Tomando las estrellas

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Tal como y como lo dijo Pierre Perignon: <<¡Estoy tomando las estrellas!>> Y así es, estoy sentado en un sillón fino, felizmente bebiendo champaña, en un grandioso transatlántico con destino al puerto de Cherburgo, Francia. Acompañado de mi bella esposa Winifred, ¿Qué más puedo pedir?

La boda fue hace menos de un día, y por petición de Winnie, se realizó en Avonlea. En la ceremonia fueron muchas personas, y logré escuchar que; hacía años que no se realizaba una boda a lo grande. Sabía que no estaba completamente enamorado de Winifred en ese entonces, aún tenía mis dudas respecto al amor y a Anne. Pero como todo hombre, cumplí mi promesa y desposé a Winnie. Ambos viviríamos en París y yo asistiría a la Sorbona. Ese era mi deseo.

Cuando vi entrar a la iglesia a aquella mujer no pude evitar sonreír, sus ojos son hermosos, como el color del océano, donde de hecho, me encuentro. Sus labios, (a pesar de que no quiero sonar atrevido), son tan hermosos y de forma tan exquisita que me imaginaba besándolos. Sonará un poco cruel pero, Winifred es la mujer más hermosa que he conocido, antes creía estar enamorado de Anne, pero ella siempre fue tan cerrada en el aspecto de los sentimientos románticos y no despertó en mi ese tipo de atracción y deseo que Winnie me hizo sentir. Winifred seguirá siendo la más bonita y destronando el puesto a todas las chicas de Avonlea y Charlottetown.

Aun así dejando eso de lado, ayer en mi boda estaba nervioso, luego vi a Winnie sonriéndome y me tranquilice un poco. Todo iba a salir bien.

El baile, fue una de mis partes favoritas porque a pesar de que yo no soy un experto y no disfruto mucho de ese arte, para Winifred es un gusto que nadie le quita. Dios mío estaba tan contenta, nunca la había visto así, me gustaba verla así. Yo no sabía si era amor lo que sentía pero, nunca la iba a dejar. Eso era cierto. Ella está enamorada de mí.

"—Señor Blythe, ¿Le concede esta pieza a su amada? —La recién casada extendió su brazo mostrando la palma de su mano. Gilbert le sonrió para después abrazarla, por supuesto que bailaría con ella. El abrazo sorprendió a Winifred, nunca antes la había abrazado de esa forma tan cariñosa, era tan especial que se sintió protegida."

No pude evitar sonreír al recordar ese día: recibimos tantos regalos de boda que muchos los tuvimos que dejar en casa de mis suegros. Mis amigos y compañeros de la escuela me felicitaron y además me desearon mucha suerte. Creí que ver a Anne sería perjudicial, pero la verdad es que nos deseó un buen matrimonio e hizo que me sintiera más a gusto y confiado.

Esta mañana, Winnie y yo zarpamos en Nueva Escocia, no sin despedirme antes de Bash, su madre y Delphine. Probablemente no los volvería a ver dentro de un año, y si no es que más.

—Felicidades señor Blythe —un hombre con un gran bigote y de aspecto adinerado se acercó a mí haciendo que regresara a la realidad —Su mujer es la joven más bella de todo el barco. El matrimonio es algo difícil, pero no imposible. Recuérdelo.

—Entonces, Gilbert —reconocí esa voz, la tía de Winnie —Dentro de unos días cumplirás dieciocho años, ¿No es así? —La señora Rose nos acompañó en el viaje ya que ella originalmente vive en Francia y solo vino a la boda, y aprovechaba el viaje para regresar a París.

—Sí, será pasado mañana —Tomé un sorbo de champán —Mi cumpleaños y mi luna de miel al mismo tiempo —sonreí —soy afortunado.

Ambos observamos a Winnie: ella platicaba con personas de la aristocracia británica. Llevaba puesto un vestido verde esmeralda, el cual hacia resaltar su piel y su cabello, llevaba también un collar que hacía juego con su vestimenta, yo se lo había regalado. Esta es la primera noche que pasamos en el enorme barco, y ya todas las personas de primera clase me conocían pero yo a ellos no, al parecer la familia de Winnie era de ascendencia francesa, y no dudaban en felicitarnos a ambos por el matrimonio.

One shots 💖 Anne with an e✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora