One shots 💖 Anne with an e✨

Un frío baile

Alu_gomez
Espero que sea de tu agrado...

Quiero aclarar que este pedido está basado en Orgullo y prejuicio de Jane Austen. Más específicamente cuando el señor Darcy baila con la señorita Bennet. Obviamente tuve que cambiar ciertos aspectos del libro. Además agregando que esto sucede después de la feria de Avonlea, pero antes de los exámenes de admisión.

La boda de Jane Andrews con el señor Inglis fue en grande. Dado a qué el esposo de la muchacha es de clase social más elevada, el baile fue de aspecto más formal. No sé celebró en Avonlea sino en la mansión del marido de Jane. En el gran salón.

Todas las chicas disfrutaban de la música y el placer de conocer gente nueva. Tillie y Josie estaban siendo cortejadas por unos chicos de alta sociedad, mientras que Ruby y Moody llevaban buen rato bailando.

A diferencia del baile en la feria el pasado viernes, Gilbert no asistió con su acompañante anterior: Winifred. Nadie sabía las razones.

Anne seguía molesta con Gilbert, estaba celosa pero trataba de no demostrarlo.

Al terminar el baile, Anne volvió con Diana Barry, estaban platicando cuando se acercó Gilbert Blythe.

—¿Le puedo pedir el próximo baile? —preguntó el muchacho con firmeza.

Agarró a Anne tan se sorpresa que, sin saber lo que hacía, aceptó. Después de eso, Gilbert se fue dejando a la muchacha nerviosa y desorientada.

—A lo mejor lo encuentras encantador —Diana trató de calmarla.

—¡No lo quiera Dios! Ésa sería la mayor de todas las desgracias. ¡Encontrar encantador a un hombre que parece enamorado de otra mujer y que aún así se atreve a invitarme a bailar!

Cuando se reanudó el baile y Gilbert se acercó para tomarla de la mano, Diana le advirtió en el oído a Anne que no le hiciese parecer antipática. Anne no contestó. Se limitó a tomar su lugar en la pista y estuvieron un rato sin decir una sola palabra. Para no hacer incómodo el ambiente hizo una pequeña observación sobre el baile.

Gilbert no contestó y volvió a quedarse callado. Después de unos minutos, Anne tomó la palabra y dijo:

—Ahora te toca a ti decir algo, Gilbert. Yo ya he hablado del baile, y tú deberías hacer algún comentario.

El sonrió y le aseguró que diría todo lo que ella desease escuchar.

—Muy bien. No está mal esa respuesta de momento. Quizá poco a poco me convenzas de que los bailes privados son más agradables que los públicos; pero ahora podemos permanecer callados —Anne trató de esconder su coraje hacia el muchacho pero fingía con una sonrisa agradable.

—¿Acostumbras a hablar mientras bailas, Anne?

—Algunas veces. Es preciso hablar un poco, ¿No crees? Sería extraño estar juntos durante media hora sin decir ni una sola palabra. Hay que llevar la conversación de modo que no nos veamos obligados.

—¿Lo dices por ti misma o por mi?

—Por los dos —replicó Anne con coquetería —, pues he encontrado un gran parecido en nuestra forma de ser. Los dos somos indecisos, necios e incapaces de demostrar los sentimientos.

Gilbert alzó una ceja, parecía disgustado.

—Estoy seguro que no eres así. En cuanto a mí, no sabría decirlo. Tu, sin duda, crees que me has hecho un fiel retrato.

—No puedo juzgar mi propia obra.

El no contestó, y parecía que ya no abrirían la boca hasta finalizar el baile, cuando él le preguntó si ella y las demás chicas iban a asistir a Queen's. Anne le contestó afirmativamente e, incapaz de resistir la tentación, añadió:

—Cuando nos encontramos en Charlottetown acabamos de conocer precisamente a unos muchachos —el efecto fue inmediato. Una intensa sombra de arrogancia oscureció el semblante de Gilbert. Pero no dijo ni una palabra.

—Muchos chicos de la ciudad están dotados de tan gratos modales que ciertamente pueden hacer amigos con facilidad. Lo que es menos cierto, es que sea igualmente capaz de conservarlos.

—Como con tu amiga de Charlottetown.

Inmediatamente Gilbert supo que Anne se refería a Winifred. Él no contestó y deseo cambiar de tema.

En ese momento, Matthew pasaba cerca de ellos al atravesar la pista de baile con la intención de ir al otro extremo del salón y al ver a Gilbert y Anne se detuvo a saludar y felicitó su modo de bailar.

Tiempo después siguieron bailando y trataron de encontrar un tema de conversación. Intentaron con los libros, pero ella se negó.

—Recuerdo haberte oído decir en una ocasión que tú raramente perdonas.

—Algunas veces —la verdad era que no, Gilbert no suele ser alguien así.

—¿Y no te dejas cegar alguna vez por los prejuicios?

—Espero que no.

—Los que nunca cambian de opinión deben cerciorarse bien antes de juzgar.

—Puedo preguntarte ¿Cuál es la intención de estás preguntas?

—Conocer tu carácter. Estoy intentando descifrarlo.

—¿Y a qué conclusiones has llegado?

—A ninguna —dijo meneando la cabeza —. He oído cosas tan diferentes.

Anne no habló más, y terminado el baile, se miraron unos segundos, ambos estaban enojados: Gilbert por los ataques de Anne, y la pelirroja por su conducta con ella y con Winifred.

Los dos se separaron en silencio, los dos insatisfechos, aunque en distinto grado, pues en el corazón de Gilbert había un poderoso sentimiento de tolerancia hacia ella, lo que hizo que pronto la perdonara.

Se que no fue muy romántico, pero es porque cuando bailaron Elizabeth Bennet estaba enojada con Darcy.