La obra (Parte 2)

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— ¡Ni lo pienses! —le dijo Jerry a Anne mientras se levantaba de la vieja silla de madera para posteriormente agarrar un azadón (Herramienta para la agricultura).

—Por favor Jerry —Anne suplicó juntando sus manos y caminando detrás de él —¿Por qué no quieres? —Alzó sus brazos y le sonrió —, eres francés.

Jerry la miró por un segundo, pero luego no le hizo caso y siguió quitando la maleza de la tierra —Y eso que importa, no soy actor —dijo molesto.

—Nadie en la escuela es actor, solo Billy... es un perfecto mentiroso, pero eso no viene al caso —Anne tomó el brazo de Jerry —Por favor, necesitamos ese personaje, y yo les prometí que lo harías.

Jerry dejó la herramienta a un lado y suspiró jadeante, la pelirroja le sonrió esperando una respuesta.

—De acuerdo; pero solo porque ya lo habías prometido. No te haré quedar mal con tu maestra y la señora Ly... —el muchacho no pudo terminar la oración porque Anne lo interrumpió con un abrazo.

—Gracias Jerry. Además, puedes convivir con chicas lindas de la escuela —Una sonrisa se forma en el rostro de Jerry, a él siempre le habían parecido muy bonitas Diana y Ruby, quizás eran las más bonitas de todo Avonlea.

Después, Anne le dijo cuáles eran los papeles que interpretan cada alumno y los horarios de los ensayos. Gracias a Dios los ensayos eran por las tardes, así podría trabajar en las mañanas y luego ir a la escuela. Anne le entregó el libreto a Jerry: Hojas blancas que tenían muchísimos diálogos aburridos, pero que por suerte, los que le tocaba al francés eran pocas palabras. Qué bueno que su amiga le había enseñado a leer y escribir hace ya un tiempo, así él no tendría problemas para aprender sus diálogos.

Así que llegó el lunes. Eran aproximadamente las cinco de la tarde y el ensayo estaba por comenzar. Entre tanto, las señoritas conversaban sobre los vestuarios; los más bonitos serían los de Julieta: los de colores elegantes como el verde esmeralda, azul marino, el violeta y rojo intenso como el vino, acompañados de collares y holanes preciosos.

En una esquina, Moody y Charlie ensayaban sus diálogos cuando se vieron interrumpidos, la puerta se abrió: eran Anne y Jerry, estaban listos para la actuación.

— ¿Quién es ese chico? —preguntaron al mismo tiempo Tillie y Jane.

— ¿Es el trabajador de los Cuthbert? —Preguntó asombrada Ruby —Creo que ya está más grande.

Anne se acercó con sus amigas, detrás de ella estaba un tímido Jerry que no se animaba a platicar con nadie.

—Hola chicas —Anne giró su cabeza hacia el francés —Les presento al Conde Paris —dijo emocionada.

Jerry un poco apenado les saludó a las chicas y les dedicó una cálida sonrisa.

Tillie no recordaba haberlo visto con anterioridad y le parecía un chico común y corriente; Josie no dudó en hacer un comentario burlón hacia él mientras que Ruby quedó encantada con Jerry, no le importó que fuese un chico pobretón, como le había dicho Josie, a fin de cuentas sería su pretendiente en la obra y como era atractivo eso estaba más que bien.

Las primeras escenas fueron normales, solo había problemas con la coordinación del tiempo. Pero para eso, se encargaba Rachel Lynde.

"Llega la escena dos del acto 1, entran Capuleto y Paris, acompañados de un sirviente"

—Vaya, el niño granjero es todo un conde —dijo Billy sarcásticamente —. Bienvenido al escenario excelentísimo señor —Billy hizo una patética reverencia.

One shots 💖 Anne with an e✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora