Capítulo 34

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— Ya han venido a recogerte... — Hwasa entró a la habitación de hotel que Taehyung estaba utilizando para cambiarse durante toda la sesión fotográfica ahí realizada. — ¿Has pensado algo sobre tener un asistente? Ya te dije que la agencia te puede asignar a uno aunque te desagrade la idea de empezar a trabajar con un desconocido.

— Sinceramente, prefiero por ahora permanecer así. De igual forma, ya dije que lo más probable es que temporalmente no acepte muchos trabajos que requieran tanto tiempo. — Respondió el castaño observándola por el espejo.

Hwasa siempre lucía elegante, una mujer que desde la primera vez que la vio hasta ese momento en que la veía más seguido de lo jamás pensado, le parecía hasta cierto punto intimidante, aún cuando sonreía o bromeaba con él como una amiga cualquiera. Le agradaba, no decía lo contrario. Le gustaba pasar tiempo con ella siempre que esta se hiciera un hueco en su ya repleta agenda pero por momentos, justo como en ese instante en que con una mano en el bolsillo de su pantalón observaba su tablet frunciendo el ceño.

— No puedes encargarte de todo aunque así lo desees, no puedes sobrecargarte, además... — Calló y Taehyung se volteó para mirarla exigiéndole tácitamente que continuara. — ¿Tu suegro? Fue ayer personalmente a la compañía para hablar con Namjoon debido a un trato "injusto" que te estamos dando y que él no respalda. Su visita se manejó con discreción aunque ahora está por todos lados.

La pelinegro le extendió el aparato para que lo viera por sus propios ojos, todos los artículos que estaban circulando. No era secreto público que los Jeon y los Kim fueran amigos pero, que el presidente del grupo Sasung fuera personalmente mente a Hitta, generaba mucha conmoción.

— Nadie sabrá que fuiste el tema de discusión pero, sería mejor para todos, incluso para mí que estoy a cargo de una gran empresa junto con Namjoon y estoy actuando como tu asistente en cada tiempo libre. Tengo una vida, cariño. ¿Lo sabes? Incluso tengo frustración sexual porque ni siquiera con Namjoon me puedo desahogar ahora que parecen cerrar con candado todas las puertas de la relación abierta que mantenían.

Taehyung quería decirle algo agradable que levantara su ánimo, preguntarle por los rumores que la relacionaban íntimamente con Park Seojoon pero lo único que hizo, fue reír dirigiéndose hacia la puerta.

— No te rías. — Pidió golpeando su hombro mientras salían al pasillo del hotel. — De todas formas, mi vida sexual puede esperar pero, necesito que me permitas darte un asistente. Seleccionaré los candidatos y mañana podrás escoger a quien prefieras. Debes aprovechar, tienes libertad para escoger y no simplemente quedarte con quien se te asigna.

— ¿Trato preferencial con su modelo estrella? — Bromeó sopesando la idea. — Lo pensaré y te lo diré.

— Todavía no eres el modelo estrella de la empresa aunque vayas rumbo a ese camino, creído. Pero algo así, digamos que te respaldan muchas cosas, incluso el que me hayas caído bien desde que te conocí. — Las puertas del elevador se cerraron y ella volvió a mirarlo de soslayo con una mezcla de sentimientos en su interior.

A veces se sentía apenada sabiendo lo que estaba ocurriendo, otras feliz de saber a Jungkook y Taehyung progresando como pareja. Su pecho rebozaba alegría incluso con los logros del castaño en poco tiempo en comparación de otros artistas. Porque Taehyung efectivamente podía estar respaldado pero tenía una estrella en la frente que lo bendecía y con solo sonreír o mirar a la cámara, un sin número de personas quedaban hechizadas. Tenía ese poder, causaba ese efecto.

— Piénsatelo y mañana pasas un momento por la compañía para que veas personalmente a los candidatos. También necesitas un manager, yo no puedo encargarme de tus cosas y ya tú no eres solo un modelo fantasma.

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