One shots 💖 Anne with an e✨

Roy

Solo para aclarar; no he leído los libros de Anne of green gables, pero investigué al personaje (no muy a fondo) y utilicé la información para crear este one shot, y también agregué cosas ficticias. 

Disfruten de la lectura.

Para:

-Grazerwolfies-

El último pedido...

Anne quedó anonada cuando lo vio por primera vez.

"Alto, apuesto y de aspecto distinguido - ojos oscuros, melancólicos e inescrutables - voz melodiosa, musical y comprensiva - sí, el héroe de sus sueños estaba ante ella en carne y hueso. No podría haberse parecido más a su ideal si hubiera hecho por encargo."

Royal Gardner, o como todos le decían: Roy. Es un muchacho que llegó a la universidad. La mayoría de las señoritas tenían la misma opinión que Anne. Simple y sencillamente, Roy les gustaba.

Un viento desagradable y tempestuoso se apoderó aquel día, las nubes adquirieron una tonalidad negra que causaba terror. No tardaría en llover.

Y que lastima. Anne se quedó dormida en la biblioteca, estaba muy concentrada leyendo una enciclopedia que se le pasó el tiempo. Ni siquiera supo cuando Josie se fue de allí. Al fin y al cabo, la rubia no iba a durar mucho en ese lugar. Por lo menos le hubiera avisado a Anne de su partida.

Ahora la pobre muchacha tendría que irse sola.

No era de noche, pero el sombrío cielo daba esa alusión.

Anne no encontraba su pluma. Una de color azul marino de aspecto fino que le regaló Diana. Buscó en su maletín, en las mesas, en las sillas, en los pasillos... y nada. No había nadie en la biblioteca.

—¡Josie es una pésima amiga! —exclamó Anne, con odio en su voz y con una cara roja de coraje —Aunque sea me hubiera dejado una nota.

La joven salió de la biblioteca, y cuando cruzó la calle se dio cuenta de que fue un error haber perdido tiempo buscando una pluma.

Hubiera alcanzado a llegar a casa. Y ahora, las gotas le caían en su cabeza, en sus brazos, en su vestido, en todo su cuerpo. Cada vez haciéndose más constantes. Se escondió bajo un pabellón, en Redmond College. La única opción que le quedó fue esperar hasta que cesara la lluvia.

No pasó mucho rato cuando, un tipo de estatura alta y apariencia distinguida llegó hasta donde estaba Anne. Y sin decir una sola palabra le entregó un paraguas.

Lo más seguro es que sintió lástima al ver a una señorita empapada por la lluvia.

Anne prestó atención al muchacho, más específicamente a sus ojos. Nunca había visto unos más hermosos.

La muchacha tragó saliva y con algo de timidez aceptó el paraguas. Agradeciendo de todo corazón aquel gesto. El hombre solo sonrió y se retiró de allí.

—¡Espere!

Roy dio media vuelta, volviendo a contemplar a la señorita.

—Mañana puedo entregárselo, dígame su nombre.

—Mañana está bien. Puede dármelo aquí mismo —señaló la escuela —Me llamo Roy Gardner, es un placer. Y espero verla pronto, señorita...

—Cuthbert, Anne Shirley Cuthbert.

Él se acomodó su sombrero en muestra de saludo, y luego se retiró. Perdiéndose entre la amarga lluvia. Dejando a Anne con el corazón acelerado.