Ex novio (Parte 2)

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El baile fue afuera en el libre campo. La noche fue tan agradable y romántica, llena de diversión.

La alegría de los músicos fue transmitida a las personas; el ritmo acelerado y en ocasiones tranquilo hizo que todos lo disfrutaran. Habían tantas parejas: unas casadas y otras de jóvenes solteros y hasta niños. Solo tenían de iluminación: una fogata, la luna, seis antorchas y las estrellas. Quien necesitaba luz cuando lo importante es seguirle los pasos a tu pareja.

Caleb es un amante de los deportes, pero no solo de eso, la música también; por lo que continuó bailando con su amiga Anne. Es bien sabido que las polcas requieren de mucha energía, y entre pasos y vueltas, los amigos avanzaron hasta donde se encontraban Jane y Gilbert.

La otra pareja bailaba de manera más tranquila pero igual se la estaban pasando bien.

De pronto, Caleb sorprendió a Gilbert, poniendo una mano sobre su hombro, el muchacho no se lo esperaba. Así que un poco aturdido dejó de bailar.

—¡Hola! Veo que estabas muy concentrado —Caleb se rio, mientras que Gilbert solo asintió con su cabeza, de alguna forma le molestó ser interrumpido y aún más que fuese Caleb, por alguna razón el chico no le agradaba del todo.

Gilbert le contestó de manera cortante el saludo. Pues durante el juego ambos habían tenido unos encuentros no muy amigables.

Anne notó un silencio desfavorable, por lo cual sacó la plática más usual de todas.

—Te miras muy bien, y que vestido tan bonito, Jane —Anne trató de apaciguar la incomodidad que se encontraba en el ambiente.

Ellas no eran las mejores amigas, por eso la morena se emocionó ante tales palabras. 

En efecto el vestido que traía puesto era muy elegante, color rojo como el vino, y esta fue su oportunidad de aprovecharlo. Jane le agradeció a Anne por el cumplido y también le dijo que se miraba muy bonita.

Apenas terminaron de hablar cuando Caleb volvió a poner su mano sobre la espalda de Anne y Gilbert solo desviaba la mirada.

—A lo que vinimos: cambiemos de pareja —el amigo de la pelirroja señaló a las muchachas —. Tu baila con mi querida amiga y yo con tu linda bailadora —le guiñó un ojo —. ¿Qué dices, Gil?

Tanto Jane como su Gilbert quedaron asombrados, eso se miraba interesante.

Gilbert quería contestarle a Caleb que nadie lo llamaba así: Gil. Pero prefirió evadir esa conversación. Vaciló unos segundos y finalmente tomó una decisión.

Gilbert, que aún seguía tomando la mano de Jane, la entregó a Caleb, quien la esperaba con una amplia sonrisa. El compañero de Anne hizo lo mismo con ella.

Empezó la música y Gilbert tomó a Anne de la mano.

No tardaron muchos segundos para que Jane y Caleb se perdieran en la "pista".

Por otro lado, la pareja de amigos seguía viéndose, de forma temerosa.

—Ya tenemos que bailar —Gilbert estaba esperando que Anne pusiera su mano en el hombro del muchacho.

—Oh. Sí. Tienes razón, me quedé viéndolos y no me di cuenta.

De una manera algo torpe, ambos se tomaron de la mano. Pero cuando Anne sintió la mano izquierda de Gilbert en su cintura, un escalofrío le recorrió la espina dorsal. Más aún cuando se miraron frente a frente, sus latidos estaban más veloces que nunca.

Empezaron a bailar, obviamente Anne tenía que seguir a Gilbert, y por fortuna lograron entenderse muy bien.

—Tu ex novio Caleb es un ágil bailarín —señaló.

Allí estaba el chico de ojos verdes y bonitos, dando vueltas al compás de la música, y Jane, más feliz que nunca.

—Lo de novios... fue cosa de niños, éramos unos infantes llenos de aventuras y juegos —le miró con ternura —. Respecto a lo de bailarín... puede ser, sí, es muy bueno. Pero me gusta más bailar contigo —Gilbert le dio una vuelta a Anne y para cuando volvieron a verse frente a frente, la pelirroja se ruborizó. Quizás esas palabras eran algo fuertes.

Gilbert siguió bailando y sonriendo, eso le alegró la velada.

Los chicos notaron que Billy bailaba con Josie, en el otro extremo Moody con Ruby y cerca de los músicos, Tillie con Paul.

—Por cierto, a Caleb le gusta Jane —dijo Anne.

—Y a ella él —contestó —. Qué raro, todos estamos bailando con la persona que nos gusta —y en ese instante se dio cuenta del error que cometió. Se detuvo en seco, dejando de bailar.

Anne lo miró a los ojos.

—¿Cómo?

Blythe tartamudeo y observó a otras direcciones, <<¿Qué hago, qué hago?>> pensó

Anne suspiró, sabía bien lo que el muchacho le dijo. Así que hizo algo que nunca en su vida se hubiera atrevido a hacer: besar a Gilbert. De la manera más rápida y sencilla ella unió sus labios a los de él. Dejando atónito al pobre Blythe.

Al ver que él no reaccionaba, Anne tiró del brazo de Gilbert para seguir bailando.

Porque cuando se baila con la persona que te gusta, es como volar por los cielos. Claro que lo era.

One shots 💖 Anne with an e✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora