One shots 💖 Anne with an e✨

Un corsé perdido (Parte 3)

Esa noche Anne tuvo una terrible pesadilla, o quizás, un magnífico sueño: Gilbert le hacía una confesión, y no cualquier confesión, era una más íntima. Gilbert le pidió un beso. Anne no lograba entender porque en dicho sueño ella era tan diferente, en la vida real saldría corriendo de miedo, pero en su sueño no podría estar más feliz.

— ¿Qué rayos te pasa Anne? —se dijo a sí misma, puso una mano en su frente y volvió a dormir, era de madrugada, no desperdiciaría tres horas más de sueño.

Pero sin duda ese sueño no se lo contaría a nadie, ni siquiera a Diana, ella era capaz de bromear y molestarla con eso, por lo que decidió tratar de olvidarlo. Punto final a la historia.

No fue hasta que cruzó la puerta del salón, su corazón empezó a latir rápido, su garganta y estómago parecían un nudo, y sus manos temblaban, allí estaba Gilbert Blythe, de pie y platicando junto a sus amigos. Aunque odiara admitirlo, él era sin duda el más guapo de los jóvenes <<Tan solo mira ese rostro>> pensó. Después sacudió su cabeza; con la esperanza de "tirar" esos pensamientos.

Al inicio de la clase todo transcurría normal: Moody preguntando a cada rato como se hacen las cosas. Billy con sus bromas inmaduras; Josie suspirando por este último. Tillie y Jane platicando a escondidas. Y Anne prestando atención a la clase.

No fue hasta el descanso cuando las señoritas alegremente se pusieron a almorzar y chismear.

—No sé qué decir al respecto pero ¡Billy trató de besarme! —dijo Ruby apenada —Lo siento Josie, sé que te gusta, pero tranquila, solo me acompañó a mi casa el viernes, fue todo —la voz alegre de la muchacha había desaparecido, temía por la reacción que fuese a tener Josie. Aunque, Josie la miró mal por un momento, luego se le pasó, después de todo, Ruby era la más tierna del grupo, y era una de sus mejores amigas, no le haría algo malo.

—A mi Paul no me acompañó a casa —Tillie tomó un sorbo de jugo —Creí que lo haría.

—A mí y a Anne también nos acompañaron —agregó Diana —Fue algo... raro.

—¿Y quiénes? —preguntó Jane.

—Moody y Gilbert —respondieron al mismo tiempo las amigas.

Hubo un gran silencio, Anne recordó su sueño, los labios de Gilbert casi rozando los suyos.

La pelirroja estaba tan hundida en sus pensamientos que no escuchó que las demás le hablaban.

—¡Que dices! —gritó Ruby. Mientras que Anne salió de esa burbuja de sueños.

—Digo que si ustedes piensan que en verdad los chicos hicieron la apuesta —Josie estaba un poco alterada —Es algo obvio que las mujeres de Charlottetown de las que hablaba Billy son unas...

—¿...Chicas de universidad? —completó Tillie mientras sonreía.

—Claro que no, tonta —la sonrisa de Tillie se esfumó con las palabras frías de Josie — A las mujeres que me refiero son unas, rameras —esto último lo dijo con asco —; mujeres que complacen a los hombres por dinero. Piénsenlo un poco —se llevó una mano a la cabeza —. Ustedes son muy inocentes.

Mientras que los chicos de nuevo estaban reunidos. Hablaban sobre cerrar esa estúpida apuesta de una vez y cada quien devolverse su dinero.

—Entonces nadie logró nada —dijo Billy alzando una ceja.

—Escuchen, dejemos eso de lado, si —Moody trató de animar a los jóvenes.

—Y tú no pudiste besar a Anne —Billy se dirigió a Gilbert —es la más insignificante de las chicas, rayos Gilbert ¿No eres hombre? —Billy se burló.