One shots 💖 Anne with an e✨

El mejor verano (PEDIDO)

Este capítulo fue un pedido hecho por: @Grazer_bb 

Espero sea de tu agrado ♥

Gilbert x __

El verano en Avonlea es bastante agradable: durante el tiempo de aguas, (como se solía decir en los meses de junio a septiembre) era normal que el día estuviera caluroso y por las tardes, ligeramente fresco, y en ocasiones con lluvia. Pero aun así, era la estación del año preferida para ___, ya que los días eran más largos y podía hacer un sinfín de actividades.

A ___ Le gustaba levantarse temprano, apenas iniciaba el día y ella ya estaba lista para hacer las tareas del hogar, ayudando a su madre a preparar el desayuno, ordeñar a las vacas, alimentar a los animales de la granja, bañarse y bañar a su hermana menor, y por supuesto, trabajar en la siembra con su familia.

Una vez terminado el quehacer del hogar, ___, se emocionaba ya que era el momento de arreglarse para salir a pasear con sus amigas. ___ peinaba su cabello, con delicadeza, primero las puntas, luego medios y al final la raíz, se puso un sombrero el cual tenía un listón azul, pero la joven buscaba algo más, entre sus vestidos, uno que fuera nuevo, que nunca antes se había puesto, parecía tardar en elegir, no había algo tan bonito hasta que... ¡Bingo! lo había encontrado, era de color negro, y no muy usual, y con una tela blanca de encaje en la parte del cuello. ___ quería deslumbrar, deslumbrar a alguien en especial.

Cerca de las cinco de la tarde, salía a pasear con sus amigas: Ruby, Tillie y Josie. En un lugar que parecía más una pradera que un bosque; donde los árboles e infinidad de rosales alegraban con sus colores el ambiente. Pero la razón de esos paseos en realidad era porque las chicas aprovechaban para mirar a sus enamorados, por ejemplo; Tillie podía platicar con Paul, Ruby caminar con Moody y Josie coquetear con Billy.

Pero había un problema: Gilbert Blythe, ese joven tan apuesto y educado no se atrevía a hablarle de un tema romántico a ___, quizá por timidez, o tal vez por vergüenza, sin embargo, ___ no perdía la esperanza; todos en la escuela de Avonlea sabían que Gilbert y ___ se gustaban, solo era cuestión de que les dieran un empujoncito. Y esa tarde de julio fue la indicada.

La familia de ___ había viajado con anterioridad a Montreal. Allí, la muchacha visitó una vieja librería, si bien, la lectura no era lo que le apasionaba, quería buscar un regalo para su amigo, el futuro doctor. Navegando entre los pasillos del lugar, encontró el libro perfecto, leyó un poco y supo que se trataba de medicina tradicional mesoamericana, ___ sonrió y luego compró el libro, sabía que sería interesante para Gilbert. ¡Y ahora estaba por comprobarlo!, ella se encontraba a escasos metros del muchacho, y ambos se miraban con una gran sonrisa.

Tillie, Josie y Ruby estaban muy ocupadas platicando cortésmente con los muchachos, es por ello que no percibieron que Gilbert se había acercado a su amiga.

—No te había visto desde hace un par de semanas —dijo la señorita mientras escondía el libro detrás de su espalda.

—Bash y yo hemos estado ocupados con el barbecho —Gilbert exhaló nervioso —, no he tenido tiempo de salir con los chicos —señaló con la mano a sus amigos, quienes parecían encantados con las amigas de ___.

___ se sentó en un tronco de árbol que permanecía tirado en el suelo.

—Viajé a Montreal hace menos de un mes. Te he traído un regalo — ___ se puso de pie.

Gilbert alzó sus cejas sorprendido, al principio parecía asustado no recordaba que fuera una fecha especial. Sus ojos se iluminaron cuando la muchacha le mostró un libro, parecía más una pequeña enciclopedia. Leyó el título y quedó impresionado.

—¡Por Dios, ___! —tomó delicadamente el libro mientras miraba a la muchacha que permanecía sonrojada y con las manos juntas y sus dedos entrelazados.

—Bueno, es un libro muy antiguo, no sé qué información haya pero...

—¡Es perfecto! —y con toda prisa, Gilbert se acercó a la muchacha y la rodeo con sus brazos. La abrazó fuertemente mientras reposaba su mentón sobre el hombro de ___.

La joven bastante sorprendida, correspondió el abrazo, sentía un nudo en la garganta debido a los nervios que le provocaba Gilbert.

El muchacho de cabello negro acercó demasiado su rostro al de ___ y en un abrir y cerrar de ojos la besó, pero fue un beso tan rápido que ___ ni siquiera alcanzó a cerrar sus ojos. Simple y sencillamente se llevó sus manos a la boca para después reír.

—Gilbert Blythe, ¿Por qué has tardado tanto? —preguntó consternada.

— ¿Tardar? —Gilbert frunció el ceño —¿En aceptar que estoy enamorado de ti? —dijo asustado.

___ suspiró para después apretar ligeramente sus labios.

—Iba a decir que tardaste en besarme, pero oírte decir que estás enamorado es mucho mejor —y volvió a abrazarlo.

Inició una relación, en una tarde hermosa de verano.