06

464 27 6
                                    

Pretendo estar divirtiéndome con los demás a pesar de no tener ni la más mínima idea de lo que estamos haciendo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Pretendo estar divirtiéndome con los demás a pesar de no tener ni la más mínima idea de lo que estamos haciendo. Es más, hace más de diez minutos que me olvidé por completo sobre lo que estábamos hablando. Sé a la perfección que el menor de mi mejor amigo lo sabe a la perfección, por lo que intenta ser el centro de atención ante los ojos de la reportera, quien intenta sacarme alguna que otra pregunta que contesto con una que otra oración demasiado corta para su gusto.

Odio tener que estar siendo entrevistado todos los años antes de una gira. Es la razón por la que mi ansiedad empezó, por la que siempre estoy siendo consciente de la manera en que estoy vestido o en cómo estoy comportándome alrededor de los demás. Es algo que viene con el trabajo, pero es lo que no dudaría mucho en cambiar si la oportunidad existiese. Estoy cansado de no poder estar en otra cosa que no sean estos pantalones ajustados de mezclilla. Por el rabillo del ojo puedo apreciar las muecas que se le escapan al mayor del trío cada vez que se mueve en su asiento, todo gracias a que la correa que han puesto en su vestuario le viene interrumpiendo la circulación desde que llegamos a la empresa hace más de cinco horas.

—Taehyung —miro a la reportera cuando ella llama mi atención —, ¿qué es lo que podemos esperar de ti durante esta nueva gira ahora que has regresado con EIGHTEEN?

—Es un concepto nuevo con el que estamos experimentando —respondo, intentando mantenerlo más simple de lo habitual. Me demoro unos segundos en completar mi oración por el hecho de que la reportera ha empezado a borrarse ante mis ojos. Parpadeo, intentando hacer que regrese a la normalidad —, son muchas sorpresas las que tenemos planeadas para los fanáticos.

Seokmin agradece en voz alta cuando nuestro representante le dice que puede quitarse el cinturón de cuero una vez que la reportera se ha retirado de la habitación. Al ser la última persona del medio con la que teníamos que hablar, nuestro equipo nos permite cambiarnos en ropas más cómodas por el simple hecho de que tenemos que empezar a entrenar para el concierto de mañana. Todavía no puedo creer que nuestro viaje haya sido alargado a dos días más por la gran demanda en la prensa de querer socializar con nosotros mucho más antes de la gira. Teníamos la ilusión de conocer el país latinoamericano antes de nuestro concierto, pero tendremos que conformarnos con otras cosas.

—Tú estás raro —afirma Derek, cuando paso por su lado. Giro sobre mis talones para verlo, y parpadeo otra vez para asegurarme que es una sola persona y no las dos copias que mi cerebro crea gracias al cansancio —. ¿Has dormido?

Quiero decirle que no he dormido gracias a haberme quedado discutiendo con su sobrina durante la madrugada, pero me muerdo la lengua debido a que esos son problemas míos que nadie tiene por qué saber. Es más, no quiero consejos de amor en este momento porque no dudaré en mandarlo a tomar por el culo, y no quiero faltarle el respeto. No me encuentro de humor para ningún reproche, mucho menos para discutir la rabia que me causa esa mujer de ojos azules.

Mentir es la salida más rápida, por lo que opto por ello antes de ir directo hacia mi camerino para cambiarme por ropa más cómoda. El estómago se me revuelve al recordarme una vez más que no he comido nada en todo el día. Me dice a gritos que el agua no es lo suficiente para mantenerme despierto, pero no pienso ingerir nada, no cuando sé perfectamente bien que será una pérdida de tiempo al no ser capaz de retenerlo.

Abismo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora