensaje siquiera. La primera semana intentó mantenerse apacible pero a mediado de la segunda, tomó la decisión de llamarlo , necesitaba saber de él pero no obtuvo ninguna respuesta a las llamadas o a los cincuenta mensajes mandados.

Algunas cosas habían sucedido, como el hecho de que su madre los sorprendiera a él y a Hosoek besándose, admitiendo frente a ella que tenían una relación más allá de la que siempre mantuvieron. Kim Sunhyo se lo tomó demasiado bien, su ánimo se levantó e incluso había cocinado varias veces para ello y preparado salidas románticas en las que no participaba.

Se podía decir que todo estaba marchando bien, incluso el tratamiento de su progenitora. Él debía estar feliz pero, cada vez que se encontraba solo, su mente viajaba hacia al hombre que había ganado su subasta. Rememoraba su último encuentro y todos los anteriores demasiadas veces en su cabeza hasta que esta terminaba doliéndole.

Lo extrañaba.

Extrañaba a Jeon Jungkook, sus pláticas, su risa burlesca, ansiaba su compañía como no debería hacerlo y este hecho se estaba haciendo evidente.

— ¿Todo bien TaeTae? — Preguntó Hoseok abrazándolo, sintiendo comeos menor se acomodaba entre sus brazos. — ¿Estás preocupado por la reunión que tendremos esta tarde con los doctores?

— Sí, hyung... — No mentía, sinceramente ese hecho le preocupaba pero no era eso lo que lo tenía así.

Le había contado todo a Hoseok, todo lo que sucedió en su viaje y lo de aquella noche porque no tenía secretos con él. Sin embargo, no podía decirle que sus sentimientos se vieron desviados y que creía que él también se había absurdamente enamorado del pelinegro.

— Ya verás que todo saldrá bien, no te preocupes por eso. — El menor se limitó a asentir sin abordar más el tema.

¿Realmente todo saldría bien?

Hoseok elevó su rostro para mirarlo, notando algo que lo inquietaba aunque no sabía con exactitud qué era eso. En el último tiempo las cosas volvieron a normalizarse en apariencia y ellos estaban aún más cerca, viviendo su relación con plenitud pero en ocasiones creía que todo lo bueno podía ser no más que una bambalina que escondía detrás cosas que no estaba muy seguro querer descubrir; a su vez, necesitaba saber porque no le gustaba vivir engañado.

Un beso lo tiró del árbol de pensamientos en sonde se había trepado. Caricias que le quitaban todo su poder de raciocinio llegaron arrancándole leves gemidos que acariciaron sus oídos. Se dejó guiar cuando el menor lo situó entre sus piernas para que su boca encontrara su necesitado y desatendido miembro hasta que este se liberó por completo, devolviéndole el favor con creces.

— ¿Ya estás listo? No podemos llegar tarde a la consulta y aún debemos pasar a recoger a mamá. — Comentó Hoseok viendo como el rubio se movía de un lado a otro en el baño.

— ¡Ya voy! — Gritó para que lo escuchase, corriendo una vez que terminó de vestirse. — Vamos... — Tomando la mano de su mejor amigo abandonaron el edificio para ir en busca de su madre.

Encerrados en la sala VIP mientras esperaban por los doctores, Taehyung comenzó a sentirse sofocado. Siempre se inquietaba cuando estaba en el hospital pero ese día su inquietud simplemente era desmedida. Le avisó con una seña al pelirrojo que iría al baño y de paso a fumarse un cigarro para salir de la habitación luego de un asentimiento.

El piso de los VIP era extremadamente tranquilo, si bien habían enfermeras y doctores cerca, no tenía nada que ver con la locura que se vivía a solo dos pisos más abajo. Por lo mismo, chocar con alguien en ese lugar no fue algo que se esperó y mucho menos que ese alguien fuese precisamente el pelinegro.

SubastaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora